sábado, 21 de julio de 2012

LA ESPAÑA AUTONÓMICA.




 





¿Para qué tanto político?

La Cultura, la Educación, la Sanidad, las clases altas, medias ybajas, expoliadas. Y el disparate administrativo-político-autonómico, ni tocarlo.

  A ver si lo he entendido, señor presidente... Hasta por morirme debo pagar un 21 %... A ver si lo entiendo. Insisto.

Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos. Sin contar asesores, cómplices y
 colegas. O en Alemania faltan políticos, o aquí sobran. Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas. Señor presidente.

 ¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia
política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)? Subpregunta: si
un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar
a 15 asesores... ¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de
para dar de comer a numerosos compadres y parientes?

 ¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come?

 Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros.
 
  Con ahorrar sólo la mitad... Eche usted cuentas, señor presidente.
  Que yo soy de Letras.

 En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas y sangüijuelos se la endiñe a las familias y no a
 ellos? Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente?

 A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones. Negocios casi privados (o sin casi) con dinero público.

El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido
 votando nosotros. No somos inocentes. Son proyección y criaturas
 nuestras.

 Treinta años engordándolos con nuestra imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía...

  Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a
  menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso.
  Esos políticos de todo signo (hasta sindicalistas, rediós) puestos
  en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes. Impunes,todos.

  Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible.

Cuando alguien diga, señor presidente, mirándonos a los ojos, "voy a
 luchar por un gran pacto de Estado con la oposición"; "me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario"; "voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible"; "aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla".

"Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo
  pague de su bolsillo".

 Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su
  propia chusma político-autonómica como el PSOE lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible. Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones. Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente.

 Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como
  cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada, con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres.
  
Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados. Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles.

 Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones lingüísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí.

 Lo escribía el poeta Cavafis en Esperando a los bárbaros. Quizá los
 bárbaros traigan una solución, después de todo. Para esto, que nos
 invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan.

Arturo Pérez-Reverte.

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LA CULPA NO ES SÓLO DEL BCE.

El Gobierno de Mariano Rajoy vivió ayer uno de los días más negros de sus casi siete meses de mandato, con todos los indicadores de riesgo financiero disparados y la prima de riesgo pulverizando la barrera psicológica de los 600 puntos, algo impensable hace tan sólo unos pocos meses. 

En respuesta a esta situación de alarma total, la respuesta del Gobierno ha sido culpar al Banco Central Europeo de todos estos males por su escasa celeridad en los mecanismos de inyección de liquidez aprobados en el último Consejo Europeo, una reacción que esmalta perfectamente el grado de desconcierto en que está sumido el ejecutivo español sin que se detecte ninguna excepción entre sus miembros.

Es cierto que las instituciones europeas deben actuar con mayor contundencia en su tarea de garantizar la financiación comprometida a los países en dificultades como el nuestro, cuyo riesgo evidente de quiebra, en última instancia, interpela muy seriamente la propia supervivencia del euro. 

Pero Europa no puede solventar los graves problemas que aquejan a nuestro país si el Gobierno soberano se niega a poner los medios a su alcance para comenzar a paliarlos, el primero de los cuales es un entramado autonómico disparatado cuya reducción severa es la tarea primordial que Rajoy se niega a acometer en función de intereses meramente políticos.

La Comunidad Valenciana ha sido la primera en reclamar los mecanismos internos de rescate aprobados por el Gobierno para garantizar los vencimientos de su deuda, y junto a la comunidad levantina es seguro que otras tendrán que acudir a ese mismo procedimiento en un rosario de quiebras camufladas que puede agravar aún más la penuria de nuestras finanzas.

En una situación tan alarmante como la descrita el Gobierno de España no puede limitarse a apelar a la vagancia de los burócratas de Bruselas. Ha de actuar bajo la evidencia palmaria de que, o acaba con el actual sistema autonómico o éste acabará más pronto que tarde con el propio Gobierno y de paso con la soberanía financiera y política de España. Los contribuyentes españoles seguimos esperando. (edit.LD).


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¿Hay que licenciar el actual estado autonómico? No tengo la menor duda de que hay que hacerlo, estableciendo -como propugnaba el catedrático de Derecho Constitucional, Jorge de Esteban (diario El Mundo, 20 de enero de 2011, “El Estado de las autonomías, en entredicho”)- o un Estado asimétrico autonómico (distintos niveles de competencias y, por lo tanto, de autogobierno), o un Estado federal corresponsable (todos los territorios con similar nivel competencial).  

Sabemos que la gran cuestión nacional siguen siendo Cataluña y el País Vasco, que con Galicia fueron las comunidades que el constituyente de 1978 consideró, sin decirlo en la Constitución, nacionalidades

La generalización autonómica -el café para todos- fue un planteamiento de la izquierda en Andalucía, secundado por la burguesía sevillana, que disparó el principio dispositivo de las autonomías e hizo entrar a España en una desastrosa espiral de emulación entre comunidades. El default valenciano es muy expresivo. (José Antonio Zarzalejos/El Confidencial).


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DERECHOS HISTÓRICOS Y OTRAS MAJADERÍAS.
 

Estoy de acuerdo con todo lo que he 'colgado' en este post referido a 'La España Autonómica', con una excepción. Tanto Pérez Reverte como Zarzalejos aceptan que haya dos o tres Autonomías 'especiales, o bien Pais Vasco y Cataluña, o bien añadir una tercera, Galicia. Y rechazan, en consecuencia el 'café para todos'.

Estoy en radical desacuerdo. El propio Pérez Reverte, en su artículo se ríe de los 'derechos históricos' y me parece muy bien. Zarzalejos no se ríe nada, pero no me importa. La cuestión es la siguiente.

En una sociedad democrática en la que impera (es una básica exigencia constitucional) la igualdad ante la ley, no puede haber algunos 'territorios con café' y los demás 'con achicoria'. Es injusto e intolerable. 

Lo que puede hacerse, sin que suponga una ofensa a los demás españoles, es que tengan una televisión en la que hablen respectivamente, vasco, catalán y gallego. Pagadas de su propio bolsillo. No de los dineros de todos los españoles. También pueden editar libros y revistas en estas lenguas y organizar Jueglos Florales, o lo que crean conveniente. Con su dinero.

Pero de ningún modo pueden tener privilegios especiales. Esto sería crear españoles de primera y de segunda. Ya no estamos en la Edad Media. No debemos, por más tiempo, arrodillarnos ante los 'derechos históricos' de un territorio u otro. Y empezar la misma equivocada historia que se inició con la Transición. 

Aparte de que los territorios no tienen derechos. Ni los derechos del pasado justifican que se mantengan en el presente. ¿Acaso el derecho 'de pernada' debería mantenerse porque es muy antiguo? Si alguien tiene complejos con los nacionalistas, que vaya al médico.

Es intolerable. Durante la Transición todos los partidos políticos hicieron concesiones, excepto los nacionalistas. Nos han chantajeado estos últimos treinta y cinco años. Son el cáncer de la democracia española. Su deslealtad constitucional es patente hasta para un ciego que no sea imbécil. Y todavía algunos hablan de 'derechos históricos'. Es el colmo.

La antigüedad de una costumbre o institución no es garantía de nada. Ni sirve para justificar su mantenimiento en el presente.

Hay que construir una sociedad de ciudadanos libres e iguales. Iguales ante la ley. Estamos en el siglo XXI. ¿De qué coño hablan?

Sebastián Urbina.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.

Acaso el resto de territorios españoles no tiene Historia? Es que aparecieron de la nada tras la muerte de Franco?
Como se preguntaba Jesús Lainz en "Adiós, España": que facultad misteriosa tiene esa I Republica que al habersele sido concedida la autonomía, o solicitada, a un territorio hace ya de dicha región algo diferente y especial a las demás para el resto de los tiempos?

O es que, creo yo también, lo que aquí se premia es al chulo, al prepotente -xenófobo y clasista- que va dando voces todos los días diciendo que el es mas listo y guapo que el resto y por eso merece mucho mas.

Creo que, como dice, los tiempos de los privilegios deberían haber quedado atrás hace mucho -que es eso, por ejemplo, del cupo vasco?-. Que un Estado moderno debe basarse en la igualdad de derechos y oportunidades de todos sus ciudadanos, independientemente de donde vivan. Y si esto no es así, pues nada, volvamos TODOS al derecho de pernada, al sufragio masculino....y a lo que mas nos guste o convenga en cada caso.

Por cierto, me llama mucho la atención ver a muchísima gente conocida que dice ser de izquierdas -progres en realidad- y va siempre con lo de la igualdad y la solidaridad en la boca, que cuando se trata este tema -o el de la fiscalidad de los territorios- de repente, parecen olvidar todos sus dogmas igualitaristas para exigir, solo en estos casos, justamente lo contrario: la desigualdad y el privilegio.

escéptico

Anónimo dijo...

Vale, muy bien lo de que no haya derechos especiales meu, pero es que no caeis de la burra, no tiene porque haber derechos especiales ni desigualdades para nada. No es solo Catalunya, Euskadi y Galicia como autonomías separadas, os queda la cuarta y la mas grande castilla. Si los castellanos supierais lo que sois en vez de pretender que gallegos y catalanes sean castellanos pero sin decirlo para usar otro nombre (españa pero sin ser de verdad españa porque españoles somos esos pueblos) cuantos problemas nos ahorrariamos. no habria tres autonomías, habría 4 (El zarzalejos ese mil veces mejor que reverte por cierto) sin distinciones de privilegios (porque iba a haberlas) y si, un tipo de cartagena como reverte es castellano, asi como suena, igual que uno de badajoz, de santander de logroño y si me apuras hoy dia de zaragoza y de pamplona casi. Lo siento pero yo lo veo asi. Pero por ejemplo de acuerdo con el comentarista anterior en que privilegios económicos cero. Que si que nos gastemos nosotros nuestro dinero en nuestros juegos florales y lo de nuestras sociedades bilingues, me parece bien, (aunque gracias por ese ligero desprecio a la cultura hablando de juegos florales Te creerás que son mas representativos de nada los toros que por cierto quitando pontevedra unos pocos aficionados en galicia no te cuento lo que nos importan pero supongo que serán lo mas de lo mas, pa ponerlo en televisión pública, pues exiogo concursos de gaitas como clara representación española en tve )