viernes, 29 de octubre de 2010

FASCISTAS CATALANISTAS.



Día 29/10/2010



La suspensión del reglamento de usos lingüísticos del Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Lleida instada por sendos recursos del PP ha provocado un profundo malestar en el catalanismo político
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cuyo mejor barómetro es la amenza lanzada ayer por el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quien avisó de que CiU no pactará nada con los populares mientras se mantenga lo que desde ámbitos nacionalistas se ve como un ataque a las esencias catalanas.

Ambos recursos, amparados en la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, en la que se suprime el calificativo de «lengua de uso preferente» para el catalán, suponen un ataque a la línea de flotación de la construcción de la «nación catalana», la lengua, y así lo advirtió ayer su principal arquitecto, Jordi Pujol. De ahí su airada reacción en los micrófonos de Punto Radio.
INÉS BAUCELLS
Jordi Pujol, entrevistado ayer en Punto Radio por Luis del Olmo
En un momento en que CiU roza la mayoría absoluta en las encuestas autonómicas la amenaza de Pujol no es baladí, puesto que los nacionalistas contaban con poder alcanzar pactos puntuales con el PP catalán que les eviten tener que recurrir a Esquerra. Pero esa posibilidad parecía oscurecerse ayer ante la reacción de un ofendido Pujol.

El ex presidente de la Generalitat advirtió de que sólo vería con buenos ojos un eventual acuerdo entre CiU y PP tras las elecciones catalanas a cambio de que los populares no exigieran la «desnaturalización de Cataluña como país», lo que a su juicio están haciendo en la actualidad. Con el discurso actual, el PP está poniendo las cosas muy difíciles a CiU para alcanzar eventuales acuerdos concluyó Pujol, quien no quiso responder sobre los escenarios postelectorales en Cataluña.

Por su parte, el presidente de CiU, Artur Mas, intentó centrar la presión en el presidente de la Generalitat, José Montilla, al que exigió «más firmeza» en la defensa del uso de la lengua catalana en las administraciones públicas. Mas también tuvo palabras de aviso para el PP, pero en ningún momento renunció a pactos poselectorales con la formación de Alicia Sánchez-Camacho.

Aún así, alertó de que con su actitud «hostil» y «antipática», el PP sólo consigue acentuar su «aislamiento» en Cataluña. Una vez superado el debate sobre la sentencia del Estatut, apuntó Mas, los populares «tenían una ocasión para resituarse en Cataluña con una cara más amable», pero «siguen mostrando su cara antipática y hostil de siempre». Una actitud que, a su juicio, sólo les reportará «enemigos» y que responde a una estrategia «absolutamente equivocada».

Mas invitó a Montilla a emitir un pronunciamiento más explícito sobre a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. «Echo en falta que Montilla, como líder de los socialistas y también como presidente de la Generalitat, salga de una manera más clara, firme, intensa y contundente en defensa de los reglamentos de uso de la lengua catalana en las administraciones públicas. Aún está a tiempo, espero que lo haga en las próximas horas», afirmó. «Ante determinados ataques, es el momento de plantar cara con todas las consecuencias», añadió Mas.
La brecha abierta por Pujol fue rápidamente aprovechada por el PSC, ansioso por buscar contradicciones en el soberanismo convergente. El jefe de campaña del PSC, Jaume Collboni, exigió a Artur Mas que garantice que no pactará con el PP tras su recurso contra el uso preferente del catalán. «No sabemos qué más tiene que pasar en esta precampaña, qué más tiene que decir el PP de España o el PP de Cataluña para que Mas, ya que en otros casos no nos aclara con quién podría pactar el futuro de Cataluña, diga que no pactará con el Partido Popular», apuntó Collboni. «No hace falta que vaya al notario», resaltó con ironía.
Debate incómodo

Incómodos con un debate, el de la defensa del catalán como lengua preferente de las administraciones, que pone seriamente en cuestión su giro españolista a un mes de las elecciones autonómicas, los socialistas intentan poner el acento en la más que probable alianza electoral entre CiU y PP si los nacionalistas no consiguen la mayoría absoluta. Montilla se ha convertido en los últimos cuatro años en defensor a ultranza del catalán, pero ese discurso no es el que mejor casa con sus ataques al soberanismo de CiU y ERC y su regreso al redil del PSOE.

Para el jefe de campaña socialista, una alianza entre CiU y PP «sería definitivamente el frente de la marcha atrás» y apostilló que «una forma clara y contundente que tiene Mas de decir que defenderá la cultura y la lengua catalana es afirmar públicamente que no pactará con el partido que ataca nuestra cultura». (ABC)
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Dejar constancia, una vez más, del 'cordón sanitario' contra el Partido Popular por parte de casi todas las fuerzas políticas. Digámoslo con claridad, son una cuadrilla de antidemócratas. Fanáticos catalanistas y obsesos por mantener su culo en el sillón. Pero esta gentuza seguirá en el puesto (coche oficial, comisiones, dietas y demás prebendas) mientras los catalanes les voten. Tienen lo que se merecen. Porque les votan. Una y otra vez.

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