jueves, 8 de marzo de 2007

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Leo (LibertadDigital/7/3/2007)


que Ricardo Royo-Villanova y Martín, director de comunicación del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid (gobernado por Izquierda Unida), se lamenta (en un artículo en su blog) de que no sea legal ''entrullar y torturar'' a los dirigentes del PP, aplicar ''sanciones administrativas'' a los militantes populares y ''abroncar'' a sus votantes, porque ''lo exigen el sentido común, la dignidad y el buen gusto''.
Se define como periodista, político y delincuente, llegando a subrayar que considera al Lute ''su maestro''. Finalmente afirma que ahora está ''integrado y rehabilitado'' y dice estar preparando ''la lucha final y el nuevo amanecer socialista''.



Título de la noticia: Estupidez y Sectarismo.





Un amigo, excelente jurista y pianista, ya fallecido, me contaba una anécdota de su época de estudiante universitario. Estaba en una residencia de estudiantes en Valencia. En ocasiones, su compañero de cuarto y otro estudiante, charlaban de diversas cosas después de cenar, preferentemente de política. Cuando mi amigo quería intervenir, uno de los dos hablantes le decía:
'Tú calla, que eres católico'

Recuerdo que nos reíamos con esta anécdota de sus años mozos. Pero más allá de las risas, esta anécdota muestra el carácter totalitario de los hablantes, marxistas, por supuesto. Seguramente, si les hubiéramos dicho que eran unos totalitarios nos hubiesen mirado extrañados. ¿Nosotros? El sectarismo y la estupidez de buena parte de la izquierda se debe, al menos de forma principal, a su firme y absurda creencia en la propia superioridad moral.

Y con esto vuelvo a las declaraciones del director de comunicación del Ayuntamiento de Izquierda Unida. Las declaraciones de este asno dan vergüenza, pero esto no es lo más relevante. ¿Por qué un tipo que, a pesar de todo sabe leer y escribir, dice públicamente estas salvajadas? ¿Por qué los estudiantes, compañeros de residencia de mi amigo, le excluían por ser católico?

En ambos casos la razón es la misma. Fíjense en las palabras finales de este asno, cuando dice: ''estar preparando la lucha final y el nuevo amanecer socialista''. O sea, cualquier estupidez utópica, que ha dejado millones de muertos en la cuneta, es (según ellos) síntoma inequívoco de superioridad moral. Es decir, son mejores.

¿Pero, por qué? Porque usted, persona normal, defiende la libertad, el pluralismo, la propiedad privada, y otras cosas que recogen las Constituciones democráticas. ¿Qué hay de malo? Está clarísimo. Usted se conforma con lo existente, con la bazofia capitalista actual, con la terrible injusticia que nos corroe. En cambio, ellos luchan por la victoria final, en la que todos seremos felices y comeremos perdices. Perdices progresistas, claro está.



Dicho de otro modo, ellos defienden la utopía social y la utopía social consiste en un diseño de sociedad perfecta, diseñado por los diseñadores auténticamente revolucionarios. Dado que ahora todo está podrido hay que 'construir' el hombre nuevo. Y si no se deja, peor para él. Le haremos libre a la fuerza. Pero libre de verdad, no como ahora que todo es mentira podrida. La historia nos muestra sus hazañas, y unos historiadores franceses en 'El libro negro del comunismo' contabilizan, aproximadamente, unos ochenta millones de muertos a sus espaldas. Este es el nuevo amanecer.


¿Se imaginan que un director de comunicación de un Ayuntamiento del PP hubiera dicho lo mismo que este asno? Estoy convencido de que se imaginan las protestas en las que cualquier violencia estaría ''justificada'', dada la gravedad de la provocación ''de derechas''. ¿Por qué se trata con diferentes varas de medir a los ''de izquierdas'' y a los ''de derechas''? Porque la gente de izquierdas es solidaria, generosa y buena, y es buena porque quiere un mundo mejor. De verdad de la buena. Y la gente de derechas es casposa y rancia y se conforma con lo que hay. ¡Qué asco!

Recordaré una frase de Woody Allen: 'Todos queremos saber de dónde venimos y adónde vamos, pero sobre todo, queremos saber lo que nos costará el billete'.
Se lo puedo asegurar. Es carísimo y lleno de sangre.

Le aconsejo, permítame esta confianza, que no lo olvide.

Sebastián Urbina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

azañas?