viernes, 4 de abril de 2008

AGUA Y NACIONALISMO.



4/4/2008.



AGUA Y NACIONALISMO.


Un trasvase que ni siquiera supondría quitarle una gota de más al Ebro. Bastaría con interconectar la red de aguas de Tarragona con la de Barcelona, algo que ya contemplaba el PHN. La Generalitat prefiere los barcos, y los trenes. Es decir, traer agua desde Tarragona, Almería o Marsella. Diez barcos serán los encargados de esta pintoresca operación. Diez barcos que supondrán para las arcas públicas un montante de 22 millones de euros mensuales, durante seis meses. Más otros 35 millones para acondicionar los puertos de Barcelona y Tarragona, a los que faltaría sumar el resto de operaciones hidráulicas que la Generalitat lleva a cabo paralelamente. En total, 167 millones de euros. El coste de la interconexión de redes recogida en el PHN habría sido de 180 millones de euros. Una infraestructura de carácter permanente y que no habría permitido la pertinaz sequía actual.
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CATALUÑA también es España», clama el president de la Generalitat, reclamando el trasvase del Segre, léase Ebro. ¿Pero, señor Montilla, ha necesitado usted que Barcelona esté a punto de pasar sed para decir algo que veníamos diciendo millones de españoles, tachándosenos de anticatalanes? A mayor abundamiento, ¿por qué está usted, entonces, gobernando con quienes creen que Cataluña no es España?
Más que anunciada, la crisis del agua era obligada, dado el disparo del consumo, el agotamiento de las fuentes, la incapacidad de los políticos y la ceguera del público ante un asunto de vida o muerte, pues sin electricidad y sin televisión se puede vivir -la humanidad lo ha hecho durante miles de años-. pero sin agua, no. Sin embargo, durante las últimas décadas, los españoles hemos vivido y nos han gobernado como si el agua fuera inextinguible. Hoy, Cataluña se da cuenta de que tener resuelto el abastecimiento de agua es más importante que tener un nuevo estatuto. Sin embargo, ha venido invirtiendo sus mayores esfuerzos en éste. ¿Va a aprender la lección? ¿Vamos a aprenderla los españoles? Pues, triste es decirlo, seguimos prefiriendo lo secundario a lo principal, la ideología a la lógica, los demagogos a quienes dicen la verdad. Y así no vamos a ningún sitio. Mejor dicho, vamos a situaciones tan rocambolescas como la que se está dando en Cataluña, donde quienes hace sólo un año se coaligaban para que no se trasvasase agua del Ebro, piden ahora un trasvase a gritos. Claro que, esta vez, el trasvase es para ellos. Lo que bastaría para demostrar que los catalanes son tan españoles como el resto, ya que tales contradicciones son típicas de nuestro carácter.
Pero a los hechos, que son los que realmente cuentan. El problema del agua es de tal calibre que sólo un pacto sobre ella puede llevarnos, si no a su solución, a evitar una crisis que dejará enana la económica, aunque tiene que ver con ella, pues el agua es la fuente del bienestar y del progreso. El pacto requiere aceptar unas premisas básicas:
1.-Existe una España húmeda y una España seca, siendo la primera muy inferior a la segunda.
2.-El agua es un bien escaso y común de los españoles. La pretensión de las autonomías de apropiarse de los ríos es tan absurda como antisocial, por la sencilla razón de que la mayoría transcurren por varias de ellas. Nadie es dueño de los ríos, que nos pertenecen a todos.
3.-Lo lógico, lo normal, lo democrático es que el agua que sobra en la España húmeda se lleve a la seca. Para ello, tendrá que realizarse un plan tan amplio como el de autovías o trenes de alta velocidad.
4.-Ese plan sólo puede realizarlo el gobierno de la nación, no los autonómicos, pendientes sólo de sus intereses. Intereses que deben tenerse en cuenta en el plan general.
5.-Para ello, habrá que partir del hecho de que el agua, como bien escaso, es cara. No todo son desventajas, pues el alto precio fomentará su ahorro y aportará el dinero para su almacenamiento y distribución.
6.-El almacenamiento tendrá que hacerse en los valles del norte, donde llueve. La distribución, a través de un sistema de grandes tuberías, como las que ya cruzan la península llevando gas. Todos saldrán beneficiados, ya que el agua vendrá a ser el petróleo del norte, como el turismo lo es de Levante.
En resumen, ahorrar agua, almacenarla y repartirla. Justo lo contrario de lo que venimos haciendo. Una combinación de demagogia barata, progresismo rancio y nacionalismo de perra gorda ha hecho que no se construya un pantano desde tiempo inmemorial, se proponga la solución más antiecológica, las desaladoras, y se reclame la propiedad de los ríos. Lo único bueno del embrollo es el grito de Montilla «Cataluña es también España». Y España, añadimos, Cataluña. O nos salvamos todos, o nos morimos todos de sed. Pues ahora nos damos cuenta de que más importante que llegue el AVE, es que llegue el agua. (J.M. Carrascal).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el señor Maragall se hubiera tragado sus palabras, aquellas que rezaban "ni una gota de agua para el Levante español", hoy todos veríamos como lógico y solidario cualquier tipo de trasvase hacia una zona donde hace falta agua, incluso si ésta es Barcelona. Pero la insolidaridad y el egoísmo que se ha instituido en buena parte de nuestra geografía española es una lacra que, al final, nos sale cara a todos.
El Plan Hidrológico debería ser exclusivamente competencia del gobierno central, que es el único que se va a preocupar del bien general, si no es un vendido como el PSOE, naturalmente ¿Cuándo aprenderán que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios? Sus silencios nunca son los prudentes,sólo callan cuando más debieran hablar, como en el Pleno de Mondragón, que ni han aparecido ¡qué gente! ¡qué asquito dan!
Perdón por la mezcla de temas, pero ¿cómo vamos a esperar que este gobierno haga nada por el interés general de España si sólo se mueve por intereses particulares y partidistas?

saludos

Sebastián Urbina dijo...

Ese es uno de los problemas clave. La ausencia de dimensión nacional española. Si la gente no reacciona dudo que lo haga el PSOE. En cuanto al PP, lo veremos en el próximo Congreso.

Anónimo dijo...

Nika, lo siento, pero creo que no está informada al respecto. Supongo que ud. se refiere al plan hidrologico nacional que quería impulsar el PP cuando gobernaba. Bien, resulta que el trasvase que se quería hacer entonces no era por necesidades reales de la población, sino para futuros campos de golf y urbanizaciones que estaban programadas en el Levante, concretamente en zonas de Murcia y la Comunidad Valenciana.
Creo que la situación actual de emergencia en Cataluña no es comparable.

Saludos

Jimi