jueves, 12 de julio de 2012

POLÍTICOS QUE APESTAN

 



PORQUÉ LOS POLÍTICOS (supuestamente) NACIONALES SON UNA MIERDA.

La gira europea que el presidente catalán, Artur Mas, inició el pasado martes en Portugal tendrá consecuencias. El Partido Popular (PP) está molesto por el mensaje (“Madrid no cumple sus compromisos”) que Mas lleva a los países que visita, en un momento en que todas las miradas, especialmente las europeas, están atentas a cualquier cosa que pasa a este lado de los Pirineos. “No veríamos mal que hiciese viajes para atraer inversiones o para fomentar las exportaciones. Pero para hablar mal de España, mejor que se quede en su casa”, argumentan fuentes de la cúpula del PP a El Confidencial.

La intención de Artur Mas es poner de manifiesto el supuesto expolio fiscal al que es sometida Cataluña por parte de España y dejar claro que el elevado déficit que soporta la comunidad es consecuencia de este expolio. Además, explica con pelos y señales que el Gobierno central no cumple con los compromisos firmados.

La cosa no quedará ahí: el PP quiere fiscalizar todos los viajes que hace el presidente catalán. Ya ha comenzado a mover hilos para presentar una pregunta parlamentaria sobre el coste del viaje a Estados Unidos que Mas realizó la semana pasada. En adelante, pedirá los números de todos y cada uno de los desplazamientos a los países europeos. 

Críticas al Gobierno en EEUU
Las fuentes consultadas señalan que “en el viaje que Mas realizó a Estados Unidos hizo otro tanto. No paró de quejarse y de hablar mal del Gobierno español. Ese viaje coincidió con una cumbre hispano-norteamericana donde estaban los Príncipes y Hillary Clinton, pero, pese a ser un foro de influencia, el jefe de la Generalitat no hizo acto de presencia.  Se montó su propio espectáculo por su parte, con castellers incluidos. ¡Fue apoteósico!”.

Dichas fuentes zanjan el asunto asegurando que “sabemos que (el acto) costó un riñón. Además, nos han dicho ya que los castellers se pagaron aparte para que la factura no subiese mucho y fuese escandalosa”.

La gira, según los populares, forma parte del guión que los nacionalistas tienen escrito para abordar el tema del pacto fiscal. “En ese guión, hay una serie de escenificaciones, de reuniones bilaterales y de cumbres que no sirven para nada. Y la gira que ahora comienza es otro de sus hitos”, explican a este diario.
Diversas fuentes consultadas coinciden en criticar la postura del presidente de Cataluña “porque no es el momento de emprender una gira de estas características. Se están tirando piedras contra su tejado. ¿O es que quieren caer en la zona dracma de influencia?”.

El dilema de Mas
Los populares se quejan de que “parece que todo acabe en el pacto fiscal. ¿Hay recortes? Si tuviésemos pacto fiscal, no los habría. ¿Hay déficit? Si tuviésemos pacto fiscal, no lo habría. ¿Hay paro? Si tuviésemos pacto fiscal, no lo habría. Siempre es la misma cantinela. Pero en épocas de crisis como la actual, estas cosas calan y la gente acaba por creérselo”.

El PP es consciente de que “la agenda obliga a Mas. Lo que ha hecho es empezar una ópera que tiene introducción pero que no tiene desenlace. Al final, va a acabar habiendo un pacto entre CiU y ERC para reclamar el pacto fiscal, que tendrá una mayoría raspada en el Parlamento autonómico”. Entre los dos suman 72 diputados de la cámara autonómica, aunque la mayoría absoluta se sitúa en los 168. Una propuesta con este escaso apoyo, no obstante, difícilmente tendría visos de prosperar, por lo que si fracasan los intentos de atraer a PSC y PP, Mas se encontrará con un verdadero problema. Y no tendrá más remedio que posponer el tema o formalizar un frente nacionalista que no le interesa, al menos de momento.

De momento, sin embargo, Iniciativa per Catalunya (ICV) también apoya la propuesta que Mas quiere llevar a Madrid en el segundo semestre del año, aunque los populares desconfían de que mantenga su apoyo hasta el final. “Si ICV es un partido de izquierdas, al final se acabará desmarcando. Y llegará con sólo el apoyo de ERC y CiU, o sea, el 5,1% de las Cortes españolas. ¿Y qué éxito puede tener ese peso a nivel de negociación con el Gobierno de España?”.

El PP sí percibe, no obstante, que “la amenaza de convocar elecciones anticipadas ha remitido”. Y ello porque, afirman, Mas sabe que si convoca elecciones en estos momentos, los resultados no variarán mucho de los que hubo a finales del 2010. Es más, enfatizan que “CiU puede sacar entre 58 y 60 diputados sólo, cuando en la actualidad tiene 62. Los números no les salen y por eso no se atreven ahora a amagar con un anticipo electoral”.
 (Antonio Fernández/Barcelona/El Confidencial).

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AROMAS QUE APESTAN.

En un país decente, si un Presidente de una Autonomía, Lander, o Estado dentro de una Federación, se atreviera a despreciar públicamente a su país en sus viajes al extranjero, sería corrido a gorrazos y, además, perdería las próximas elecciones. Por lo menos.


Pero España es un país aborregado. Es cierto que la clase política (con las excepciones de rigor) da asco, pero buena parte de la población no es mucho mejor. Forma una masa aborregada. Se ve, por ejemplo, con su desdén, desprecio u olvido de las víctimas del terrorismo. 

En fin,  con el olvido (o cosas peores) de todos los que sufren la miseria moral, la discriminación,y las coacciones de los separatistas antiespañoles. Especialmente en las Vascongadas (lo digo por joder, para no darles el gustazo de 'Pais Vasco' o 'Euskalerría') o el Oasis catalán. Cada uno con sus 'peculiaridades'.

Creen (o dicen que creen) que estas cuestiones son 'cosas de políticos'. Que bastante tienen con llegar a fin de mes. Pero la democracia no puede ser mejor que los propios demócratas. Es cierto que los ciudadanos no podemos (en una democracia representativa) estar todo el dia de politiqueo y saliendo a la calle. Pero hay excepciones.

En estas condiciones, no debe extrañar que estemos en una gravísima situación. No solamente económica. Y de este aborregamiento se aprovecha la apestosa (con las excepciones dichas) clase política. Sindicatos incluidos.

Lo dicho, en un país decente, Artur Mas no se habría atrevido a la bajeza de hablar mal de España en sus viajes al extranjero. Pero aquí no pasa nada. ¿Qué hará Rajoy? Soltar una gracieta parlamentaria. Y no le dará vergüenza.

Claro que si es usted un ciudadano corriente la cosa cambia. Ahí se le aplica la ley a rajatabla. Se va a anterar de lo que vale un peine. O sea, una República Bananera. Y a pagar impuestos.

Y si Artur Mas se hubiera atrevido a esta bajeza (propia de los separatistas antiespañoles), lo habría pagado muy caro. En un país decente. Pero recuerden que aquí hemos colocado a los primos hermanos de los terroristas en las instituciones democráticas. ¿Democráticas? ¿Se puede ser más gilipollas? Pues eso.

En fin, siga comprando productos catalanes y vascos. Los esclavos son así. Agradecen, incluso, los insultos. A los que no tienen dignidad, que les den.

Sebastián Urbina.

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