martes, 15 de septiembre de 2009

EL FASCIO CATALANISTA.








NACIONALISMO ANTISISTEMA.

NO me ha sorprendido lo más mínimo la escasa calidad democrática mostrada por el catalanismo -de derecha o izquierda- ante un posible fallo negativo del Tribunal Constitucional por lo que respecta al Estatuto de Cataluña. En el peor de los casos, el catalanismo coacciona. En el mejor de los casos, el catalanismo invita al fraude de ley.

El catalanismo coacciona por partida triple: en primer lugar, cuando advierte -de ello hace ya más de un año- que un fallo negativo del Alto Tribunal comportaría la «desafección» de Cataluña y los catalanes; en segundo lugar, cuando plantea la convocatoria de una manifestación anterior o posterior al fallo; en tercer lugar, cuando pone en circulación la teoría del choque de legitimidades y el pacto político entre España y Cataluña.

Veamos. ¿Cómo sabe el catalanismo que un fallo negativo provocaría la desafección de Cataluña y los catalanes? La teoría de la desafección -el catalanismo confunde el deseo y el interés con la realidad- es la prueba de la presión del poder político catalán sobre el poder judicial.

Prosigamos con el segundo punto. ¿Acaso una manifestación -por supuesto, todo el mundo tiene derecho a manifestarse- preventiva -o pospreventiva, tanto da- no es una manera de chantajear al Alto Tribunal? En concreto, el catalanismo amenaza con provocar una crisis de Estado si el fallo va más allá de lo que considera tolerable.

Finalmente -tercer punto-, la teoría del choque de legitimidades y del pacto político entre España y Cataluña intenta conminar al Alto Tribunal para que -eso es lo que se busca desde el principio- la Constitución se adapte al Estatuto y no al revés aduciendo un inexistente acuerdo entre dos sujetos de soberanía. ¿Quizá el catalanismo ignora que Cataluña es una Comunidad Autónoma del Reino de España, que España no se organiza confederalmente sino autonómicamente, que la soberanía nacional reside en la totalidad del pueblo español? ¿Quizá el catalanismo ignora que el acuerdo bilateral entre España y Cataluña es imposible porque la soberanía es española e indivisible? El catalanismo no ignora nada de eso. Lo que pretende es, lisa y llanamente, sacar tajada de la presión política y de su posición de fuerza ante un Rodríguez Zapatero falto de los apoyos necesarios en el Congreso. De la coacción a la invitación al fraude de ley. Dicho fraude se percibe cuando el catalanismo -en este caso, el tripartito catalanista- propone que un fallo negativo del Tribunal Constitucional podría anularse de facto haciendo uso de la delegación de competencias prevista en el artículo 150.2 de la Constitución.

La escasa calidad democrática del catalanismo se muestra en lo antedicho. Se muestra en la negativa -por conveniencia política y simbólica- a respetar la división de poderes, se muestra en la dificultad para acatar y cumplir la ley sin recurrir a ningún tipo de subterfugio.

La escasa calidad democrática del catalanismo se manifiesta en una suerte de nacionalismo antisistema que, curiosamente, deslegitima el Sistema que le permite expresarse y gobernar en Cataluña.

Miguel Porta Perales. (ABC-11/9/9)

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