domingo, 22 de junio de 2008

DESPRECIO A LOS MUERTOS.


22/6/2008.




DESPRECIO A LOS MUERTOS.

Ningún ministro en el funeral de Estado por los militares muertos
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Al teniente y sargento fallecidos en Bosnia se les impuso la Cruz al Mérito Militar

J. Gómez
MADRID- El teniente Santiago Hormigo Ledesma y el sargento Joaquín López Moreno recibieron ayer su último adiós oficial en un solemne funeral de Estado celebrado en el Cuartel General de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), con sede en Colmenar Viejo (Madrid), unidad a la que pertenecían los dos militares muertos en Bosnia en un accidente de helicóptero. Aunque las honras fúnebres eran en honor de los dos fallecidos, en el acto sólo estuvo presente el féretro del sargento López Moreno, ya que la familia del teniente Hormigo Ledesma prefirió oficiar un funeral en la intimidad. Ambos recibieron la Medalla al Mérito Militar con distintivo amarillo, condecoración que se otorga a los militares que mueren en acto de servicio.
El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, y el jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra, teniente general Virgilio Sañudo Alonso de Celis, fueron las máximas autoridades que presidieron las exequias, junto con la viuda y los padres del sargento López Moreno, y casi un centenar de amigos y compañeros de ambos militares pertenecientes al Batallón de Helicópteros Ligeros de Ataque de Almagro. También acudieron, informa Ep, otras personalidades como el alcalde de Colmenar Viejo, el «popular» José María de Federico, y los portavoces de PP y PSOE en la Comisión de Defensa del Congreso, Jesús Cuadrado y Beatriz Rodríguez-Salmones, respectivamente. Un grupo de unos 120 Boinas Azules de distintas unidades de la FAMET precedió la llegada del féretro. El capellán de la base de Colmenar Viejo ofició una misa en recuerdo de ambos mandos, en la que se vivieron momentos de gran emotividad para los familiares, como la entrega de las condecoraciones y una corona de flores de manos de sus compañeros o el canto del himno de las FAMET.


Este Gobierno pacifista se siente tan avergonzado de sus militares que ni les honra. La Ministra de la Guerra, con perdón, no puede dejar de amamantar a su retoño y cumplir con sus obligaciones. Pero la culpa no es sólo suya. Es el resultado de una sociedad que ve bien estas cosas. Eso sí, hay que seguir echando veneno sobre el Yak y la guerra de Irak a la que no se envió ningún soldado español a pegar tiros. Que es lo que tenía que haber hecho España, cumpliendo con sus obligaciones, como hicieron tantos otros países. Me parece justo que nos desprecien. Me refiero a los gobiernos occidentales, en general.

Sebastián Urbina.

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