lunes, 23 de marzo de 2009

HISTORIA E HISTORIAS.







Noticia publicada el 10-11-2008

(Libertad Digital) Stanley Payne y Pío Moa son dos de los historiadores que más y mejor han divulgado el conocimiento sobre la Guerra Civil. Sus rigurosas investigaciones sobre las verdaderas causas de la contienda le han valido todo tipo de insultos e, incluso, amenazas por parte de la izquierda.
Este lunes por la noche comentaron en el informativo de Dieter Brandau en LDTV han comentado el esperpento de Garzón que ha puesto de actualidad el conflicto, dentro del empeño de la izquierda por falsificar la historia. Por ello, Stanley Payne destaca que "hay que distinguir, entre el interés serio, arqueológico, en excavar fosas", de "la agitación política y el intento de rescribir la historia", en la que enmarca la disparatada iniciativa de Garzón.
En este sentido, Pío Moa señaló que "responde a una política muy medida, que es la de culpabilizar a la derecha a base de inventar cosas, desde el punto de vista historiográfico es una autentica estafa". Además, consideró que "es una deslegitimación completa del franquismo, se deslegitima lo que viene de él –la actual Monarquía parlamentaria– es una espada de Damocles sobre la democracia y la monarquía".

Para Stanley Pyne además de estas razones de política interna española, la actuación de Garzón y el Gobierno "obedece las directrices de la nueva política, la corrección política o el buenismo como se dice en España, es una nueva religión política, tiene que tratar de la culpa, y busca chivos expiatorios".

Moa lamentó la actitud de la derecha española también en este asunto que "sí es derecha, lo que no es oposición, carece de vigor de convicción política e intelectual, no hace más que retroceder". Por otro lado, Moa subraya que "las cifras que dan" sobre las supuestas víctimas son absolutamente falsas, "llevan seis años y lo que han sacado son unos pocos centenares de restos". Pero, en su opinión, "la clave de la falsificación es presentarlos como defensores de la democracia y la libertad a gentes que defendían el Frente Popular, cuyas ideas eran absolutamente antidemocráticas".

Al hilo de esto, Payne insiste en que "es un intento de la izquierda de falsificar la historia" y que entre las víctimas había "asesinos asquerosos y gente inocente, había de todo".

Moa recuerda que "el hecho real es que el Frente Popular era revolucionario y antidemocrático", y cuando la izquierda "no distingue entre asesinos e inocentes, los equipara, y son los chequistas y asesinos los que son exaltados".

Para Payne es "totalmente sectario, aplicar etiquetas que no son aplicables a estos sujetos históricos", en referencia a la obsesión de la izquierda por presentar s los frentepopulistas como luchadores por la libertad y la democracia.

En cuanto al papel del PSOE en este asunto de la "memoria histórica", Moa explicó que "hay una parte de los socialistas que desconocen por completo la historia del PSOE y les han lavado el cerebro" para ocultar que "fue el partido que organizó la Guerra Civil, no era un partido democrático, era totalitario, quería aplicar en España el modelo de la Unión Soviética".

Payne apunta que en el PSOE "habrá quien la conoce –la historia–, pero prefieren silenciarla". "Tenemos estatuas a Largo Caballero y Prieto que fueron impulsores de la Guerra Civil, mucho más que Francisco Franco", añadió Payne.

Pío Moa opinó que "el prevaricador es Garzón, ha hecho una serie de cosas tan faltas de todo sentido jurídico que es algo sorprendente en un democracia, Garzón representa lo contrario de lo que debe ser la Justicia en democracia"

y Payne apuntilla: "es el antijuez". Abundando en el intento de falsear la historia por parte de la izquierda, Moa apuntó que "el maquis no fue otra cosa que el intento de volver a la Guerra Civil, y ahora están defendiendo el maquis, es decir la Guerra Civil, esta gente está destrozando toda la obra de reconciliación de la Transición".

Sobre los intento de Santiago Carrillo para autoexculparse de la matanza de Paracuellos, Payne comentó que "aunque Garzón solo quiere investigar los crímenes de un lado, naturalmente no le conviene a Carrillo que se investigue de un modo serio la Guerra Civil, el está más bien a favor de la Ley de amnistía de 1976".

A este respecto, Moa añade que Carrillo "es un icono de la izquierda, es algo así como el héroe de Paracuellos y también es un gran historiador, él sabe muy lo que pasó, cuando nos juzga se descubre él mismo, antes negaba conocer lo que pasó en Paracuellos y ahora dice que se opuso a ello", pero "si él era el que mandaba en el Gobierno republicano de Madrid y además era del PCE que en ese momento también mandaba".

Payne se limitó a señalar la evidencia de que el responsable "es el gobierno republicano de la ciudad de Madrid a través de la junta" que presidía Carrillo.
Pese a las evidencias históricas, Payne explicó que "lo que pasa es que hay una ortodoxia de la corrección política, por eso en la universidades españoles es casi imposible decir la verdad, hay profesores que la conocen pero no se atreven a decirlo".

Por último, tras los últimos insultos de Carrillo, Pío Moa recordó que "no solo recibo una cantidad increíble de injurias, se ha pedido la censura de mis libros o meterme en la cárcel". Es más, añadió que "Carrillo y Guerra han incitado a mi asesinato, al decir que era un confidente de la policía", en su etapa en el GRAPO y "no la hacen inocentemente" ya que, según dijo, pretenden presentarlo como un traidor para provocar que los terroristas le maten. Sobre Carrillo concluye Moa que "él no sólo ha matado a mucha gente de derechas, sino también a muchos comunistas, durante el maquis él hizo fusilar mediante provocaciones a gente del PCE que él consideraba desafectos".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay otros historiadores, no sólo Stanley Payne y el pseudo-historiador ex terrorista del GRAPO Pío Moa.

Sebastián Urbina dijo...

Cierto. Y lo que quieren muchas personas de la izquierda (ignoro si usted se incluye) es prohibir que digan lo que piensan y que publiquen ls discrepantes. Creen que sólo existe una Historia, la suya.
Por eso insultan (y amenazan) a los que disienten.
Algo parecido a lo que ha sucedido con el Prestige. La decisión judicial da la razón al PP, pero siguen igual. Como si nada. Los hechos no les importan, a menos que vayan a su favor.
No es extraño que Stanley Payne dijera: 'He oido muchos insultos contra Moa, pero pocos argumentos'. Es típico de la izquierda. No de toda, afortunadamente. El periodista Andrew Anthony (de izquierdas de toda la vida) reconoce en su libro 'El desencanto'la miseria moral de buena parte de sus amigos y conocidos, de izquierdas, con motivo del 11-S. Pogres Anti-USA.

Anónimo dijo...

Lo mismo le pasa a los creacionistas: defienden posiciones ya superadas, pero a la mínima crítica a sus dislates se sienten atacados y perseguidos.

Eso no es criticar ni prohibir, es poner a cada uno en su sitio. Eso es decir claramente quién hace historia, y quien la reescribe. Las críticas a Moa no vienen por parte de la izquierda, sino por parte de muchos historiadores anónimos con años de experiencia, que han optado por un trabajo discreto y honrado, acorde con sus conocimientos.

Moa ha optado por el camino más fácil: dar la nota, la polémica, la reinvención de la historia y las ventas millonarias con el apoyo de medios de comunicación afines que le publican y difunden sus libros sin rechistar. Y aun hay quien le defiende. Quien se lo cree, no quien se convence de sus tesis.