viernes, 16 de julio de 2010

SOCIALISMO RUINOSO.






El principio del fin.

MADRID, 28 May. (OTR/PRESS) -

El debate parlamentario de ayer ha extendido el certificado de defunción al gobierno. Todos los grupos parlamentarios han coincidido en un hecho fundamental: el Sr. Rodriguez Zapatero y su gabinete no son ya el obstáculo básico para superar la crisis, sino la causa eficiente de la bancarrota de España si no se convocan elecciones y se da paso a un nuevo ejecutivo capaz de evitar el colapso de la economía española. Desde esta óptica, la "victoria pírrica" del PSOE en apoyo de su plan de ajuste es una derrota brutal que supone la quiebra completa de su credibilidad. Esto está acabado y el problema es si, a estas alturas, es todavía posible evitar la suspensión de pagos del país en los próximos meses. Este riesgo se materializará sin duda alguna si el actual líder socialista sigue al frente del ejecutivo.

En este contexto, los mercados van a acentuar su presión sobre la economía nacional. Los inversores han perdido su confianza en España y esta situación será muy difícil de revertir. Desde luego será imposible sin unas elecciones que concedan una mayoría estable a un gobierno distinto e incluso, si eso sucede, la bancarrota del país puede ser inevitable en tanto no se aclare el panorama político, esto es, quien gobierna. Cuanto más tiempo tarde en llegarse a un escenario de esa naturaleza, más duro deberá ser el ajuste y mayor el deterioro del panorama económico. Este es el resultado de una pésima gestión de la economía, de la ausencia de una estrategia consistente y coherente para afrontar la recesión y la muestra evidente de la incapacidad del socialismo ibérico de aplicar la política que el país necesita.

¿Qué se entiende cuando se habla de suspensión de pagos de un país? Sencillamente la incapacidad de hacer frente a sus deudas porque no genera los recursos suficientes para hacerlo y porque no existen expectativas de que pueda hacerlo en el corto y en el medio plazo. Así están las cosas y es imprescindible asumir la realidad para ser capaz de encararla y de modificarla. España se va a ver forzada a renegociar su deuda, esto es, a pactar con los acreedores una extensión del período de pago y una "quita", es decir, una reducción de la cuantía global a pagar a los inversores. El fantasma de Grecia se reencarnará en la Vieja Piel de Toro a velocidad de vértigo.

Sin embargo, el país no está condenado al desastre. Ha mostrado una enorme capacidad de reacción cuando los gobiernos han hecho las cosas bien y la mostrará de nuevo cuando el PSOE deje el poder. El Partido socialista se ha convertido en el principal "riesgo sistémico para la economía española". Hemos llegado al final de la escapada y hay que llamar al pueblo soberano a las urnas. Lorenzo Bernaldo de Quirós/EuropaPress)

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