jueves, 6 de diciembre de 2007

CATALUÑA PROVINCIANA




6/12/2007.



CATALUÑA PROVINCIANA.


Leo un espléndido artículo de Pedro G. Cuartango, 'Los catalanes que dejamos de serlo', y quiero destacar algunas de sus frases:



'Me fui definitivamente en Marzo de 1986 cuando el nacionalismo había destruido la ciudad con la que sigo soñando ... Llegué a Cataluña como ciudadano y me fui como inmigrante. Ya no tenía nada que ver con aquella sociedad provinciana, beata y narcisista que quería el nacionalismo catalán'.

Siento estar de acuerdo. También Jiménez Losantos (especialmente odiado por los progres) canta la magia de la Barcelona de entonces y su nostalgia en el libro La ciudad que fue.


Pero ahora quiero dedicar un momento a otra cosa. Quiero referirme a una peligrosa enfermedad que padecen muchos catalanes. Cuando una persona o una sociedad no reconocen su enfermedad, no pueden curarla. Muchos catalanes (no todos, afortunadamente) rechazan de plano los comentarios de Cuartango, u otros parecidos. He escuchado, hasta la saciedad, respuestas lamentables al respecto. Por ejemplo, 'no tiene ni idea', 'no es de aquí y no lo puede entender', 'es un españolista', 'son centralistas', etcétera. Y no se trata de personas analfabetas, ni siquiera analfabetas funcionales.



¿Cómo es esto posible? En mi opinión, esta enfermedad es el resultado de unos treinta años de propaganda nacional-catalanista. Es muy difícil (y gravoso) oponerse a esta propaganda, a la influencia diaria de la prensa subvencionada, a la televisión sectaria, a las enseñanzas, que desde la escuela, muestran una Cataluña oprimida por la bota española. Es fácil, en estas circunstancias, convertirse en idiota políticamente correcto. Tengamos en cuenta, además, que se produce una exclusión social, más o menos disimulada. Recordemos el conocido caso de Albert Boadella. ¡Ay de tí, si eres calificado de anticatalán!¡Estás perdido! ¡Pobre Cataluña! Estos cretinos nunca sabrán el cariño que le tenemos. Claro, si lo supieran dejarían de serlo.


Un ejemplo más de la miseria moral de los catalanistas. Heribert Barrera, ex presidente del Parlamento catalán e histórico dirigente de ERC ha dicho sentirse 'moralmente en estado de guerra' con España. ¡A qué grado de locura han llegado!


Y debe esperar, supongo, que los españoles ( parásitos y gente de mal vivir) sigan comprando productos catalanes y sigan depositando su dinero en La Caixa. Sólo una sociedad enferma como la española (pero no con las características que dicen los catalanistas) puede tolerar estos y otros insultos sin pestañear. No es firmeza moral, ni convicciones y principios, sino acomplejamiento, ignorancia y mediocridad, moral y cultural. Pero que no se hagan ilusiones los catalanistas. Ellos son peores.

Un rayo de esperanza. La fundación Danaes ha encargado un estudio a Sigma Dos, con el siguiente resultado.

Un 61'5% sería partidario de introducir cambios en la Constitución para evitar que la gobernabilidad de España quede en manos de los nacionalistas.

Un 73'6% cree que ha llegado la hora de que el Estado recupere algunas de las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas.

Parece que un amplio sector de la ciudadanía de ha dado cuenta de la deslealtad, victimismo y chantaje de los nacionalistas. Esperemos que se note en las elecciones de Marzo y esperemos, también, que se den cuenta de que el gobierno Zapatero ha asumido una política territorial irresponsable y suicida. No es el primero, por supuesto. Pero a estas alturas, un gobierno responsable no puede seguir haciendo más concesiones a los separatistas a cambio de su apoyo parlamentario No es aceptable que sigan esquilmando al Estado, vaciándole de competencias y deteriorando, cada día más, la cohesión nacional, caminando en la senda de una versión de la 1ª República

La penúltima.
El Trivial catalanista denomina 'Cataluña del Norte' al sur de Francia. En este Trivial nacionalista se habla de los míticos 'Países Catalanes' que incluyen (en su delirio expansionista) a zonas de Aragón, Francia, Baleares y la Comunidad Valenciana.

¡Patético!

Otra más.
La propuesta de Rajoy de blindar el castellano y obligar a estudiarlo en todas las Comunidades Autónomas, ha provocado que el Consejero de Cultura (?), Ernest Maragall, le acusara de ''excitar el miedo''.



¿Estupidez? ¿Fanatismo? ¿Estupidez y fanatismo? Entiendo a Albert Boadella.


La última. Lo juro.


Algunas 'argumentaciones' de la prensa catalana 'independiente' contra Albert Boadella. Subvencionada, of course.



'hijo de puta', 'blasfemo', 'luzbel de pacotilla', 'amalgama ridícula de falangista provinciano y de militar melillense', 'bufón pagado por los franquistas', 'estúpido que cae de cuatro patas ante la estrategia criminal del Partido Popular', 'indigno', 'miserable', 'puerco'.



Sebastián Urbina.

2 comentarios:

Joan dijo...

"Ser español ya no es una excusa. Es una responsabilidad."
Què li pareix el lema de l'empresa que patrocina la selecció espanyola de futbol?

Anónimo dijo...

Despues de 36 años viviendo en Barcelona me he ido de Cataluña - a Baleares.
Desgraciadamente me encuentro ahora aqui con mas de lo mismo - asi empezo en Barcelona 26 años antes con la primera elecicon de Pujol.
Y si no lo remedian terminarán aqui tan provincianos como los catalanes de ahora.