martes, 19 de agosto de 2008

ALTA POLITICA, BAJA MORAL.


Martes, 19 de agosto de 2008.




El gran político, el Muy Honorable Jordi Pujol exigió a Aznar que perjudicara a los valencianos. Y el otro gran político, aceptó. ¿Es delito llamarles sinvergüenzas? Si lo es, no lo voy a decir. Sólo faltaría que me fastidiaran los jueces por estos dos excelentísimos políticos. Diré que, como ciudadano de a pié, no entiendo estas cuestiones de alta política. Pero no me huele bien. ¿Puedo decirlo sin que me enchironen? Cuidadito. Que la libertad de expresión tiene sus límites. Aunque no parece que los tengan los políticos y, tal vez por ello, hacen lo que hacen. ¿Es peor lo que ellos han hecho (si lo han hecho), o que yo diga que son unos nosequé? El que tengamos que plantearnos estas cosas muestra cómo está la democracia española.

Recuerdo,(programa 'el gato al agua') hace más de un año, que Cristina Alberdi, la digna ex-socialista, dijo que una característica de los socialistas (y ella conoce el paño) es su permanente ocupación de las instituciones. ¿Pervierte esto la democracia? Sólo pregunto. Y ya puestos. ¿Será verdad que en Baleares los únicos casos de corrupción pertenecen al Partido Popular? De momento, preguntar se puede.
Sebastián Urbina.





Jordi Pujol exigió a Aznar que la Alta Velocidad no llegara hasta Valencia
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Es una historia de hace algún tiempo, pero que tiene actualidad porque el proyecto de construcción está ya en marcha y se culminará dentro de dos años, en 2010, si se cumplen las promesas de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.

Estamos hablando de la llegada de la Alta Velocidad hasta Valencia. Y lo que se cuenta es que este proyecto se enfrentó en su día con la oposición cerrada, aunque oculta, del entonces presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol.

Cuando José María Aznar ganó por vez primera las elecciones, en 1996, y necesitó el apoyo de Convergencia para lograr mayoría suficiente en el Congreso y ser investido presidente del Gobierno, Jordi Pujol le puso –entre otras- la condición de que no llevara el AVE a Valencia.

Al parecer, estos detalles han sido narrados por el actual presidente valenciano, Francisco Camps, quien explicó que a él se lo había contado el propio Aznar. Y, por los hechos posteriores, está claro que el entonces presidente del Gobierno cumplió lo pactado.(ElConfidencialDigital).




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