jueves, 23 de junio de 2011

ENFERMOS DE IDENTIDAD




ENFERMOS DE IDENTIDAD.

Si hay alguien que sigue la actualidad política de Cataluña, éste es el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol. Desde su Centro de Estudios, el veterano político imparte consignas, lanza advertencias o analiza coyunturas según más convenga, desde la autoridad que le da su experiencia. El último boletín del centro, publicado este mismo miércoles, es significativo del clima político.


Bajo el significativo título de “Habéis perdido y no os necesitamos”, lanza un duro alegato contra la actitud de los partidos españoles con Cataluña. Y, además, ilustra este editorial una no menos significativa fotografía de un puente roto.


En España, cuenta Pujol, el clima que se respira “responde a una actitud especialmente destructiva”. Para con Cataluña, evidentemente. Para sustentar su tesis, el ex presidente catalán reproduce algunas frases de un diálogo entre “personas no catalanas de muy alto nivel económico y político y un par de catalanes, también lo suficientemente representativos y de ninguna manera radicales pero críticos con el trato que recibe Cataluña, aunque deseosos de evitar que se acentúe el distanciamiento y la fractura”.


Entre las frases con que obsequiaron sus interlocutores a estos dos catalanes, Pujol cita algunas: “Habéis perdido la guerra”. O “no os necesitamos, porque, en cualquier caso, y aunque haya tensión, seguiréis contribuyendo al PIB español con un 20% y además con déficit fiscal”. Y también: “En cualquier caso, en momentos de grave crisis económica y social, si necesitamos vuestro apoyo político y parlamentario también nos lo daréis porque el derrumbe también os perjudicaría”.


Se queja el dirigente nacionalista de que ésta no es una actitud excepcional ni reciente y recuerda que en el primer artículo del boletín de su centro, en julio del 2008, “superada la Transición y con el nuevo Estatuto metido en la ratonera del Tribunal Constitucional, y con una franqueza brutal, nos decían en momentos de descontrol de la simulación: ‘ya empieza a ser hora de desenchufarles la respiración asistida’”. 

Para Pujol, esta actitud “es la dominante ahora en España. De la derecha y de la izquierda. Es preciso ser consciente y no autoengañarse”.

Advertencias de líderes políticos
Recuerda también que hace tiempo que diversos líderes políticos están lanzando advertencias sobre la desafección entre Cataluña y España. “Desde el Presidente Montilla hasta Miquel Roca, Josep Maria Castellet o yo mismo. Incluso Felipe González se apunta, aunque sea en buena parte, en el libro que ha publicado conjuntamente con Miquel Roca (con el título lo suficientemente significativo de ¿Todavía podemos entendernos?). Y yo mismo confesé hace poco que estábamos ante un dilema muy serio entre ser residuales o ser independientes”.


Pujol advierte que “si la actitud de España ahora es de que no nos necesitan, la nuestra ha de ser lo más autosuficiente posible. Es decir, necesitarlos poco. Lo menos posible. A pesar de que no es verdad que ellos puedan prescindir del todo de nosotros ni nosotros de ellos”. Y añade: “España va demasiado mal y ha actuado con suficiente desacierto como para poder prescindir de Cataluña”. Y critica que “seguirán ordeñándonos con el déficit fiscal”. Aun así, llama a “bajarse del burro y a ser realistas”. Y aboga por la seriedad para cohesionar Cataluña.


“Es evidente que Cataluña está muy condicionada por la política y la legislación españolas. Pero una cosa es la legislación más o menos impuesta y otra, la orientación que el país dé a su economía, a su trabajo cultural, a sus universidades y a su investigación y a sus obras sociales”. Todo ello, claro, para que en Cataluña “vuelva a haber buen Gobierno, hacer que se fortalezca interiormente en todos los sentidos, resistir con la máxima firmeza los ataques contra la lengua catalana, descarados o sutiles y disfrazados. Quizá no seremos independientes, no lo sabemos, pero, como mínimo, si somos menos dependientes, podremos ser más nosotros mismos. (A. Fernández/El Confidencial)

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 ENFERMOS DE IDENTIDAD.

Los enfermos de identidad (catalanistas) tienen un enorme complejo de superioridad. No pueden ser tratados como los demás. Es un insulto. De ahí, entre las muchas paridas catalanistas, el 'Federalismo asimétrico'., sea un ejemplo de su actitud.

Esto significa que ellos son 'más iguales que otros'. Es decir, no pueden ser tratados como los demás, en plan de igualdad. En caso contrario, pataleta y victimismo. Por eso provocan tantas simpatías. Su especialidad es 'hacer amigos'. Pero no quieren enterarse. 


Otra característica nacionalcatalanista es que ellos nunca tienen la culpa de lo malo. La tienen los españoles opresores y explotadores. En cambio, son responsables de lo bueno. 

Por cierto, están metidos en 'la ratonera del Tribunal Constitucional' cuando este tribunal no hace lo que ellos quieren. Es decir, se convierte esn 'ratonera' si no es obediente a las exigencias nacionalcatalanistas. Otra manera de pasarse por el forro las instituciones democráticas. Cuando no son 'obedientes' a los designios sagrados del 'pueblo catalán'.


O sea, enfermos de identidad.

Sebastián Urbina.

PD.
Me olvidaba. Añade el Honorable, 'seguirán ordeñándonos con el déficit fiscal'. Por 'déficit fiscal' suele entenderse 'solidaridad'. Creo que la cuestión es si los ciudadanos catalanes pagan más que los demás ciudadanos españoles, en igualdad de circunstancias.

¿Pagan más? ¡Claro que no! Un ciudadano de Extremadura paga lo mismo (o muy parecido) a lo que paga un ciudadano de Cataluña, en igualdad de circuntancias. ¿Por qué lloran tanto? Porque se creen superiores, porque tienen gran tradición victimista y porque a fuerza de repetir que 'Madrid nos explota' se lo terminan creyendo.



Por otra parte, además de las 'balanzas fiscales' habría que ver las 'balanzas comerciales'. Cataluña exporta mucho más al resto de España, que el resto de España a Cataluña. Bueno, pues si están explotados y humillados por los españoles, podemos comprar en otros sitios. No queremos verlos sufrir.

5 comentarios:

Joan dijo...

Un ciutadà extremeny paga el mateix que un català. És el govern espanyol el que inverteix més a Extremadura que a Catalunya. D'aquí ve la desigualtat que ja fa més de 30 anys que dura i no sembla que s'hagi d'acabar.
Per altra banda la balança comercial és de naturalesa civil o mercantil: respon a un do ut des, hi ha una contraprestació. El dèficit fiscal és de Dret públic, no hi ha contraprestació.

Sebastián Urbina dijo...

Solamente los ultraconservadores (no le critico por ello) rechazan que se produzcan transferencias de las rentas más altas a las más bajas.

Otra cosa muy diferente es cómo se lleve a cabo esta transferencia. En mi opinión, (y dejando aparte el lloriqueo casi exclusivamente catalanista) las transferencias deben hacerse para que se pueda invertir en infraestructuras y educación (básicamente) si hay atraso en estos aspectos. No para fiestas. Con el objetivo de que, en un próximo futuro, no sean necesarias tales transferencias.

En cuanto a las balanzas comerciales, aunque sean el resultado de negocio privado, es un hecho que Cataluña exporta entre el 75% al 80% al resto de España, muchísimo más que a la inversa. Podría suceder que los afectados, cansados de recibir insultos y menosprecios, decidieran no comprar al que les insulta. El último ejemplo (entre miles) lo tenemos en las declaraciones de Pujol.
Por ejemplo, si voy a un restaurante que me trata mal (en el sentido que sea) no vuelvo.

La reacción de Boadella ¡Que se vayan de una puta vez!, no se debe a un arrebato momentáneo. Es el resultado de décadas de fanatismo indentitario catalanista. Pero no es probable que rectifiquen. La responsabilidad es siempre ajena.

En esto se parecen a los socialistas. Ahora el último mantra socialista, que repiten como loros, es que la crisis económica es culpa de Aznar.

Anónimo dijo...

Yo les daría la independencia. Luego mandaría el ejército a conquistarlos, y después, ya que no quieren ser españoles, les convertiría en vasallos de España.

¿No se remontan a Felipe V para decir que son tierra conquistada? Pues se merecen serlo de verdad.

Y ya se eso de que todos los catalanes no son iguales, que no se puede generalizar, pero me pregunto, ¿Donde están los buenos? ¿Por qué no se les oye?

Y es que ya cansan con tanta soberbia por un lado y tanto chupar del bote por otro.

¿Quieren ser ciudadanos de una Nación que no existe? ¿Quieren seguir actuando como si los delirios de cuatro iluminados fueran artículos de fe? Pues hale, con su pan se lo coman. Yo estoy con Boadella, ¡que se vayan de una puta vez!

filósofo dijo...

Sebastián,

No sé si ha comentado algo de las medidas de Bauzá. Se ha cargado un montón de consejerías y la racista dirección general de normalización lingüística. parece que este tipo apunta buenas maneras, ¿ noooo ?

Saludos

Sebastián Urbina dijo...

Para 'filósofo'.
Tal vez no lo he comentado pero pinta bien. Si la cosa se mantiene en la buena dirección haré referencia a Bauzá. Esperemos un poco. Esperanzados, eso sí.