martes, 16 de diciembre de 2008

BUENOS Y MALOS.



(PD).- "Aquí no hay nadie malo por el simple hecho de estar en la derecha. A mí me han dicho tantas tonterías a lo largo de mi vida profesional que cuando sacamos estas cosas yo me enfado". Ernesto Sáenz de Buruaga, ahora en Telemadrid, ha estado con Cristina en la COPE hablando de su último libro. "¿La izquierda es más intolerante que la derecha?", le ha preguntado. En la respuesta... Gabilondo.

El periodista de Telemadrid ha acudido a la COPE a presentar su último libro: En Persona, de la editorial Temas de Hoy. Ella, tertuliana de su programa Madrid Opina, ha cerrado la entrevista así:

- ¿La izquierda es más intolerante que la derecha?

- Voy a ponerte un ejemplo para que todo el mundo piense un poco. ¿Tú que pensarías si yo te dijera ahora que por higiene democrática hay que echar al presidente del Gobierno?

- No se le puede echar, está refrendado por las urnas. Por lo tanto...

- Pero es una opinión.

- Sí.

- Pues esta opinión, si la digo yo, ¿qué pensaría la gente próxima a la izquierda y qué pensaría la gente próxima a la derecha? La de la izquierda diría, ¿qué está diciendo este tío? Bueno, pues esta frase no la he dicho yo. Esta frase la dijo Iñaki Gabilondo de José María Aznar.

Y ha seguido Buruaga:

Yo sólo pido que cuando uno de un lado diga una cosa tenga el mismo respeto que lo del otro lado, la diga quien la diga. Es decir, aquí no hay buenos y malos, derechas e izquierdas. Aquí hay profesionales, hay gente buena, hay gente malo... Pero no me vale ese truco, esa mentira, de que unos son los buenos y otros son los malos.

Ha concluido con un alegato:

Aquí no hay nadie malo por el simple hecho de estar en la derecha. A mí me han dicho tantas tonterías a lo largo de mi vida profesional que cuando sacamos estas cosas yo me enfado.

Y ahora, ¿le responderá Gabilondo?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que pasa siempre, que los de izquierdas pueden insultar, agredir, machacar al contrario, manipular, mentir descaradamente, y cuando se meten con ella salen con el cuento de la irresponsabilidad, la crispación y demás chorradas.

El problema es que la derecha no tiene narices de plantarle cara a la izquierda, se deja amedrentar y luego la izquierda se crece.