Durante la rueda de prensa Crowley hizo un llamamiento a todos aquellos países que no han reconocido Kosovo -entre los que se encuentra España- a que lo hagan. Crowley instó a Serbia -el Estado al que pertenecía Kosovo antes de su proclamación de independencia unilateral, y que no lo reconoce como país soberano- y a Kosovo a que "dejen a un lado sus diferencias (. . . ) y trabajen juntos de forma constructiva", ya que afirmó que este es el camino para mejorar las condiciones de vida de sus pueblos e integrarse plenamente en Europa.
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Cuando el partido socialista obrero español no era una simple estructura para mantenerse en el poder, a cualquier precio, (como sucede ahora) decía cosas como éstas:
“Al proletariado catalán le tienen sin cuidado la autonomía, la independencia y todas esas garambainas que hoy esgrime la burguesía con una picardía capitalista admirable. Para los trabajadores catalanes, como para los trabajadores de todo el mundo, lo esencial no es crear nuevas fronteras, sino borrar las existentes” El Socialista (7/7/1931).
A finales de ese mismo año un nuevo editorial de El Socialista sentenciaba: “Todos los nacionalismos son reaccionarios, aunque se disfracen de un ropaje liberal y democrático. Y no solo son reaccionarios, son al mismo tiempo perturbadores”
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DETALLES DE LA MISERIA MORAL NACIONALISTA.
En un campamento vasco: 'Holanda ha ganado la final con un gol de Robben'
Los monitores engañaron a los niños con el campeón del Mundial, además de impedirles ver el partido
Madrid.- La polémica de los campamentos que impidieron a sus acampados ver la final del campeonato del mundo entre España y Holanda no solo sigue vigente, sino que se amplía. En una información que aparece publicada este viernes en ‘El Mundo’ se ha conocido una nueva situación ocurrida en unas colonias del País Vasco.
Sucedió el pasado 11 de julio en el Albergue Txurruka de Orio (Guipúzcoa). Al igual que ocurriera en el centro de Pere Figuera en Gerona, algunos chicos solicitaron poder ver la final del Mundial. De idéntica manera, se encontraron con la negativa por respuesta. Pero en este campamento vasco incluso se fue un paso más allá. Al ser los monitores preguntados por el resultado final del encuentro, estos les contestaron que Holanda se había impuesto por 1-0 y que el tanto del encuentro lo había anotado Robben.
Las razones que esgrimen las personas del campamento son las mismas que alegan en Cataluña: nada podía romper el programa previsto. La colonia tiene su rutina y nada puede romper las actividades programadas. Da la casualidad de que justo para el 11 de julio todas las actividades tenían relación con el deporte, con la celebración de unas 'paraolimpidas': relevos, aquagym y juego de banderas, según aparece en la 'web' de la Diputación de Guipúzcoa. Por lo tanto, ninguna actividad relacionada con el fútbol.
La perplejidad de los padres fue enorme cuando los niños regresaron a casa y les comentaron lo sucedido. No se lo creían y empezaron a preocuparse por los valores educativos transmitidos a sus hijos durante esos días. Consideran que si la final la hubiese disputado una selección del País Vasco la realidad en el campamento hubiera sido muy diferente. “Se trataba de un momento que estos chavales probablemente no vayan a vivir nunca más en la vida, más allá de una cuestión de colores”, comenta un padre en declaraciones a 'El Mundo'.
Los progenitores de los niños pueden entender que al tratarse de un campamento en un entorno natural no se les dejara ver la televisión, pero no se explican las razones por las cuales sus hijos fueron engañados: “Esto solo puede reflejar cierta saña que está fuera de lugar”. El Partido Popular ha confirmado que pedirá explicaciones en el Parlamento Foral al diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano (PNV).
“Las peticiones de un grupo no pueden romper la dinámica del conjunto. No se les dejó ver a la selección como tampoco se les habría dejado ver a los payasos de la tele, un partido de pelota o una final de traineras”, aseguran desde el campamento. Los monitores, que tienen prohibido hacer declaraciones sobre el asunto, solo han afirmado que el asunto “se ha descontextualizado”.
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¿QUÉ DERECHO A QUÉ INDEPENDENCIA? Ramón Pérez-Maura.
Habrá quien considere que la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la independencia de Kosovo es un intento de templar gaitas y poner paños calientes. Pues es una forma de verlo. Ciertamente han reconocido que la independencia fue conforme al derecho internacional, pero al mismo tiempo sostienen que no existe un derecho pre establecido a declarar la independencia de una parte de un Estado. Pero los jueces han sido muy cuidadosos y han dejado bien claro que su decisión se refiere exclusivamente al caso de Kosovo y solo a la discusión de si fue o no contraria al derecho internacional la acción del Parlamento kosovar de proclamar unilateralmente su independencia. La Corte establece que su sentencia no puede interpretarse como reconocimiento de ningún derecho a la secesión.Como era previsible, aquí algunos se han lanzado a jalear la sentencia de La Haya como aval independentista. Yo quisiera recordar cómo llegó Kosovo a esa situación. Porque algunos no recuerdan –o no quieren recordar- que los musulmanes de Kosovo fueron integrados manu militari en Serbia en el siglo XIII. Y que ya en el siglo XX y por decisión de potencias extranjeras, fueron incorporados al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos –a ellos no los mencionaban porque eran un cero a la izquierda. Reino pronto rebautizado como Yugoslavia.
Es bien sabido que en la unidad de Yugoslavia sólo creían el mariscal Tito y aquellos que recordaban cómo serbios y croatas se habían asesinado meticulosamente durante siglos. Pensar que ésa era una buena razón para encerrarlos a todos en un mismo país responde a una lógica que sólo podía tener el presidente Wilson en los estertores de la Primera Guerra Mundial. E igual que los Estados Unidos fueron responsables de inventarse Yugoslavia, han sido los que han dado el golpe de gracia a la Serbia heredera de Yugoslavia. La sangre derramada por Belgrado entre los albaneses de Kosovo justificaba la independencia de un pueblo que había sido atado a serbia con alambre de espinos. Porque a diferencia de la unidad de otros pueblos europeos que escogieron marchar juntos y contribuir a un proyecto nacional que era el de todos, los yugoslavos fueron obligados a unirse. No busquemos paralelismos donde no los hay.
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