miércoles, 20 de diciembre de 2006

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Leo ABC (20/12/2006)

que los jóvenes españoles de entre 15 y 24 años son 'marchosos', 'consumistas', 'rebeldes' y 'cómodos'. Según un estudio realizado por la fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), Obra social Caja Madrid y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre drogas.

Su escala de valores está encabezada por 'tener unas buenas relaciones familiares', 'tener éxito en el trabajo' , 'tener muchos amigos', 'ganar dinero' y 'llevar una vida sexual satisfactoria', por este orden.
Los valores que se sitúan al final de la escala son: 'las cuestiones religiosas o espirituales', 'los temas políticos' o 'hacer cosas para mejorar el barrio o la comunidad'.

Los iconos con los que los encuestados identifican a la 'juventud española' de hoy están encabezados por el 'dinero', que se presenta como 'el rey'.

Tras él se sitúan
, 'la discoteca', 'el preservativo', 'el coche' y 'la moda'. Después aparece 'el libro', todos los iconos solidarios (Cruz Roja, médicos sin fronteras, Greenpeace, Aministía Internacional), 'las pastillas' y 'los ultras de fútbol'.



Título de la noticia: ¡Dios nos coja confesados!


PRIMERO.

Veamos el significado de las características de los jóvenes españoles entre 15 y 24 años, según el diccionario de la Real Academia Española.

Marchoso. 'Dícese del que se distingue por sus galanteos, juergas y lances de la vida airada'.

Consumismo (no viene la voz 'consumista'). 'Actitud de consumo repetido e indiscriminado de bienes en general materiales y no absolutamente necesarios'.

Rebelde. 'Que se rebela o subleva, faltando a la obediencia debida'.

La voz 'cómodo' dice: 'Conveniente, oportuno, acomodado, fácil, proporcionado'. Espero que el lector esté de acuerdo en que la voz 'Comodón, es la adecuado, en este caso:'Dícese del que es amante de la comodidad y regalo'.

La voz más esperanzadora de las cuatro era la de 'rebelde' pero, parece, que esta rebeldía se ejercita para obviar la 'obediencia debida'. O sea, falta de respeto a la autoridad de los padres o los maestros. Si un joven falta a la obediencia debida y, además, se puede permitir el lujo de ser 'consumista', 'comodón' y 'marchoso', vive en el mejor de los mundos posibles. Para él o para ella. A mi me parece un desgraciado o una desgraciada.


SEGUNDO.



¿Por qué? Los animalillos, por ejemplo, caracoles, conejos, lagartos y otras criaturas de la naturaleza, tienen la vida 'hecha'. Esto quiere decir que no tienen 'proyecto vital'. A pesar de que en algunas películas (especialmente para niños) se 'humanizan' los animales y podemos ver que 'mamá leona' tiene problemas parecidos a doña Gertrudis con sus dos hijos, no es así. Por mucho que debamos respetar a los animales (y debemos hacerlo), éstos no tienen 'proyecto vital'. Esto es propio de los seres humanos, excepto en ciertos casos de fuertes minusvalías.


Si un ser humanos dice que no tiene proyecto vital, esto significa que tiene un proyecto vital inconsciente. Supongamos que Pepe dice que no tiene proyecto vital y se pasa el día vagueando, viviendo en casa de sus padres y divirtiéndose todo lo que puede porque 'son dos días'. ¡Claro que tiene proyecto vital! El proyecto vital de un vago y un aprovechado. Podríamos añadir, 'y marchoso'. Puede suceder que Pepe sea un cobarde y no quiera mirarse al espejo. O puede que sea un pobre cínico y ya ni siquiera se avergüence de ser un parásito. Pues bien, esto es lamentable. Es lamentable personalmente (porque tener un proyecto vital tan pobre degrada a Pepe y, seguramente, lo lamentará algún día) y socialmente, porque la sociedad se perjudica con estos pobres proyectos vitales de sus miembros.


TERCERO.


En absoluto quiero cargar las tintas contra los padres. Nada más injusto que las generalizaciones. Conozco a padres jóvenes (y no jóvenes) que son admirables. Pero las estadísticas repiten, machaconamente, que una mayoría de padres (me limitaré a decir que más del 50%) se comportan de forma irresponsable con sus hijos. ¿En qué sentido? Especialmente con relación al proceso educativo de sus hijos. Creen ser mejores padres porque siempre les apoyan frente a los profesores, porque excusan sistemáticamente sus malas notas (y su mal comportamiento) dando la culpa a otros, porque no cumplen con su responsabilidad de padres de darles amor y, además, sentido de la disciplina, de la responsabilidad y del respeto a los demás. Los que así lo hacen son unos irresponsables que perjudican seriamente a sus hijos y, de paso, a la sociedad en su conjunto.


CUARTO.


Algunos dirán que si el dinero es 'el rey' de los jóvenes, también es 'el rey' de los mayores. Para empezar, no todos los jóvenes, afortunadamente, son así. Y tampoco son así los mayores. Dado que mis lectores son inteligentes debería prescindir de esta explicación pero, de todos modos, por si hay algún olvidadizo, lo haré. Las personas que pensamos que el dinero no es lo más importante, no estamos diciendo que el dinero no sea importante. Hay que ser imbécil o anacoreta para decir esto.

Decir que el dinero no es lo primero significa estimular las actitudes y tendencias 'baratas' y enriquecedoras. Por ejemplo, los libros, la lectura. La música. La contemplación de un paisaje. La percepción y el disfrute de la belleza. Tener buenos amigos. No me refiero a conocidos, que hay que tenerlos, me refiero a los amigos. Es difícil tener amigos, como es difícil tener una buena compañera/o de la vida. ¿Por qué? Porque las relaciones enriquecedoras exigen dar y recibir. Esto supone tiempo y esfuerzo. Aunque queramos a una persona puede suponer un esfuerzo, al menos a veces, hacer cosas que le gustan. Podemos estar cansados. Puede que no nos apetezca, etcétera. Por eso se pueden tener pocos amigos. Porque la amistad, si lo es, es exigente pero fecunda y enriquecedora. Por eso, la amistad verdadera suele provocar celos en terceras personas que tienen tendencia a la posesión amorosa y que no aceptan que 'su amor' pueda ser compartido.

Veamos lo que pensaba Aristóteles de la amistad: 'Pero la cima de la amistad es querer el bien de los amigos por sí mismos ... Una amistad de esta clase se mantiene en tanto que los amigos son buenos y la virtud es estable'.

Pensaba Aristóteles que hay tres clases de amistad: amistad por Utilidad (por ejemplo, porque nos conviene), por Placer (por ejemplo, el compañero de juergas y jaranas) y por Virtud. Cuando la amistad es por virtud se está en las buenas y en las malas, a las duras y a las maduras. Además, ejercitando la verdadera amistad, aprendemos a ser virtuosos. Hasta aquí Aristóteles.

Termino. Es cierto que los padres no son los únicos que influyen en los hijos. Ahora bien, si los padres muestran a sus hijos un discurso coherente y un comportamiento coherente con el discurso (aunque no sea el cien por cien), es muy difícil que no dejen un huella profunda e imborrable que marcará sus vidas. No valen excusas. Tener hijos es una enorme responsabilidad. El que no quiera asumirla, que se dedique a cuidar guirnaldas.


Sebastián Urbina.

PD. Si los jóvenes no tienen 'ideales' en estas edades tempranas ¿qué harán cuando crean estar de vuelta?

Por cierto, nos recuerda Machado a ciertos cretinos que 'creen estar de vuelta y ni siquiera han llegado'.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo decirle que soy joven (27) y de izquierdas. Sus comentarios de actualidad política, es obvio, no los comparto. Sin embargo me reconforta ver que en el tema de la educación coincido plenamente con su crítica. Al menos en algunas cosas continuamos teniendo puntos de encuentro.

Sebastián Urbina dijo...

Me alegro mucho de leer su comentario. Tal vez a usted le parezca que no tiene importancia pero valoro mucho que una persona no necesite recurrir al insulto para dar su opinión. También me alegra que estemos de acuerdo en la cuestión educativa.

En cuanto a la 'actualidad política' no pretendo, por supuesto, convencerle. Ahora bien, aprovecho ( si no le molesta) para decirle que hay algunos libros que debería leer. Los años me permiten decir esto. Lo hago porque yo he pasado por dos 'iglesias' y me gustaría que mi experiencia pudiera ayudar, si es que tal cosa es posible.

Estas experiencias trascienden lo privado, por eso las escribo. Fuí católico hasta los 16/17 años y marxista hasta los 27, aproximadamente. Ya estoy curado. Ahora bien (lo crea o no) la inoculación del virus 'de izquierdas', que resume todo lo bueno (lo auténticamente solidario y emancipador) es difícil de curar. ¿Por qué? Porque al izquierdista los hechos (en contra) no le afectan. Y, normalmente, no es consciente de ello. Este es el peligro.

Dado que a mí me costó años (y eso que por motivos profesionales la lectura y la escritura han sido mi pan diario) entender la 'mentira de la izquierda', comprendo que a otros les cueste. ¿Qué significa 'la mentira de la izquierda'? Para entrar (si se entra, suele ser poco a poco ya que no es una 'conversión' sino una reflexión dura y difícil) en este camino de nueva comprensión de la realidad, hay que leer con la mente abierta, sin miedo a 'traicionar' nada. No hay nada que traicionar, excepto su propia conciencia y las exigencias mínimas de la racionalidad humana. Que también las hay, lo mismo que el famoso 'diálogo', que también las tiene.

Si estuviera interesado en ciertas lecturas que ayudan (si uno quiere, de verdad) a 'ver' con unos nuevos lentes conceptuales, dígamelo.
¡Feliz Año Nuevo!

Anónimo dijo...

En primer lugar, gracias por su amable contestación.

Estaría encantada de echar un vistazo a la bibliografía que me menciona. Siempre es positivo contrastar puntos de vista.

Lo que últimamente me hace reflexionar mucho es el conflicto cultural oriente-occidente. ¿Qué opina usted de ello? ¿Cree que, y perdone por sonar esto a apocalipsis, una de las dos culturas está condenada al exterminio?