jueves, 1 de octubre de 2009

MÁS ENGAÑOS SOCIALISTAS.






Antonio Miguel Carmona, secretario de Economía del PSM

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"Aumentar el IVA es recaudar más con el menor daño posible"

Explica las razones por las que esta medida es la adecuada

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Miguel Pato, 29 de septiembre de 2009 a las 16:07
¿Apoya la subida de impuestos del Gobierno ZP?

Antonio Miguel Carmona entrevistado por Miguel Pato en Periodista Digital

  • Antonio Miguel Carmona entrevistado por Miguel Pato en Periodista Digital

El modo de conseguir liquidez forma parte de esos momentos en los que un Gobierno demuestra si está o no está preparado. Ahora, en el PSOE cierran filas para convencer de que el aumento del IVA es un mal menor y necesario. En Periodista Digital, Antonio Miguel Carmona trata de convencer con argumentos de profesor de Economía.

El también secretario de Economía del PSM expone las razones de por qué es la subida del IVA como una solución adecuada.

• Gran capacidad recaudatoria. Un punto de subida equivale a 3.000 millones de euros.

• Gracias a que en España la inflacción es negativa, el efecto inflaccionista de esta medida no nos afecta mucho.

• Modificar el IVA no afecta a las exportaciones que están exentas. Así se anima a las empresas a vender fuera y no centrarlo todo en el mercado interno. De esta manera mejora nuestra deficiente balanza comercial.

Antonio Miguel Carmona no niega que la subida de impuestos sea una carga para los bolsillos.

"Los impuestos son necesarios. Lo importante es saber subir donde menos daño se haga. La solución a esta preocupación es el IVA."

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Juan Ramón Rallo (LD)


Dice El País –que parece no haber roto tantos puentes con el PSOE como para dejar de ser su portavoz oficioso– que la subida de impuestos del Gobierno no afectará a las rentas del trabajo sino a las del capital, reflejando una vez más la "preocupaciones sociales" de que el coste de la crisis no recaiga en los trabajadores.

Hemos escalado en la demagogia del "que paguen los más ricos" a "que paguen los capitalistas" con la misma facilidad con la que escalamos la mentira desde el "bajar impuestos es de izquierdas", al "será una subida temporal y limitada" pasando por el "no tengo intención de subir impuestos".

Zapatero recurre al imaginario socialista para justificar sus disparates en todos los frentes. La contraposición de clases asalariadas con clases capitalistas no deja de ser un resorte populista que olvida que muchos trabajadores también son capitalistas sin necesidad de ser ricos. ¿O acaso todo aquel que percibe intereses, que cobra dividendos o que posee un paquete de acciones en este país aparece en la lista anual de Forbes? Más bien cabría sospechar lo contrario, ya que en 2007 16,3 millones de declarantes en el IRPF percibieron rentas del capital mobiliario; sólo quinientos mil menos, por cierto, de quienes las percibieron del trabajo.

Demagogia no menor, sin embargo, a la que denota la idea de que van a subirse los impuestos para reducir el déficit público y mantener las políticas sociales y de inversión pública. Más bien, habría que invertir los términos: van a mantenerse las falsas políticas sociales y las ruinosas inversiones públicas para que no se reduzca el déficit y haya un pretexto para subir impuestos.

Sólo así se entiende que Zapatero no haya anunciado ni un solo tijeretazo a las partidas de gasto más superfluas y, en cambio, anuncie un aumento de impuestos que no dará ni para sufragar lo que nos ha costado el propagandístico Plan E. ¿Adivinan cuál fue el año pasado la recaudación total en el IRPF procedente de las malvadas "rentas del capital"? Apenas 6.900 millones de euros. Con esta estrechísima base recaudatoria, ¿qué piensa hacer Zapatero para reducir un déficit público que rondará a finales de 2009 los 100.000 millones de euros?

Porque aún cuando duplique el gravamen de las rentas del capital, ese déficit seguirá ahí, hipotecando nuestro presente y nuestro futuro. Pero es que además, Zapatero sabe que no puede duplicar el gravamen de las rentas del capital. ¿Alguna vez se ha preguntado por qué el capital tributa al 18% y el tramo más bajo de las rentas del trabajo al 24%? Muy sencillo: los capitales son móviles y los trabajadores no demasiado. Cualquier gobierno que no sea el de Argentina o el de Zimbabue es consciente de que si aumenta significativamente la tributación de las rentas del capital, éstas volarán y con ellas la inversión, el crédito y la prosperidad dentro del país. ¿Entiende ahora por qué Zapatero quería eliminar los paraísos fiscales? En efecto, para que no fueran los refugios al infierno fiscal que quiere montar en nuestro país.

Nadie debería llevarse a engaño: si la noticia de El País se confirma, esto es, si Zapatero se ceba en las rentas del capital y no toca las del trabajo, esta reforma fiscal –y no las palabras de José Blanco– será el auténtico globo sonda de una futura revolución tributaria. Tarde o temprano Zapatero tendrá que reducir el gasto –medida que parece antropológicamente incompatible con su sectarismo– o subir los impuestos a los trabajadores. No hay más.

Lo lamentable de todo, no obstante, es que en apenas dos años Zapatero se ha terminado de cargar lo poco que seguía en pie de la economía española. Sí, habíamos sufrido la mayor burbuja inmobiliaria de Occidente; sí, nuestro sistema bancario no es el más sólido del mundo, sino que está en su mayor parte quebrado; sí, tenemos un mercado laboral más intervenido que el de Camerún; sí, padecemos una cleptocracia en todos los niveles de la administración; y sí, nuestro ritmo de ajuste ante la crisis no podía ser más lento. Pero, pese a todo, habríamos superado la crisis y probablemente en mejor forma de la que entramos.

Sin embargo, dos años después de sus primeros destellos, España es un país cada vez más empantanado en deudas e impuestos. Y todo gracias a un visionario socialista que se empeñó en forzarnos a gastar lo que no teníamos mientras se negaba a reformar cualquier aspecto de nuestro aparato productivo. Ahora es cuando comenzamos a pagar la factura de unos dispendios que no han servido para nada. Cuatro millones de parados, caída histórica del PIB y subidas de impuestos. Esos han sido los exitosos resultados del Plan E y demás tomaduras de pelo y cartera socialistas.

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PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA EN 2004

Prescott supera a Solbes: "Zapatero hace lo contrario de lo que debería"

Edward Prescott, Nobel de Economía en 2004, dice que España no saldrá de crisis "rápidamente como Europa" por las políticas del Gobierno, y supera las críticas lanzadas por Solbes a la gestión de Zapatero: hace "todo lo contrario que debería hacer".

1 comentario:

Arcoiris dijo...

A vuela pluma y desde el dolor de mi monedero exhausto, me atrevo a preguntar:
1. Ahora que una inmensa mayoría de paisanos caminamos en tenguerengues al borde mismo de la ruina, ¿alguien pedirá cuentas por su vida ostentosa y su alegría en el manejo del dinero de todos a los Pérez Touriño, Rodríguez Ybarra, Carod-Rovira (don Josep Lluis), Benach, Chaves, etc.? ¿Se flagelarán sus chichas o, mejor, incluso, se bajarán sus sueldos y pensiones? ¿Cotizan sus ganancias monetarias y vitalicias al nivel de lo que padecen las pagas modestas de los honrados currantes?
2. Cuando al subirnos los impuestos se nos pide un último (¿?) esfuerzo solidario para mantener “el Estado de bienestar”, ¿se nos saquean las migajas de nuestra economía para que una falange de estómagos agradecidos sigan alimentando razones para votar al PSOE mientras proclaman que están muy bien en su estado, apretadillos pero sin dar un palo al agua? ¿Es recíproca o interactiva la coña esa de la solidaridad? Quiero decir, ¿se esfuerzan los ejércitos de ociosos subvencionados en dejar de serlo por no resultar gravosos a quienes a la fuerza les mantienen? ¿Se matan por recolocarse? ¿Se manifiestan y presionan a sus gobernantes para que les creen puestos de trabajo? Si es así, ¿porqué se deslocalizó “Gillette” de Sevilla, hartos de soportar un absentismo laboral de récord Guinness? ¿Porqué, cuando se derrumba un tramo de autopista cerca de Antequera, si recuerdo bien, por culpa de unos materiales de mala condición fruto de mordidas y otras trampas, mueren dos portugueses y caen heridos cuatro gallegos pero nadie habló de que hubiera sufrido daño alguno ningún andaluz o extremeño, de lo que me alegro sinceramente, de otra parte? Y también, ¿para qué se acepta inmigración alguna cuando sospecho que hay tantísimo subsidiado que quiere dejar de “trabajar en el paro”?
3. Hoy he oído en la radio que un empresario de Granada ofrecía colocar a un trabajador en su local de restauración. Entrevistó a cincuenta personas y todas rechazaron el empleo. Una de ellas confesó: ”Ni que fuera tonto.¡A ver si voy a perder el paro!”