viernes, 23 de marzo de 2007

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Leo (LibertadDigital/23/3/2007)


'El periodista Hermann Tersch ha sido despedido del periódico El País por participar en programas de TeleMadrid, en concreto en ''Madrid Opina'' ... El Presidente del diario independiente de la mañana también aprovechó para acusar al PP de guerracivilista .. Añadía que ''es muy difícil ser neutral cuando a una de las partes le vale todo, absolutamente todo'' ... Acabamos de ver una manifestación que es el franquismo puro y duro ... Si esto señores recuperan el poder, van a venir con unas ganas de revancha que a mí, personalmente, me da mucho miedo'.



Título de la noticia: 'El diario independiente de la mañana'.


En la Noticia Comentada (243) recordaba unas declaraciones del periodista, ahora despedido, Herman Tersch:
'... el guerracivilismo ha vuelto a los comunistas españoles y ha vuelto a la izquierda, en general, española de una forma bastante peligrosa y triste ... Los que tanto desean perseguir a Pinochet hasta después de la tumba, pero después aplauden a Castro, realmente no me merecen ningún respeto'.


Cuando leí estas declaraciones me dije: 'Tengo que revisar la idea que tengo del periódico El País'. Pero no podía saber que la máquina prisoista estaba ya en marcha. Herman Tersch había dado en la llaga y esto no se perdona. La versión oficial de todo progre que se precie es, más o menos, la siguiente:

Primero.
El Partido Popular es, en realidad, un partido franquista y, por tanto, un peligro para la democracia.

Segundo.
El único partido democrático y de progreso es el partido socialista obrero español. Hay otros partidos minoritarios, como Izquierda Unida, ERC, PNV, BNG y tal vez Batasuna, si nos dice (aunque sea bajito) que no disfrutan mucho con la violencia, que le pueden ayudar en la tarea de mirar adelante, en paz y en progreso.

Tercero.
Cuando nosotros, los progresistas, ocupamos la calle, lo hacemos por razones democráticas y de concordia. Cuando los populares ocupan la calle, expresan su odio, su rencor y sus ánimos de revancha. Antidemocráticos, por supuesto.


El periodista Herman Tersch ha roto el guión. Esto no se puede perdonar. ¿Qué pasaría si más gente se diera cuenta de lo que pasa y de lo que ha pasado?. Ya sabe, el GAL y demás. ¿Qué pasaría si más gente se diera cuenta de que la historia de la guerra civil oficial que nos cuentan, es una historia de buenos (ellos) y malos (los otros), propia de adolescentes?

¿Qué pasaría si más gente se diera cuenta de la mentira que representa la frase 'franquismo puro y duro', aplicada a los votantes del Partido Popular? Que el negocio se iría por los suelos.

Los jefes del Prisoe dicen que 'tienen miedo'. Su caradura es indescriptible. Recuerdo las declaraciones del juez Baltasar Garzón, también en El País, recordando el ''futuro'', la guerra de Irak. Decía, entre otras cosas, que Aznar y sus seguidores le producian 'miedo, un miedo frío y denso como el chapapote'.

¡Pobrecitos! La mentira, repetida mil veces se convierte en una verdad, decía Goebbels, el ministro de Hitler. ¿Qué pasaría si menos gente tragase las mentiras repetidas de ''que viene el lobo''? Que perderían las elecciones. Si, como pudimos comprobar durante el 11-M (el más grande atentado terrorista sufrido en la Historia de España) se violó el día de reflexión por parte de la izquierda, en general, ¿qué finura y respeto democráticos podemos esperar ante el miedo a perder el pesebre?

¿Y qué decir de la acusación de H. Tersch de que mucha gente de la izquierda desprecia a Pinochet y adora a Castro? Dice que no le merecen respeto. A mí tampoco. Pero esto no se perdona. Hay gente importante del rojerío nacional e internacional que tiene tal caradura e idiotez política, que defiende tal memez. Por ejemplo, Rosa Regás, Directora de la Biblioteca Nacional; Gabriel García Márquez, el famoso escritor; el lingüista norteamericano N. Chomsky; el cineasta Almodóvar y tantos otros. O sea, hay dictadores 'buenos' y 'malos'.

El colmo del sectarismo. Lo que indica que se puede ser bueno o muy bueno en una especialidad determinada, y ser un idiota político. Sin descartar a los que, directamente, desprecian (normalmente en privado) la democracia y añoran (a veces en privado y a veces no) un régimen de 'auténtica libertad', o sea una sociedad comunista. Los que no crean que sea posible tanta idiotez, les aconsejo que lean 'Koba el temible' de Martin Amis y verán la 'ceguera voluntaria' de la mayoría de la intelectualidad europea ante las brutalidades comunistas. Como ven, la estupidez y el sectarismo vienen de lejos.

Que cada uno haga sus propias reflexiones. Es lo propio de una persona responsable y madura, y de una sociedad democrática que merezca tal nombre. O sea, no comulgar con ruedas de molino y no impresionarse por siglas, sino por hechos y por ideas.

Sebastián Urbina.

PD. Y todavía hay 'tontitos' del PP que se dan públicos golpes de pecho por ''lo'' de Irak. Haciendo el juego a sus leales amigos, Pepiño, Rubalcaba y demás.¡Qué cruz!

Últimas Noticias: El PP no concederá entrevistas a PRISA. ¡Menos mal! ¡Ya está bien de poner la vaselina!

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