miércoles, 30 de mayo de 2007

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Un país enfermo. Progresista, eso sí.


PSOE y Nafarroa Bai estudian cómo quedarse también con Pamplona ... Zapatero no explicará en el Congreso la presencia de ANV en las elecciones ... El crédito que merece el Tribunal Constitucional no es precisamente alto. Marcado tempranamente por el escándalo de la sentencia sobre Rumasa, desde entonces el Tribunal Constitucional ha dado más motivos para la desconfianza. ahora suma otro, con la decisión de no acumular en uno los siete recursos contra el Estatuto de Cataluña y la opción subsiguiente de que el magistrado recusado Pérez Tremps intervenga en la resolución de seis de ellos. Si el magistrado fue rechazado por estar 'contaminado' respecto al recurso del PP ¿deja de estar 'contaminado' el el resto de recursos?


Sólo se trata de algunos ejemplos. Podríamos seguir hablando del 'hombre de paz' (según el Presidente Rodriguez) De Juana Chaos (con 25 asesinatos), o el trato vergonzoso a Otegui. Ya todo el mundo reconoce abiertamente que el entramado ETA-Batasuna es más fuerte que hace cuatro años. Debemos estar agradecidos a este gobierno de progreso. Con una ciudadanía que prefiere vivir de rodillas, no hay nada imposible. ¡Que hagan lo que quieran mientras no pongan bombas! Las personas enferman y las sociedades también, aunque sea de forma diferente.

Una sociedad invadida por el relativismo y la mentira es difícil que mantenga la dignidad y los principios. El relativismo es signo de progresía. ¿Quiénes somos nosotros para decir a los demás lo que deben hacer? Diga esto en público, ahuecando la voz, y quedará como un señor. Pero como un señor gilipollas. Lo malo es que muchos nin lo saben ni lo quieren saber.


Porque una consecuencia de esta bazofia relativista es, por ejemplo, que millones de niñas indefensas, enferman o mueren por sajarles el clítoris. O se cortan las manos a los ladrones. O se ahorca o se encarcela a los homosexuales. Por cierto, aunque no todos, hay mucho homosexual imbécil de libro porque no se les oye protestar ante estos crímenes y abusos. Algo parecido sucede con las feministas, aunque habría que distinguir a las respetables (feministas) y las no respetables (feminazis). Callan como muertas ante estos atropellos y montan un cirio, por muchísimo menos, por aquí. ¡Antisistema que es una!




La mentira, sistemática, es otra de las joyas de la progresía. Veamos una joya más de las falsedades del rojerío pseudoespañol y nacionalistas periféricos: España no existe como nación. Sólo Cataluña, País Vasco y Galicia. Incluso el Honorable Pujol defendía en público esta patraña. Acaba de salir un libro de Sebastián Balfour, hispanista y profesor de la London School of Economics, junto con Alejandro Quiroga, que dice, entre otras cosas: 'Es una invención que haya habido distintas naciones dentro de España'.



Pero da igual. Usted repita la mentira. Para eso está el rojerío mediático. Saben lo que hacía Goebbels, el nazi. Repetir mentiras hasta que se convierten en 'verdades'.



En medio de tanta basura políticamente correcta, aparece un gramo de esperanza y dignidad. 'A Enrique Múgica no le ha amedrentado el linchamiento al que le han sometido en Cataluña y en el Congreso de los Diputados- con excepción de PP y CC- por el recurso contra el Estatuto de Cataluña. En su informe anual, Múgica insiste en que el término 'nación' no sólo encierra 'una inconstitucionalidad manifiesta' sino que 'invalida gran parte de la normativa estatutaria' al tiempo que, como modelo a seguir por otros estatutos, 'preludia la desvertebración del Estado' concebido por la Constitución. También señala que no puede imponerse el deber de conocimiento de una lengua distinta del castellano a los residentes.


Pero no hay peor sordo que el que no quiere oír. ¿Debería el PP hacer pactos de estas características para 'no quedarse solo'? Claramente, prefiero ir sólo que mal acompañado.


Sebastián Urbina.

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