jueves, 30 de junio de 2011

BILDU, SINDE, PSOE.





LA CAPITAL EUROPEA DE LA INFAMIA.

Apenas hace falta un único requisito para sostener que la cultura encarna lo opuesto al mal, la vileza, el fanatismo y la miseria humana: ser profundamente inculto. He ahí Céline, del que ahora se cumple el cincuentenario. Acaso el mejor novelista francés del siglo XX y, a la vez, una basura humana. Devoto de Hitler, racista, confidente de la Gestapo, apologista del genocidio, el mejor retrato de su persona acaba de ofrecerlo el alcalde de París, Bertrand Delanoë: "Céline es un excelente escritor, pero un perfecto cabrón". Como Quevedo, como Ezra Pound, como Baroja, como Drieu La Rochelle, como Cioran, como Brecht, como Pirandello, como Heidegger, como tantas... cumbres de la alta cultura.

Al respecto, solo los muy ignaros, los muy cínicos, o quienes sufren de ambas taras a un tiempo, pueden pretender que cultura y barbarie son voces antónimas. Así la ministra Sinde, que ha dado en parapetarse tras las falaces virtudes balsámicas de ese vocablo fetiche a fin de justificar su regalo a Bildu. Y es que, San Sebastián, villa frente a la que competidor alguno dispondría del currículum suficiente para poder robarle el título de Capital Europea de la Infamia y la Vileza, va a serlo , sin embargo, de la Cultura. Todo merced a los desvelos de Sinde, ansiosa por honrar a ese filoetarra, el tal Juan Karlos, tan ducho él en descolgar óleos de Juan Carlos y proscribir banderas de España.


Chulescas violaciones de la Ley que seguro han de excitar a la Leni Riefenstahl de Zapatero. Por algo, ha corrido rauda a celebrar su desprecio a nuestro Rey y a nuestra Constitución, otorgándoles su propia Olimpiada de Berlín. Como la del tío Adolfo en el 36. El escenario, grandioso en su magnificencia continental, lo pone, gratis et amore, el Gobierno de España.

Por su parte, los hijos putativos de Txeroki únicamente habrán de dar con el Goebbels que ilustre al mundo sobre la superioridad moral de la justa causa de ETA y su sopa de letras satélite

Los cómplices intelectuales –si no materiales– de los asesinos de Gregorio Ordóñez, transmutados en sumos sacerdotes de la civilización, la concordia y los valores de Occidente. "Harás cosas que nos helarán la sangre", auguró con desolada lucidez la madre de Joseba Pagaza. No lo sabía bien. (José García Domínguez/ld)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los ejemplos son infinitos, el asunto nos es que Robespierre matara o no, el asunto es a quienes mató. De hecho el debate de la rue robespierre no es más que un ejemplo más del doble rasero de la derecha, y también de la izquierda transformada. Lo tenemos en cualquier ciudad, Sevilla sin ir más lejos. Durante tres décadas de municipalismo de izquierdas (PSOE, IU), nadie ha dicho esta boca ante el hecho de que una de las Iglesias más ilustres de la ciudad, la Macarena, mantuviera su rincón de homenaje al mayor genocida conocido en Andalucía desde que se tenga noticia del lugar, Queipo de Llano, y ahí tenemos el alcalde de centro-derecha que antes de coger su bastón ya quería borrar el nombre de una señora tan moderada como Pilar Bardem a la que acusaba de haber insultado al gran Aznar sobre cuya biografía sigue cayendo todo el terror infinito de la guerra de Irak. Ya verán ustedes, qué pronto saldrá algún alcalde agradecido que quiera dedicarle una calle, y que nadie diga nada porque por lo de Irak, el gran Aznar no ha pagado ni una multa de 25 pesetas.

Pepe Gutiérrez Álvarez

UVA dijo...

Pepe, estás tan desenfocado, tan errado, tan obcecado y tan exaltado, que no merece la pena ni siquiera rebatir lo que dices.

En todo caso, espero y deseo que Dios te abra los ojos y la mente, a ver si dejas de confundir a Pilar Bardem con una señora, a la ayuda médica y humanitaria que Aznar llevó a la guerra de Irak con una participación bélica en la misma (¿conoces algún soldado español que disparara un solo tiro desde el buque hospital que enviamos allá?), y a Queipo de Llano con un genocida.

Por cierto, ¿cómo llamarías a Santiago Carrillo? ¿El filántropo de Paracuellos?

Anónimo dijo...

Esta foto que ha puesto usted Sr Urbina...

El iluminado no puede tener una expresión más reveladora de lo que lleva dentro, o sea, como dijo el poeta:
"esa triste expresión, que no es tristeza,
sino, algo más o menos, el vacío
del mundo en la oquedad de su cabeza..."

¿Y Leyre? Ay! Leyre! Viendo esta foto compruebo que cada día te pareces más a tu padre... quiero decir al de verdad, al que estos días está saliendo tanto en la tele, con esa nariz respingona... ¡Qué puñetera es a veces la naturaleza! ¿verdad?