jueves, 15 de octubre de 2009

ZP NOS LLEVA A LA RUINA.

¿SE EQUIVOCÓ ZAPATERO CON EL PLAN E?

Luis María ANSON

A Zapatero le aterraba una debacle en las elecciones europeas. Díez o doce puntos de diferencia habrían originado una moción de censura, con el acuerdo entre los partidos de convocatoria de nuevas elecciones generales en octubre. Eso hubiera borrado los horizontes de grandeza de Zapatero como presidente de la Unión Europea y su propósito de presentarse a las generales de 2012 como el hombre que apagó el incendio de la crisis, en gran parte por él provocado.

El think tank zapateresco sabía perfectamente que la única fórmula de crear empleo estable consistía en volcar las ayudas económicas en las pequeñas y medianas empresas. Pero esa fórmula hubiera retrasado las cifras estimulantes de paro muchos meses y Zapatero necesitaba datos positivos en mayo para hacer frente al reto de las elecciones europeas.


En eso consistió el plan E. En derrochar los dineros públicos en los Ayuntamientos para que creasen a gran velocidad puestos artificiales de trabajo, incluso con la construcción de imitaciones de la Puerta de Brandenburgo o la Fontana de Trevi. No se equivocó Zapatero. En el mes de mayo disminuyó el paro y el líder socialista salvó la cara y pudo presentarse a las elecciones europeas con cifras decorosas y la demostración de que sus medidas resultaban eficaces.


Pan para hoy y hambre segura para mañana. El espejismo duró hasta septiembre. El FMI ha pronosticado un paro para España en el entorno del 20%. Una catástrofe. Veremos qué conejo se saca de la chistera Zapatero para enfrentarse a los próximos retos electorales con cifras que no le hagan saltar de su madriguera de Moncloa. (El Imparcial)

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

Zapatero nos lleva a la ruina.

2 comentarios:

Jonás dijo...

Aunque lo que apunta Ansón es cierto, creo que el dispendioso plan E lo motivó el impacto que tuvo el hundimiento de la construcción en la financiación de los ayuntamientos. De la corrupción derivada de las recalificaciones del suelo nutrían sus arcas no sólo los entes locales, sino los políticos y una numerosa clientela y, al desaparecer esta financiación, todo el tinglado amenazaba hundirse.
Donde no hay harina, todo es mohína. Dejar a las huestes locales, esqueleto de los partidos, con el culo al aire es muy arriesgado. Si al español le tocan la cartera, suele reaccionar violentamente. Y toda esta banda de parásitos son lo bastante listos y desconfiados como para conservar pruebas que impliquen a otros en sus cohechos, y, aunque individualmente, no puedan llegar muy lejos, estas cosas son como las cerezas. Esto explicaría, además, porqué el PP estuvo de acuerdo y no se opuso al plan. El problema es común para toda la “casta” política, y, entre bueyes no hay cornadas. Todos van en el mismo barco.
Como decía Benavente en “Los intereses creados”: Este es el tinglado de la antigua farsa…

Enhorabuena por su blog. Un saludo desde Madrid.

Sebastián Urbina dijo...

Gracias.