martes, 27 de diciembre de 2011

PP BALEAR: ACOMPLEJADOS

 





Bosch debe marcharse
Joan Font Rosselló
 

El Partido Popular nos la ha vuelto a meter doblada. Todo un clásico. Decía Marx que la historia se repite dos veces, la segunda como un sainete. El PP ha vuelto a engañar a sus electores que se creyeron sus promesas electorales de libre elección de lengua. Una vez más. Ya pueden reinterpretar la ley de normalización como quieran, ya pueden recurrir a todos los eufemismos habidos y por haber, ya pueden decir que se ha tratado de un mal entendido, ya pueden escudarse en la falta de dinero. Monsergas.

La misma historia de siempre. Como en Galicia, como en Cataluña. Es cierto que el principal responsable de la fechoría es José Ramón Bauzá pero no está de más recordar la candidez de muchos electores que una vez más se han dejado embaucar por un partido que les lleva engañando desde hace treinta años. Y a todo esto, ¿qué dice Carlos Delgado? ¿Aprueba las decisiones de Rafael Bosch y el silencio cómplice de Bauzá, sus compañeros de Govern? ¿O el hombre de los principios que decía ser –y que algunos todavía creemos que es– ha abandonado la principal bandera que esgrimió contra Rosa Estarás y Bauzá en los dos congresos internos que provocó para hacerse con las riendas del partido? Porque entiendo que las decisiones del Consell de Govern se toman solidariamente, no individualmente.

Hasta ahora Bauzá no ha tomado una sola decisión en la dirección prometida. La rebaja de requisito a mérito del catalán para acceder a la función pública no tendrá apenas ninguna trascendencia puesto que, tal como está la situación, transcurrirán años antes de convocar más ofertas de empleo público, siendo probable que ni siquiera se cubran las plazas que se amorticen por jubilación. Además, los funcionarios del sector docente han quedado excluidos de la norma general que ya no exige el catalán como requisito. Volvemos a lo de siempre. Un Govern del PP anuncia medidas efectistas pero ineficaces en la práctica. Medidas que son amplificadas gracias al crujir de dientes y golpes de pecho de las plañideras nacionalistas que lo perciben como el enésimo ataque al catalán. El ruido y la furia sirven para crear la atmósfera perfecta para dar a entender a la opinión pública que las cosas están cambiando. Nada más lejos de la realidad. Cambiarlo todo para no cambiar nada.

Francesc Fiol, conseller de educación durante el segundo mandato de Matas (2003-2007), era un consumado especialista en estas cortinas de humo y maniobras de distracción. El guión, el de siempre. Le gustaba anunciar experiencias piloto tan revolucionarias como tener dos maestros en las aulas de infantil para dirigirse a los alumnos en su lengua materna. El anuncio venía seguido del tradicional mar de lamentaciones e insultos del catalanismo organizado, lo que les servía de coartada a Matas y a Fiol para presentarse ante sus propios votantes como los paladines del bilingüismo y la libertad lingüística. Y sólo se trataba de un plan “experimental” para apenas once aulas de Infantil. El parto de los montes. Fiol y Matas nos tuvieron entretenidos con anuncios estériles y planes piloto parecidos durante cuatro años. Si modalidades, si trilingüismo (que sólo se aplicó, y mal, a una treintena de colegios), si libertad de elección para la que no hacía falta modificar, decían, la ley de normalización de 1986. El mismo discurso que ahora, el mismo. Al final, nada de nada. Mucho ruido y pocas nueces.

Miren lo que ha pasado con el Institut Ramon Llull. Bosch decía antes de las elecciones generales que la decisión de mantenerse en el Llull era estratégica, que sólo tenía por objeto no molestar a CiU, que la decisión final estaba supeditada a que Mariano Rajoy sacara o no mayoría absoluta. El Gobierno de España podía estar en juego y convenía no disgustar a CiU. Ahora resulta que, dependiendo CiU del PP en Cataluña y sin ningún poder decisorio en Madrid, Rajoy trata de acercarse a CiU para repartirse los costes electorales ante los duros recortes que se avecinan. ¿Para esto quiere el PP la mayoría absoluta? ¿Cree alguien que Bauzá va a salir del Institut Ramon Llull, ahora que ya no necesita ponerle la alfombra a los nacionalistas de CiU ni a Vicenç Villatoro? Incluso Matas fue más valiente que Bauzá.

Nos toman el pelo una y otra vez. Ni siquiera la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares, auspiciada por esta madre-coraje a quien deberíamos rendirle tributo por su tenacidad, una sentencia que declara ilegal la inmersión obligatoria y que afirma que durante lustros se ha estado violando el derecho fundamental de los padres a elegir la lengua vehicular de sus hijos al menos en sus primeras letras, algo que debería avergonzar al PP y a los partidos del Pacte, ha espoleado a Bosch y Bauzá a materializar de una vez por todas el regreso al Derecho, al sentido común y a la racionalidad. En lugar de pedir perdón, el PP balear, el cooperador y cómplice necesario del fascismo lingüístico que nos martiriza, sigue dando largas al asunto y situándose en un calculado centrismo lingüístico para dar apariencia de centralidad y moderación. Bauzá ya no tiene excusa alguna para demorar la aplicación de la sentencia. ¿De qué tiene miedo el PP balear? Ya está bien de que sus mandamases traten de embaucarnos criticando a los nacionalistas y a los políticos de Cataluña cuando su política lingüística ha sido prácticamente la misma. Queremos hechos, no más palabras.

Bosch debe marcharse o Bauzá lo va a pagar muy caro. Porque el máximo responsable de la felonía es Bauzá, no Bosch, que nunca fue uno de los nuestros. Bauzá puede y debe rectificar destituyendo a su actual conseller de educación y poniendo en su lugar a alguien con arrestos que cumpla con la libre elección de lengua. Si no lo hace, lo pagará en las urnas. El tiempo ha dado la razón a UPyD cuando advertía de que las promesas lingüísticas de Bauzá no eran sino una estrategia para neutralizar su mensaje. Le salió bien. Aunque mucho me temo que, de seguir así, muchos ciudadanos que confiaron en Bauzá no van a darle una segunda oportunidad. (Joan Font/El Mundo).


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EDUCACIÓN, ELECCIÓN DE LENGUA

UPyD: “Bosch no quiere cumplir el compromiso electoral del PP de libre elección de lengua en la enseñanza”

    UPyD sostiene que el conseller de Educación se ha rodeado de un equipo gestor caracterizado por su tibieza lingüística, que teme la capacidad de “hacer ruido” del nacionalismo y a la vez  menosprecia a la mayoría de los votantes del PP, que confió en la propuesta del programa electoral del PP de libre elección de lengua en la enseñanza.

Palma, jueves 29 de diciembre de 2011
 

5 comentarios:

María dijo...

Se puede decir más alto, pero no más claro. Pero me temo que eso de que el PP lo pague en las urnas no lo veremos nosotros...

Sebastián Urbina dijo...

Pues yo me juego un café con leche a que UPyD obtendrá, al menos, tres millones de votos en las próximas.

María dijo...

Es posible y espero que así sea. Pero yo me juego ese café con leche a que ese número de votos no los pierde el PP ;)

Sebastián Urbina dijo...

Yo creo que, aproximadamente, los votos le vendrán (más o menos 50%) de PSOE y PP.

Esto merece dos cafés con leche.

María dijo...

Su blog es testigo...dos cafés con leches a que la mitad de los votos que gane UPyD no los pierde el PP. La pena es que habrá que esperar 4 años!