miércoles, 7 de octubre de 2009

LA VERDAD DEL CASO GÜRTEL.






La verdad del Caso Gürtel

07-10-2009 (El Imparcial)

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La llamada trama Gürtel parece revelar un grado de corrupción significativa de miembros de Gobiernos autonómicos del PP, proclives a favorecer a las empresas de algunos amiguetes que prestaban servicios a su partido. Y no pocos de quienes decidieron estos contratos pudieron beneficiarse personalmente, e incluso derivar dinero para engrasar la siempre maltrecha economía de su partido. Ésta parece, en este minuto, la situación, una vez levantado el secreto de sumario, tan poco celosamente guardado.

¿Por qué se puede pensar todo lo anterior? Muy sencillo: por las escuchas telefónicas, por los interrogatorios, por las palabras de unos y de otros, de unos sobre otros y de unos contra otros.

Puede deducirse, por tanto, que a estas alturas, numerosos miembros, cargos, militantes y amiguetes del entorno del PP lamentarán haber hablado alguna vez por teléfono. Muchos otros estarán abochornados por tener la lengua tan suelta (aunque no más que la del resto de los humanos) para comentar en la imposible intimidad de un teléfono cosas de otros colegas, para mencionarlos por sus motes, para menospreciarlos con o sin demasiada mala intención: sólo porque resulta simpático para el interlocutor hablar mal de un tercero.

Todos ellos han padecido una forma voluntaria y algo masoquista de máquina de la verdad, tal como la imaginó nuestro desaparecido compañero Julián Lago. Aunque muy poco sofisticada: el simple teléfono.

Con este sencillo mecanismo se ha llegado a un sumario de rigurosa investigación policial: todo comentario, apunte, chiste, maledicencia, sospecha, ha tenido cabida. Pues, cuando se observa una transcripción de una escucha o un interrogatorio, todo el mundo parece culpable.

-Oye, que soy amigo de Rajoy…

-Ah, sí?

-Como te lo digo.

Y Rajoy está, evidentemente, implicado, aunque no se sepa muy bien en qué.

-Pero, a ése le han regalado un reloj…

-Sí, estaba como loco…

Y el destinatario del reloj ha caído con las manos en la masa.

Naturalmente, entre toda la hojarasca de conversaciones triviales, hay motivos de alarma policial, hay indicios de corrupción. Pero eso no es lo importante, porque un juez no condena a nadie por alusiones mejor o peor intencionadas: necesita pruebas de delito.
Y, para esto, aún falta un trecho, aunque se puede presumir que se recorrerá en algunos significativos casos.

Sin embargo, la opinión pública no necesita encontrar cuentas en paraísos fiscales para concluir una condena anticipada por estas conversaciones, especialmente cuando las ve transcritas, sin ninguna entonación, ya sea agria, burlesca, irónica, despectiva o admirativa.

-Valiente hijo de puta.

-Sí, es un tío genial.

Estamos, por tanto, ante un caso en el que se mezcla todo: chorizos y viandantes (gente que pasaba por ahí). Aprovechados e ingenuos. Listillos e ignorantes. Pero todos, todos, unidos por una conexión: la transparente línea telefónica, el único espacio de comunicación que jamás se debe utilizar, ni siquiera para hablar bien de alguien.

- Jo, es un cachondo…

- Sí, es un cabrón con pintas.

Por eso, estamos ante un caso con muchas trampas, aunque también con muchos tramposos. De éstos no hay que decir más de lo que ya sospechamos todos, y que esperamos que la Justicia ratifique: que cada chorizo tenga su San Martín (aunque generalmente sea al revés: cada San Martín tiene su chorizo). Pero también hay que hablar de las trampas, y la primera de ellas es la búsqueda intencionada de la confusión para que la opinión pública encuentre los culpables que la política necesita, y no la Justicia.

Pero, en cualquier caso, aceptemos el medio de utilizar la transparencia en la información recabada por la Policía, administrada por la Fiscalía y escrutada por la Justicia. Y aceptémosla de forma universal. Para todos los partidos, para todos los cargos públicos, para todos los contratistas con la Administración nacional, autonómica o municipal.

Háganos felices la Policía. Escuche, por favor, maestro Rubalcaba, sin tasa, a cuantos contratan con la administración socialista en Andalucía, Cataluña, Extremadura o Baleares.

No nos deje con la miel en los labios, porque estamos a punto de desmadejar una red de corrupción y no queremos dar ahora un paso atrás. Queremos saber quién prepara los actos del PSOE, qué intermediarios de publicidad tienen sus televisiones autonómicas, cómo se desempeñan sus responsables de Urbanismo, qué licencias otorgan, cómo se cubren las plazas de funcionarios en sus administraciones, cómo se deciden sus concursos y licitaciones…

Estamos en un magnífico momento. A los del PP les están dando hasta en el cielo del paladar. Y, una vez abordado este agujero negro de corrupción, es hora de escuchar las conversaciones privadas de los socialistas. Y, sobre todo, es la hora de verlas transcritas, con su implacable franqueza, con su infinita indiscreción.

Pero eso, ay, no lo verán nuestros ojos. Ésa es la principal verdad del caso Gürtel.

Postdata futbolística

Hay serias muestras de indignación con el gol que ha recibido Casillas por parte de Zapatero. Los comentarios políticos han sido duros. ¿Ha pactado Florentino con el guardameta para agradar al presidente del Gobierno? ¿Ha pactado Zapatero con Laporta para humillar al Madrid? ¿Cómo es posible que un portero que haga la indescriptible parada que realizó en el partido contra el Sevilla pueda dejarse golear por Zapatero? ¿En qué ha influido Gallardón en este lance? ¿Tiene que ver en esto, como siempre, Rubalcaba, pese a ser del Madrid?

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Este es el socialismo auténtico. Aunque les duela a algunos 'socialistas de toda la vida'...

1 comentario:

Basseta dijo...

Aquí en mi pueblo, en Ibi (Alicante) tenemos una especie de trama Gürtel en miniatura (por algo dicen que somos el Centro Español del Juguete).

La solución del equipo de gobierno (del PP, por supuesto), ha sido cortar sus relaciones con el diario El Mundo (!) e impedir el acceso de los grupos de la oposición a la contabilidad municipal.

Lo cuento en mi blog.