SÓLO SABEN GOBERNAR A LA CONTRA

• ''Sólo saben gobernar ''a la contra''.
  
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• Va pasando el tiempo y el balance de gobierno del Pacto de Progreso, en todas las instituciones en que dirige, es, sencillamente, cero. De hecho se limitan a dos cosas: a culminar los proyectos diseñados y comenzados por el PP y, significativamente, a gobernar “ a la contra”. Parece como si la única misión del Pacto fuera “auditar” a sus adversarios políticos, con la inestimable colaboración de la Fiscalía.

• Obviamente, esta función fiscalizadora ni justifica ni exonera la primera y principal obligación de cualquier ejecutivo: gobernar, cumpliendo el programa electoral que ofertó a los votantes. Hasta el presente, lo único que han hecho todas las instituciones presididas por el PSOE y compañeros de viaje ha sido proclamar urbi et orbi lo malos y los corruptos que son sus antecesores, cuyo legado en realizaciones ha sido impresionante, haya habido o no haya habido corrupciones que esto, por el momento, está por demostrar. La zafiedad de la estrategia del Pacto es tan evidente como inútil en su objetivo y pretensión: descalificar, por la vía de la denuncia de corrupción, las realizaciones que ellos ni han hecho ni harán nunca por también evidente incapacidad, con corrupción o sin corrupción. Conviene recordar alguna elementalidad: una cosa es construir el metro, por ejemplo, y la otra reparar las goteras y subsanar las deficiencias. De hecho, Antich y demás sólo saben hacer de fontaneros y de maestros de obras. Nada más.

• Y es que puede ocurrir que, conociendo los antecedentes del partido más corrupto que ha habido en lo que llevamos de democracia, no hagan nada y, encima, sean corruptos, lo cual sería el colmo de los colmos. El feo asunto del Consell de Ibiza es el primer aldabonazo serio en este sentido. Puede haber más. El sacudirse el polvo de la responsabilidad por parte de Antich en lo de Ibiza, además de poco creíble y políticamente cobarde, no augura nada bueno.

• Personalmente, no entiendo la estrategia- o la falta de estrategia, para ser más exactos- del PP balear. De los grandes procesos anunciados a bombo y platillo por la izquierda a través de las filtraciones de una fiscalía devenida brazo armado del PSOE, todo ha quedado en agua de borrajas, desde el fenomenal escándalo con que se presentó el “caso Hidalgo” hasta el fiasco del “caso caballistas”. El resto de los casos no han pasado del titular mediático y de la escenificación periodística de juicios paralelos propiciados por la Fiscalía y tolerados por los jueces de Instrucción, con un secreto del sumario y una presunción de inocencia que, aquí y ahora, constituyen un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y de los imputados.

Por esto sorprenden las débiles reacciones del PP que se limitan a denunciar tramas en su contra- que son ciertas- pero que no basta. A estas alturas de la ferocidad con que se han lanzado a la yugular de los populares y a la vista de los magros resultados obtenidos por los feroces, ya deberían haber anunciado, con virulencia dialéctica además, el ejercicio del ius retorquendi contra los que han denunciado falsamente, sean quiénes sean, incluidos los fiscales si así procediera. Lo que no puede hacerse es proclamar un comportamiento intolerable de los fiscales y no acudir de inmediato al Juzgado de Guardia. Tienen la percha para aviso de navegantes: el “caso caballistas”. Si no lo hacen es porque son pusilánimes o porque tienen algo guardado en el armario. Mal asunto, en cualquiera de los dos casos. (A. Alemany/LB)