lunes, 13 de agosto de 2012

CATALANISMO CORRUPTO Y DESPILFARRADOR





 






ORDEN DISPERSO.

La Generalidad de Cataluña, después de anunciar que acudirá al Fondo de Liquidez creado por la Hacienda del Estado para evitar la insolvencia de las Comunidades Autónomas, ha comunicado que este mes no podrá atender sus pagos a los centros hospitalarios y de atención geriátrica con los que tiene convenios, o sea, que se encuentra en quiebra. Tres décadas de nacionalismo intervencionista, megalómano, corrupto y despilfarrador, han desembocado en la ruina y el descrédito de la que fuera en otros tiempos el motor de España. 

Hoy la tierra de vigorosas estirpes industriales, de mecenas legendarios de las artes, de punteras escuelas médicas, de increíbles hazañas futbolísticas, de arquitectos y pintores extraordinarios y de inspirados literatos, se ha convertido en manos de una casta secesionista, depredadora e incompetente, en un peso muerto para el conjunto de la Nación, que se ha visto arrastrada asimismo al desastre por el sistema institucional y político creado en mala hora para apaciguar sus delirios. En vez de reconocer humildemente sus errores, rectificar un camino rotundamente equivocado y ponerse a disposición del Gobierno central en estos momentos de crisis profunda, la mayoría separatista que controla el Principado desafía a la autoridad del Estado, se permite actitudes de displicente grosería, y exige airada lo que debería agradecer humilde.

 Sin embargo, no queda espacio para el asombro ni para la indignación. Desde 1978, a cada desplante se ha respondido con un gesto de apaciguamiento, a cada deslealtad con zalemas y halagos, a cada chantaje con nuevas concesiones y a cada puñalada artera con una caricia pusilánime. El ministro de Hacienda -santa inocencia- se ha dolido públicamente de que la negativa a colaborar del gobierno catalán debilita a España frente a nuestros socios comunitarios y frente a los mercados. 

¿Se habrá enterado Cristobal Montoro de que el objetivo de los nacionalistas catalanes, reiteradamente voceado por sus dirigentes, consiste precisamente en eso, en la liquidación de nuestro proyecto nacional? Andalucía, Asturias y Canarias se han apuntado también a la indisciplina, destruyendo nuestra credibilidad y provocando un preocupante repunte de nuestra prima de riesgo. La conclusión es que no se pueden ganar las batallas acudiendo al campo en orden disperso y que los ejércitos se entregan a la desbandada cuando la tropa es levantisca, pero sin duda cuando el mando no se sabe imponer.

  (Alejo Vidal Quadras/Minuto Digital)

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