martes, 1 de noviembre de 2011

¿MAFIA SINDICAL?





SE PREPARA EL ACOSO DE LOS SINDICATOS A RAJOY



Esperarán, tal vez, hasta enero, pero UGT y CCOO preparan ya sus dispositivos para replicar a cada medida reformista de Rajoy con un rosario de huelgas. Está claro que si España no quiere ser intervenida, a Mariano Rajoy no le quedará otro remedio que tomar las medidas impuestas por Europa, como le ha ocurrido a Zapatero, igual que a Grecia y Portugal. Es mucho lo que nos jugamos. Y Mariano Rajoy tendrá que hacer frente a la impopularidad de ciertas decisiones.


Los sindicatos, no. Los sindicatos están dispuestos a paralizar la maquinaria del Estado para justificar su existencia, sus prebendas y las incontables subvenciones directas o indirectas con que son obsequiados.


Si Rajoy se decidiera a nombrar a José María Fidalgo ministro de Trabajo, como ha propuesto Aznar, y el dirigente sindical aceptara, el problema no desaparecería pero disminuiría su acritud. La fórmula más habitual para quitar mordiente a los sindicatos consiste en cubrirlos de dinero. Lo han hecho casi todos los presidentes del Gobierno, de forma especial José Luis Rodríguez Zapatero. Pero Rajoy carecerá de dinero para despilfarrar. Si quiere combatir el déficit y la deuda, tendrá que hacer restricciones. Y le espera una buena. Esa es la amenaza que se cierne en el borrascoso horizonte tras el 20-N. (Luis Maria Ansón/El Imparcial).






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LOS SINDICATOS, CONTRA LA EDUCACIÓN PÚBLICA.






Los sindicatos de la enseñanza se manifestaron este sábado por las calles de Madrid para protestar por los recortes que, a su juicio, están llevando a cabo las administraciones autonómicas gobernadas por el Partido Popular, al que acusan de estar realizando oscuras maniobras para perjudicar a la educación pública.


A tenor de la situación de la educación estatal española según todos los indicadores, cabría entender que los sindicatos de enseñanza se manifestaran reiteradamente exigiendo cambios legislativos y pedagógicos para sacar a la educación pública de la sima en la que lleva varias décadas, las mismas que han transcurrido desde que el primer gobierno socialista hizo su reforma educativa. Pero a los representantes sindicales el estado de la enseñanza pública les debe de parecer espléndido, salvo por el hecho de que, a consecuencia de la crisis, las administraciones están racionalizando también los fondos que dedican a este sector.


Si el funcionamiento correcto de un servicio público como la educación estatal depende fundamentalmente del presupuesto asignado, los defensores de la educación pública deberán explicar por qué los países que se sitúan en lo más alto del ranking de la calidad educativa gastan mucho menos que España en todos los tramos de la educación obligatoria.


La contundencia de los datos comparativos y la realidad del desastre educativo que padece nuestra educación estatal son argumentos suficientes para formular una severa crítica a unos sindicatos que, con gran perjuicio de los alumnos, persisten en sus convocatorias de huelgas y manifestaciones especialmente en las regiones gobernadas por el PP, lo que sugiere una motivación más cercana a la política –el 20-N está ya muy cerca– que a una preocupación sincera por el estado de un servicio claramente depauperado por culpa los correligionarios de la mayor parte de los que organizan estas algaradas.


Los sindicatos de enseñanza se han revelado, con esta actitud contestataria, como un obstáculo más para conseguir algún día que la educación pública sea el servicio que quiere y merece para sus hijos la inmensa mayoría de los contribuyentes. Especialmente los que no pueden llevarlos a colegios privados de lujo, como hacen muchos de los que se desgañitan en esas manifestaciones, por fortuna, cada vez menos numerosas. (ld).


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PROPUESTA ELECTORAL DEL PP


UGT llama "ataque en toda regla" que las TV públicas tengan gestión privada


Por si alguien albergaba alguna duda, los sindicatos empiezan a posicionarse sobre las promesas que el PP ha incluido en su programa electoral. (ld)

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