lunes, 5 de noviembre de 2007

UNA DE FÚTBOL-POLÍTICA


5/10/2007.



UNA DE FÚTBOL POLÍTICA.

Con motivo del partido de fútbol Sevilla-Madrid del sábado pasado, Schuster, entrenador del Madrid, sugirió que el árbitro había sido tan malo y había perjudicado a su equipo, porque era catalán.



Las declaraciones de Schuster son una estupidez. Yo ví el partido y el árbitro me pareció malo porque dejó dar muchas patadas. En estos casos la presión ambiental suele favorecer al equipo de casa. Pero es obvio que hay catalanes para todos los gustos. Hay árbitros buenos y malos, catalanes o no. Árbitros catalanes que desprecian al Madrid y otros no. Además, hay catalanes como Carod-Rovira y como Albert Boadella. Esto debería bastar para no hacer de la sociedad catalana (o 'los catalanes') algo uniforme. Afortunadamente no es cierto.

Dicho esto, el clima de crispación que vivimos permite magnificar y dramatizar una estúpidas declaraciones, hasta el punto de que los árbitros de Cataluña acusan a Schuster de 'incitar al odio' y apelan al Comité Antiviolencia.

Ya puestos, recuerdo que Carod-Rovira anunció públicamente su oposición a que las Olimpiadas se celebrasen en Madrid. Expresó su deseo de que la pretensión de Madrid quedase defraudada. ¿No es esto incitar al odio? ¿Se tomaron medidas? Rubalcaba no exigió: 'que Carod repita conmigo, 'sí a las Olimpiadas de Madrid'.

Si es verdad esa cosa del 'seny catalán', que se note alguna vez. De lo otro, del victimismo, ya han demostrado sus grandes dotes.


Sebastián Urbina.

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