viernes, 19 de febrero de 2010

PEINETAS Y SEMIPEINETAS.







AZNAR, INSULTANTE.


Una vez, en un tranvía de Varsovia, el filósofo Leszek Kolakowski escuchó la orden siguiente: "¡Avancen hacia atrás, por favor!". Aparte de los viajeros de aquel vehículo, parece que también oyeron y obedecieron la paradójica instrucción muchos pasajeros de la izquierda española. Sin embargo, ni el antifranquismo retrospectivo ni el republicanismo sobrevenido ni ninguna otra de las marchas hacia atrás que han emprendido nuestros regresistas desatan la furia de pasiones que concita la figura de Aznar. El paso del tiempo sólo las acentúa y así, en la Universidad de Oviedo, el ex presidente hubo de pronunciar una conferencia bajo un torrente de improperios, lo que afianza la sospecha de que la civilización se ha ido retirando de aquellas, otrora nobles, instituciones del saber.

A Aznar le llamaron terrorista y criminal de guerra y asesino, individuos que ingirieron sus primeras litronas con los aditivos intoxicantes que fabricó el PSOE para que las criaturas creyeran que el señor del bigote tiraba bombas para matar a niños en Bagdad y se relamía al hacerlo. Los reventadores del acto fueron, asegura El País, "un grupo de jóvenes", vaya la inocencia juvenil por delante, pero al igual que sus mayores son fieles a la perversa noción de que no hay más terroristas que aquellos que combaten el terrorismo. Si, como Aznar, son víctimas del terrorismo, con más motivo aún. Larga vida ha tenido aquella consigna –¡Vosotros, fascistas, sois los terroristas!– que resume el desorden moral de la izquierda ante el fenómeno del terror y, en particular, ante ETA.

Lejos de inclinar la cabeza y pedir perdón por existir, Aznar saludó a la hostil afición con un gesto que el periódico mentado califica de "insultante". Y es que para insultar, Aznar. Sus columnistas de guardia ya estarán afilando el cuchillo para resaltar cuán grosero fue el ex presidente y qué poco respeto mostró por la libertad de expresión de unos universitarios que ejercitaban su legítimo derecho a la crítica. Pues quien piense que fue Aznar el injuriado en esta historia, se equivoca y mucho: él ha sido el injuriador. Así contarán el episodio, qué digo, ya lo están contando, quienes han hecho del odio a Aznar y, en definitiva, del odio, el fundamento de sus actitudes políticas. (Cristina Losada/LD)

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PEINETAS Y SEMIPEINETAS.


No es que piense que le deben dar, al ex-Presidente, la Cruz de San Raimundo de Peñafort. Sería excesivo. Pero algún premio merece el que provoca tantos sarpullidos en el rojerío mediático y militante.

El odio a Aznar, sectario y estúpido, incluso ahora que no es Presidente de Gobierno, se debe, al menos principalmente, a que no se arrodilló ante la izquierda. Como hace Gallardón con las dos rodillas y Rajoy con una.

La izquierda acepta que exista la derecha (por utilizar la simpleza al uso) siempre que no levante la voz, no moleste mucho y acepte que es moralmente inferior. Y gane pocas elecciones, como así sucede. De repente llega Aznar y no cumple 'con lo pactado'. ¡A por él!

NOTA.

Observen la delidadeza de Aznar sugiriendo, a la vez, dos semipeinetas. Comparemos con la horterada del jugador del Real Madrid. Centralista tenía que ser.

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Libertad Digital
La vicepresidenta ha salido en defensa de los que insultaron y amenazaron a Aznar. Dice que el ex presidente atentó contra "las reglas básicas de respeto". No reprochó que se le llame "criminal" por una guerra que ella misma, en un documento oficial, calificó de legal. »

1 comentario:

UVA dijo...

Pues yo sigo pensando que Aznar ha sido el mejor Presidente que hemos tenido, y se lo agradezco, y le echo de menos, y más ahora,que tenemos que aguantar la que está cayendo.

Y si comparamos ese gesto que nos estamos encontrando en cualquier lado, con el hecho de que le llamen asesino, pues también pienso que ha hecho bien, se lo ha tomado a guasa y les ha contestado como merecen.

Y la de la Vega, defendiendo a los que agreden a Aznar, pues eso, que es fiel a si misma.

Por cierto, yo tengo una teoría con esta mujer que tal vez no esté muy descaminada: Si la observamos en su día a día, cada vez parece más creíble el rumor de que se peina a diario metiendo los dedos en un enchufe; y claro, una descarga, aunque no sea muy intensa, una o dos veces al día, a la larga... ¿no le estará friendo el cerebro? Solo así podría yo explicarme las cosas que dice esta mujer....