martes, 21 de agosto de 2012

PREPOTENCIA DE LOS MÉDICOS



 



 GENUFLEXIÓN FRENTE A LOS MÉDICOS.

Nada ilustra mejor la prepotencia de los médicos que el artículo que hace un mes escribió en Diario de Mallorca Miguel Lázaro, líder del sindicato médico. Somos más, mejor preparados y la sociedad nos necesita. Hemos optado: mejor envidiados y odiados que dar pena. No nos autocompadeceremos ni nos autoflagelaremos. Nosotros no matamos a Manolete. Nos han buscado y nos han encontrado. Si algo nos sobra es dignidad y autoestima y no todo el mundo puede decir lo mismo. Trabajamos de funcionarios y a mucha honra, y si os pica, ajo” (A mucha honra, Diario de Mallorca). 

Los médicos están crecidos. En una sociedad, la moderna, donde el valor supremo es la vida, donde el feroz materialismo impone la salud como el bien más preciado y el hedonismo el culto al cuerpo, los médicos se creen imprescindibles. Y con razón. Su orgullo, rayano en la arrogancia, es muy superior por ejemplo al de los maestros que, comparativamente y en sus últimos enfrentamientos contra el Govern a cuenta de los recortes, se han comportado como unos corderitos de norit. Al fin y a la postre, hipocresías aparte, la educación no importa a nadie. La salud sí.

 Los maestros se quejan no tanto de sus salarios como del poco reconocimiento social, algo de lo que van sobrados los galenos. Situados en una indudable situación de fuerza, los colectivos sanitarios, con los médicos a la cabeza, saben que cualquier amenaza de huelga o de movilización hará temblar al Govern, a cualquier Govern, sea del PP o del Pacte de Progrés, que acudirá raudo y veloz a apagar el incendio, cueste lo que cueste, en detrimento, claro está, de las cuentas públicas y por tanto de los contribuyentes.

Atrás quedan las sospechas sobre sus abusos. ¿Desvío injustificado de pacientes a las clínicas privadas en las que muchos trabajan por la tarde? ¿Fraude en las peonadas?  ¿Incompatibilidades laborales? ¿Incumplimiento de horarios? ¿Negocios con las prótesis? Corramos un tupido velo sobre estas sospechas injustificadas y fruto de la envidia. A lo hecho, pecho. Ningún atisbo de autocrítica. ¡Faltaría más! “¿Por qué hemos elegido trabajar en la administración? Muy sencillo, porque hemos querido, podido y sabido. La metodología es por todos conocida: preparación, trabajo, esfuerzo, disciplina y competencia. (…) Ahí está nuestro currículum vitae” (Miguel Lázaro) Unos linces, vamos, que, por supuesto, están por encima del bien y del mal. 

Aunque ahora, cuando dicen sentirse atacados, hagan gala de su corporativismo en tanto funcionarios, lo cierto es que sus prerrogativas las han obtenido como facultativos. Durante el Pacte de Progrés, sus amenazas de huelga fueron su salvoconducto para lograr los famosos complementos salariales. Incluso el entonces consejero, Vicenç Thomàs, escondió la sentencia judicial que los anulaba, muerto de miedo por el sanquintín que se armaría si la daba a conocer. El ridículo de la ya ex consejera Carmen Castro no ha sido menor, después de que el Govern, sin ponderar las consecuencias, anunciara su supresión en un primer momento.

Los médicos se perciben a sí mismos como la joya de la corona de la Administración. Encantados de haberse conocido, se creen intocables. Durante el Pacte de Progrés, aceptaron de buen grado constituirse en una excepción dentro del funcionariado cuando consiguieron que les eximieran del requisito del catalán. Aplaudimos entonces su amor propio, la salud debe prevalecer sobre el idioma, aunque nos quedara el resquemor de por qué ellos no y los demás funcionarios sí. 

Su autoconciencia de elegidos pudo más que la mala conciencia que siempre produce la injusticia. Porque injusticia es dejar que los demás pasen por el tubo mientras se hace de ti una excepción. Estábamos incubando un monstruo. Y ahora anda desatado. La imagen del PP y PSOE, siempre a la greña, poniéndose de acuerdo para promulgar una ley con carácter de urgencia para saltarse una sentencia judicial y así permitir el cobro de los complementos salariales de los últimos meses, es la constatación fidedigna de que estamos ante un lobby ingobernable, un poder fáctico que no se somete a nada ni a nadie.

En el año que llevamos de legislatura el lobby se ha llevado por delante a Juan José Bestard y a Carmen Castro, ha carbonizado a los directores generales Martí Sansaloni y Federico Sbert, y todo indica que ha colocado a uno de los suyos al frente de Sanidad.

 Entretanto, prácticamente ninguna de las medidas previstas en el Plan de Equilibrio en materia sanitaria se ha puesto en marcha. La consecuencia: el déficit sanitario anda disparado. Enumeremos el rosario de sus éxitos. Han conseguido hacer recular al Govern en el cierre de los hospitales General y Joan March. Se han vuelto a apoderar del hospital de Inca, el cortijo del colegio de médicos. Amenazan con atender a los sin papeles sin tarjeta sanitaria, vulnerando el decreto del Gobierno, hasta el punto que Bauzá ya está preparando el terreno para una nueva rendición: decidirá si aplica el decreto de marras cuando “el Gobierno le explique bien la propuesta”. Amenazan con más movilizaciones si les hacen pagar por aparcar en el hospital de Son Espases. De momento ya han conseguido habilitar un terreno colindante como aparcamiento. En señal de gratitud, Lázaro se despacha a gusto con los mismos políticos que no dejan de rendirle pleitesía una y otra vez. No se merecen otra cosa.

El lobby médico ha dejado hecho un guiñapo a este Govern, humillándolo y demostrándole que la austeridad no va con ellos, que son ellos los que imponen las reglas de juego. Sus deseos son órdenes, sus designios son ley para unos políticos a los que les debe doler la espalda de tanto practicar la genuflexión

(Joan Font/El Mundo/baleares)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que tiene mucha razón en lo que expone, tristemente es así.

Anónimo dijo...

Sabe qué le dije a uno de estos médicos?
Le voy a poner una adivinanza, sabe cual es la diferencia entre Dios y un médico?
Que Dios no se cree médico.
Se quedo callado.

guilloux jean louis dijo...

Confirmo que los medicos son prepotentes y mejor "gilipollas", cuando he hecho las denuncias, me han cambiado un parte de los informes de mi historia clinica, han suprimido unos, modificados otros,creando otros
Durante una hospitalizacion pierdo el pulmon derecho, no hacieron nada.
Los medicos son iguales que los politicos, tienen poder y dinero.

Anónimo dijo...

Los médicos sea cual sea su especialidad son simples técnicos de áreas que no conocemos, del mismo modo que yo soy tecnico del derecho y si veo que un médico no cumple con su cometido de forma correcta en atención al paciente recibe una seria amenaza jurídica y por supuesto se le caen los pantalones y vuelve a la tierra. Simple.

Anónimo dijo...

No siempre es fácil denunciar en atención al paciente algo ni demostrable como es el trato prepotente

Anónimo dijo...

Teneis que saber que para ser médico la media de cociente intelectual es alta que para otras profesiones y en todo el mundo,,,,,por otro lado en Médico con lo que vive y experimenta sabe mucho mas de la humanidad.....en fin pueden escribir lo que quieran..total demuestran asi lo que son....

Anónimo dijo...

Eso es como las auditorías. Son de quién las paga e incluso la más independiente,cobra.