jueves, 24 de mayo de 2012

LA ENFERMEDAD IDENTITARIA






 



LA ENFERMEDAD IDENTITARIA.

RACISMO INDEPENDENTISTA.

Empieza a ser hora que la mayoría social catalana tome conciencia de la ideología totalitaria que rezuma la deriva independentista del nacionalismo catalán.
Durante años, las paredes de toda la geografía catalana, han sido infectadas con exabruptos claramente ofensivos o directamente racistas contra todos los catalanes. No se vayan a confundir, no me refiero a "Muerte al negro", "las mujeres con la pata quebrada y en casa", o "Fuera gays de Cataluña". No, no, por dios, en esta tierra no somos racistas. Miren si no al negro de turno que ponen en la cabecera de cualquier manifestación los de CiU o ERC. (¿O eso precisamente es racismo? Bueno, no nos liemos porque también puede ser pedagogía).

A lo que iba, aquí, esas obscenidades no se pintan y si alguna vez se han pintado, los responsables de nuestras instituciones las borran inmediatamente y con publicidad añadida. No se sabe muy bien si por convencimiento moral o por cálculo electoral. La cuestión es que, al menos con estos temas, somos tan normales como el resto de los españoles.

Pero hay otras pintadas igualmente racistas que permanecen en las tapias de nuestras ciudades sin aparente escándalo social y político. Pongo un ejemplo;

El 13 de septiembre de 2009, el mismo día que el Ayuntamiento de Arenys de Munt celebraba el primer referendum independentista, en las paredes de Sant Esteve de Palautordera, una amiga me hace llegar varias pintadas claramente racistas que el Ayuntamiento de la localidad, cuyo alcalde es de CiU, no se ha dignado borrar. No se crean que están a las afuera o poco visibles. Al contrario están en el mismo centro del pueblo. Y llevan así desde el 15 de junio del 2009: "MORT ALS XARNEGOS" (Muerte a los Charnegos), "ESPANYOL FILL DE PUTA" (Español, hijo de puta), "UN "XARNEGO, UNA BALA" (Un charnego, una bala), "FILL DE PUTA, ESTÁS MORT" (Hijo de puta, estás muerto) etc. Y llevan así desde el 15 de junio porque el consistorio no quiere quitarlas a pesar de las denuncias hechas a la guardia urbana.

El problema no son las pintadas en sí, en todas las sociedades, no solamente en la catalana, hay descerebrados dispuestos a escupir en las paredes. El problema es que los mismos políticos que se indignarían con pintadas como, "Muerte al negro", dejan que "Muerte a los Charnegos" permanezca en las paredes de nuestras localidades.

Y es que el nacionalismo que profesan les sirve para enmascarar lo que en sí mismo es un eslogan racista. La cercanía de su ideología al contenido de la pintada, la blanquea y, en el mejor de los casos, les deja indiferente. Como al alcalde de CiU, de Sant Estevan de Palautordera, Salvador Cañellas Baró que domina el Ayuntamiento con 6 concejales, 2 de ERC y 3 del PsDE.

Ya está bien, hoy el nacionalismo está justificando comportamientos inadmisibles en cualquier sociedad. Tengan por seguro, que muchos de ellos, si leyeran este escrito, acabarían despotricando con argumentos de esta calaña: "Otro españolista de mierda", "si no estás a gusto en Cataluña, vete a tu puta España".
Al fin y al cabo, no hay más Cataluña que ellos. O si quieren, son tan imbéciles, que si en vez de ser nacionalistas, fueran charnegos, escribirían "Muerte a los nacionalistas". (Antonio Robles/LD)
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LA ENFERMEDAD IDENTITARIA.

 

La sociedad catalana está enferma de nacionalismo.


¡No se confunda, por favor!, contestará un airado ciudadano. Una cosa son esos chalados independentistas, que se representan a sí mismos, y otra cosa son la mayoría de los catalanes. Gente de bien y alejada de radicalismos.
Este discurso empieza (¿empieza?) a cansar a muchos ciudadanos que viven en otras Comunidades españolas.


¿Por qué? Porque no terminan de entender que si el nacionalismo catalanista, con sus referendos ilegales, su racismo, sus insultos y coacciones, no representa a la mayoría de los catalanes ¿qué sucede que se votan, una y otra vez, a los partidos nacionalistas?
El actual Tripartito es claramente nacionalista. El PSC no ha dado pasos atrás en relación al período pujolista. Todo lo contrario. Y no hablemos de ERC. Por su parte, izquierda unida no quiere quedarse descolgada. La moqueta es la moqueta y sabe dar rentabilidad a sus escasos votos.

 

Con otras palabras. Si la mayoría de catalanes no está de acuerdo con la pobre imagen que dan los partidos que gobiernan Cataluña ¿por qué no se abstienen? También pueden votar al PP o UPyD. No son perfectos, pero hay algunas diferencias frente al nacionalismo enfermizo de los actuales dirigentes. ¿Acaso ya han interiorizado que son una cuadrilla de fachas españolistas? Y votar a CIU es más de lo mismo. ¿O es que, a la sensata mayoría de catalanes, no les parece tan enfermizo el catalanismo obligatorio?


No hablo de oídas. Me parece que mucha gente catalana, aparentemente sensata, reacciona con virulencia ante críticas como las que aquí se hacen, u otras similares. Si mis experiencias personales pudieran extenderse y ser representativas de la mayoría social, la cosa sería grave. ¿Por qué?
Porque una persona, o grupo, que nunca tiene la culpa de nada y siempre tiene chivos expiatorios exteriores para justificar sus errores, va por mal camino. El camino de la enfermedad política.



Incluso puede ser peor. Ya no se trata de echar la culpa de los errores a la 'puta España', sino negar la existencia de los mismos.
Mi opinión es que se ha ido creando, en estos últimos treinta años, una tupida red de intereses, subvenciones y propaganda varia que, cual lluvia fina, ha ido calando en las meninges de los catalanes. ¿Algo inevitable? No, de ningún modo. Lo que sucede es que esta tupida red clientelar-nacionalista tiene mecanismos de identificación del 'enemigo interior'.



Al disidente se le puede hacer el vacío, o se le puede hacer la vida imposible. de forma pacífica o violenta, con variados matices.
Además, basta con acusarle de 'anticatalán'. Pásalo, tú. 

 

Y la mayoría de la gente se cansa, va a lo suyo, es cobarde, (perdón, prudente) y no quiere líos. Mientras tanto, la bola de nieve va creciendo hasta hacerse inmanejable. A estas alturas, la alternativa suele ser el silencio, la negación de la realidad, o la huida. Así se va configurando una sociedad enferma. Poco a poco. Y uno de sus rasgos es, por supuesto, la negación de la enfermedad. Lo que garantiza que no podrá curarse. Es una pena.


Sebastián Urbina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es exactamente así, don Sebastián. Ya hace mucho que hablaba A. Boadella de "la muerte civil" de quien se atrevia a cuestionar publicamente el dogma nazionalista.

Yo lo tengo claro hace mucho, y lo repito siempre que tengo ocasión: el nacionalismo es un cáncer para la democracia. Ya que tiende hacia el totalitarismo. Con la persecución, mediante el aislamiento y/o la violencia, de quien se atreve a pensar diferente a la ideología imperante. Como llevamos décadas, cada vez mas descaradamente conforme se han idlo sintiendo mas fuertes -fuera caretas- viendo en España

escéptico