sábado, 1 de octubre de 2011

LIBERTAD








SUSAN BLACKMORE Y LA LIBERTAD.




Esta psicóloga dice, en 'Conciousness, An Introduction (Oxford University Press, 2003): 'La conciencia no existe. Sólo hay un cuerpo moviéndose y haciendo cosas'.






Y añade:






'Porque considero que si crees que tienes libre voluntad, tienes una idea falsa de lo que significa actuar y lo que significa decidir y lo que significa tener responsabilidad. Nuestra sociedad está fundamentada sobre la idea de la libre voluntad, y castigamos a las personas de manera horrible por cosas que hacen, asumiendo que tienen libre voluntad en algún sentido tradicional que habla del poder que tiene su mente consciente de decidir ...' 'Debemos desarrollar y utilizar y apreciar y disfrutar de nuestro deseo de ser buenos, para poder ser mejores'.






Es habitual distinguir entre el 'mal natural' (o daño natural) y el 'mal moral' (o daño moral). Un ejemplo del primero sería un terremoto con sus secuelas de destrucción y muerte. Un ejemplo del segundo sería un campo de concentración, con sus torturas y asesinatos. Lo que la sra. Blackborne propone es equiparar ambos tipos de males. Supongamos que una de mis lectoras es violada, lo que espero que no suceda. Pues bien, de acuerdo con la sra. Blackborne no habría justificación para castigar al violador. Lo mismo sucedería con los ladrones y los asesinos. Y lo mismo sucedería con Hitler y Stalin. ¿Quiere usted vivir en este tipo de sociedad?






Yo creo que, aunque quisiera, no podría. Se trataría de la 'ley de la selva', no de una sociedad organizada. Es decir, lo que los progres dicen del capitalismo que, por definición, es ‘salvaje’. Una auténtica idiotez. Lo que no es una idiotez sino una pesadilla, es pensar que podemos 'vivir' en algo que llamamos 'sociedad', sin los conceptos de 'bueno' y 'malo', entre otros.






Por otra parte, me parece incomprensible, además de absurdo, hablar de 'seres humanos físicos que quieren ser buenos'. Una realidad material (ser humano físico) no se convierte en moral (ser buenos) por arte de magia. Si la expresión 'seres humanos físicos, se refiere a un hecho (como parece claro), se produce un salto no lógico entre un hecho y un deber moral, 'ser bueno'. Da vergüenza recordar que un animal no humano, no puede ser ni 'bueno', ni 'malo'. Hace tiempo que el filósofo D. Hume nos recordaba que no podemos derivar lógicamente un 'debe' de un 'es'.






¿De dónde sale el deber moral? De la propia evolución de la especie humana. Es la única especie en la que ha aparecido un nivel emergente moral. Lo que no significa que salga de la nada. Sólo significa que no es idéntico a la actividad física, como ir al water, estornudar o nadar. No hay 'pura' materia, ni hay 'puro' espíritu. Recordemos los niveles emergentes de los que hablaba F. Mora: físico, orgánico, social y cultural. En este último emergería la dimensión moral.






Así como el simpático oso hormiguero no tiene conciencia moral, el ser humano la tiene. Y con ella se han desarrollado conceptos básicos como, 'libertad', 'responsabilidad', 'obligación', etcétera. No podemos entender nuestras instituciones más importantes, ni a nosotros mismos, sin estos conceptos. Que, recordemos, no son externos a nosotros. Forman parte de nuestra realidad más profunda. Hasta tal punto que, si los perdiéramos, ya no seríamos como somos. Seríamos otra cosa diferente. Incluso la señora Blackmore.






Sebastián Urbina.

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