domingo, 16 de noviembre de 2008

De 'mártires e inmolaciones'.


De 'mártires' e 'inmolaciones'

Los “mass-media” del mundo occidental están haciendo el juego, en muchos aspectos, a los postulados y enunciados islamistas. Así, a los terroristas musulmanes se les llama “mártires”, y a sus asesinatos se les denomina “inmolaciones”.

Por otra parte, estos asesinatos se les relaciona, o asocia, con conceptos religiosos, tales como la muerte por la creencia y la fe en Dios. Este planteamiento refleja una cosa clarísima: el mundo occidental es cada vez menos cristiano. Y decimos esto porque, en dichos “mass-media”, da la sensación de que se ignora, o se omite a sabiendas, que los mártires cristianos mueren por no renegar de su fe, sin asesinar a nadie.

Sin embargo, al criminal y asesino islamista se le llama también “mártir”, aunque muera por su propia voluntad asesinando a otras personas, haciéndolo por causa de su fe.

Lo que sucede es que estos “mass-media” apuntan todos en una misma dirección, de una forma muy subliminal: las religiones monoteistas son algo insoportable que hay que eliminar.

Hay algunos que piensan que estos “mártires” islamistas han tenido unos antecesores en los kamikazes japoneses de la II Guerra Mundial. Mentira. Los pilotos suicidas japoneses pertenecían al ejército y sus ataques tenían como objetivo instalaciones militares, navíos de guerra, aviones, etc. Esto no se da en los “mártires” de Alá, que matan personas inocentes cuando se suicidan: la guerra santa lo requiere.

Esta guerra santa (guerra contra los infieles), está contemplada en El Corán, prometiendo el paraíso a los “mártires” (“hermosas huríes y ríos de vino y leche”). Bien es verdad, que el citado Corán nada habla de los asesinatos de inocentes. Pero, claro, aquí entra la “revolución”: los que apoyan a una persona, institución, nación, etc, enemigas, es decir, “infiles”, automáticamente se convierten en adversarios que hay que eliminar. Ya está justificado el asesinato.

Este terror islamista se lleva empleando desde hace mucho, principalmente contra Israel y, en los últimos tiempos, contra Occidente cristiano. Y es aquí cuando los “ingenieros de almas” y los de la “libris intelectualista”, que presumen de tener una visión privilegiada del y sobre el mundo, intentan dar una respuesta y hacer unos “análisis” sobre las causas del terrorismo islámico. Estas respuestas y análisis, están llenas de tópicos, además de planteamientos erróneos, provinentes todos ellos del campo marxista. Así, como única explicación, y después de hacer un “análisis deductivo”, se dice que el tal terrorismo podría estar justificado por el rechazo al “imperialismo”. Y la gente se queda tan tranquila. ¿Por qué estos “ingenieros de almas”, tan demócratas ellos, que hacen análisis marxistas de lo habido y por haber, no rechazan a las sociedades islamistas, en donde no hay democracia, en donde se margina a la mujer y en las que no se puede ni hablar de laicismo, por mor de un fanatismo religioso totalitario y dominador?.

Los análisis antes mencionados, evidentemente, no atacan la auténtica raíz del problema, que no es otra que casi todos los islamistas darían, si llegase el momento, su vida por lo que creen, aunque sea asesinando a inocentes. Aquí está el quid del asunto: los terroristas occidentales, asesinan también a personas inocentes, pero ellos no se “inmolan”. Sienten un “profundo respeto” por su vida.

La única solución del problema del terror islamista, creemos que debía ser de origen moral. Pero aquí, sí que estamos a la deriva: las sociedades occidentales han perdido sus propias raíces basadas en el cristianismo. No digamos de España: el pensamiento correcto impuesto es precisamente abominar de esas raíces. Lo estamos viendo a todas horas en los “mass-media”: hedonismo, materialismo y relativismo, como únicas convicciones. Ya no se ve con buenos ojos el sacrificarse por un ideal.

En fin, el panorama no es nada halagüeño, porque si Occidente tiene la razón y las armas, los islamistas tienen la convicción, que es más peligrosa.(Luis David Bernaldo de Quirós)


No hay comentarios: