martes, 23 de octubre de 2007

ROSA DÍEZ Y UPD


22/10/2007.



ROSA DÍEZ Y UPD.






El viernes pasado asistí, con mi mujer, a la presentación de UPD en esta Comunidad. El encargado de lanzar el mensaje fué Carlos Martínez Gorriarán. Encontré a varios amigos, entre ellos, Joan Font y Arturo Muñoz. Hoy leo el artículo de Joan, 'El partido de Rosa Díez aterriza en Mallorca'.



Hemos hablado repetidamente de la situación nacional y compartimos la mayoría de los diagnósticos. No es extraño, pues, que este artículo me parezca correcto de pies a cabeza. No voy a reproducirlo (el que quiera que lo lea en El Mundo) sino solamente destacar uno de sus aspectos. Se trata de una 'enfermedad' terriblemente dañina para el Partido Popular que repercute, negativamente, en la democracia española. Y en estos difíciles momentos, tal vez debamos hablar de repercusión negativa y grave.


'A los que repiten hasta la saciedad que UPD es ''innecesario'' por que ''defiende lo mismo'' que el PP, habrá que recordarle que nada tiene que ver el ala más cobardona del PP capitaneada hasta ahora por los Gallardón, Matas, Piqué, Núñez-Feijoo, Sanz ó Arenas con el PP auténtico que podría representar Vidal-Quadras, Aguirre o Aznar'.


Estoy de acuerdo. Lo hemos hablado muchas veces. El problema, creo yo, es que el PP es un partido (y esto suele suceder en todos los partidos grandes) que tiene, perdón por la cursilada, 'diferentes sensibilidades'. Es decir, hay votantes y/o simpatizantes del PP que consideran que Rajoy está haciendo una política demasiado fuerte de confrontación con el Gobierno. En cambio, otros votantes y/o simpatizantes consideran que su planteamientos y actitudes políticas son demasiado blandas.


Hay dos 'almas' en este partido. Hay políticos peperos que, si bien no se avergüenzan de la bandera española, procuran que no se vea demasiado. Hay otros que no tienen ningún complejo. Les parece, con razón, que es lo más natural mostrar la bandera de su país. Algunos enfatizan las baronías, especialmente cuando están en el 'corral'. Otros enfatizan el bien general de todos los españoles, sin descuidar los intereses de la 'patria chica'. Unos quieren 'llevarse bien' con los nacionalistas, a pesar de los pesares. Otros han entendido que no hay que fiarse de esta cuadrilla. Que una cosa es ser hermanos, y otra es ser primos.


Y hablando de nuestra Comunidad Balear, unos siguen defendiendo que no se puede descartar a UM (porque no es bueno estar solo) y otros, están hasta el gorro de las deslealtades, por ser fino, de esta formación, digamos, política.


En resumen, es probable que esta política de 'paños calientes' haga perder votos al PP. Los de aquellos que no comparten esta actitud acomplejada ante los nacionalistas y ante la 'superior' cultura de izquierdas. Pero también es probable que un PP gobernado por Vidal-Quadras (al que yo votaría) perdiese los votos de los votantes más temerosos de una política firme y de principios. O sea, los que comparten la política de los Piqué, Matas y similares.


Por cierto, recuerdo haber escuchado a una persona con estudios universitarios (y votante del PSOE) que Vidal-Quadras era de 'extrema derecha'. Ante idioteces así, algunos peperos reculan y dan explicaciones. Otros, no queremos perder el tiempo con estas cretineces sectarias. Y recordamos lo que dijo Alain Finkielkraut: 'La izquierda ya no tiene ideas. Sólo enemigos'.


Seguramente es bueno que haya entrado en el ruedo ibérico un partido nacional, que ofrece y exige regeneración democrática y que rechaza las viejas y maniqueas historias de buenos (la izquierda) y malos (la derecha). Rosa Díez tiene mis simpatías políticas.




Sebastián Urbina

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