lunes, 15 de marzo de 2010

SOCIALISMO REAL.








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"Ya estamos de nuevo con la canalleria socialista En cuanto tienen la menor oportunidad se la juegan a los españoles y se ponen a chanchullear con los asesinos Que gentuza es la socialista Que dia tan glorioso sera ese en el que España pueda desembarazarse de ese baldón de basura que se llama socialismo español"

Por: Manel Castillalba.



Aumentan los síntomas que apuntan a una segunda negociación política entre ETA y el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero. Las informaciones desveladas por LA GACETA no han sido desmentidas. Las piezas están sobre el tablero. Los dos polos negociadores necesitan entenderse y urden, con precaución y sin desmayo, sus estrategias. El inicio de la partida es sólo cuestión de tiempo. Conocido el precedente del proceso de paz, el Ejecutivo socialista parece inclinarse a firmar tablas antes de buscar el jaque mate.

Siempre según varias fuentes consultadas por este diario, el Gobierno y la banda terrorista nunca se levantaron realmente de la mesa tras el desastre del anterior encuentro. Pararon el cronómetro y se dieron un tiempo para reflexionar sobre sus jugadas. Y ahora, una vez interiorizados los errores del pasado, quieren reactivar el reloj para volver a jugar. Ambos lo necesitan por su mera búsqueda de poder político: Zapatero para concurrir a las elecciones generales de 2012 con una baza que le haga vencer y ETA para volver a las urnas en los comicios municipales y forales de 2011.

El Gobierno juega con blancas e hizo el primer movimiento, a través de miembros del Partido Socialista de Euskadi (PSE) de segunda fila. Estos peones se reunieron con sus contrincantes de la izquierda abertzale para tomarles el pulso y les exigieron gestos públicos, como la apuesta por la política y el desmarque de la banda asesina. Ahí se inscribe la frase lapidaria del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba: “O bombas o votos”. En Batasuna, donde nunca han negado el malestar y la decepción por el final del anterior intento, se han puesto manos a la obra para convencer a sus jefes militares de que la única salida es la negociación. Y, para ello, cuentan con el apoyo de los presos etarras más veteranos, hartos de la cárcel y que sólo ven esperanza merced a otra negociación que, esta vez sí, fructifique.

En ese marco, la izquierda abertzale, dirigida por los posibilistas Arnaldo Otegi y Rafa Díez Usabiaga, ha hecho varios movimientos en clave interna. En primer lugar, se ha acercado a Eusko Alkartasuna (EA) con la camelancia de que renunciarán a la violencia si es necesario. Además, ha escenificado su presunta apuesta por las “vías políticas y democráticas” al presentar el documento Euskal Herria en pie. También ha conseguido que ETA, en su último comunicado, fechado el 31 de diciembre y publicado el 17 de enero, afirmase “hacer suyos” los planteamientos de los batasunos y defendiese la “lucha política” (un ardid perfecto para frenar la disidencia de los críticos). Toda esta estrategia de Batasuna tiene un leitmotiv publicitado hasta la saciedad por diferentes portavoces: Batasuna no es ETA (ojo, los tribunales dicen lo contrario), ha tomado su decisión “de forma unilateral” y espera que los terroristas les apoyen.

El entramado etarra juega con negras. Y le corresponde hacer el segundo movimiento: el anuncio de una “tregua permanente verificable”. Si mueve ficha en esa dirección, habrá otra negociación, más tarde o más temprano. La fecha elegida como tope, según las fuentes consultadas, es el mes de mayo. Así, Zapatero, acorralado por la crisis, recibiría un soplo de aire fresco justo antes de acabar su Presidencia de la Unión Europea. Como en un duelo de ajedrez televisado, el contexto internacional es clave para que se inicie la partida y, por ello, es significativo que “mediadores” como Brian Currin o Gerry Adams apoyen las tesis de Batasuna sobre un “proceso democrático”.

Este diario está dando información puntual sobre esta segunda fase del proceso de paz. También otros agentes sociales creen en esta hoja de ruta. Destacados colectivos de víctimas del terrorismo manifiestan a LA GACETA que en efecto ya hay diálogo entre ETA y el Ejecutivo y es posible que pronto se vuelva a la senda de la negociación pública. En la política, el más directo ha sido el ex ministro del Interior y ahora eurodiputado del PP, Jaime Mayor Oreja, para quien la negociación está en marcha.

Otros indicios
Adoban la tesis de una segunda negociación diversos indicios. Esta misma semana se conoció una noticia que ha pasado inadvertida en general, pero que es, según los expertos, más que significativa. Se trata del nombramiento del socialista Javier Solana como presidente honorario del centro Henry Dunant para el Diálogo Humanitario (DH). Este centro, una suerte de ONG con sede en Suiza, fue clave en las negociaciones entre el Gobierno y ETA durante el fallido proceso de paz. Robustece la importancia de este nombramiento el hecho, publicado por varios medios en el pasado, de que Solana ayudó y asesoró al presidente del Gobierno en la búsqueda de mediadores internacionales para la anterior negociación.

El líder del PSE Jesús Eguiguren y el etarra José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, se vieron en instalaciones del centro Henry Dunant antes de que la banda asesina declarase el “alto el fuego permanente” en marzo de 2006. En varios encuentros, ellos dos diseñaron el proceso de paz.Con el nombramiento citado, Zapatero dispone de un alfil de confianza en la institución que propició las reuniones entre los terroristas y el Ejecutivo.

Otro dato sintomático es que el Ministerio del Interior está recortando escoltas en el País Vasco. Un total de 60 ex altos cargos y ex concejales se verán afectados por la medida.
De momento, los dos negociadores esconden sus movimientos. Tal vez pronto se descubran sus jugadas.(LaGaceta)

1 comentario:

María dijo...

No me sorprende en absoluto. En diciembre, Santiago Abascal y Francisco José Alcaraz ya apuntaban esta posibilidad en el homenaje a las víctimas que organizó el Círculo Balear en Palma.
Lo más incríble es que la sociedad española no se indigne. ¿De verdad nos vamos a dejar tomar el pelo otra vez?