lunes, 24 de diciembre de 2012

LA OSTRA JUSTICIERA


 (Ahí tienen ustedes a la puta ostra justiciera. La amiga de Almudena Grandes. Una ostra de izquierdas dispuesta a machacar vivo a un miserable indiferente. De derechas, claro está. Ya se sabe que los de izquierdas están todos comprometidos. Con la verdad verdadera, la solidaridad solidaria y todo lo bueno que usted imaginar pueda. La mierda es de derechas. Siempre.

 (Me pregunto si una persona que desea que los 'indiferentes' (vaya usted a saber qué significa exactamente) se intoxiquen al comer una ostra, se le puede llamar 'miserable' sin que esto signifique un insulto. ¿O sería 'machista' porque se trata de una interfecta?

Esta misma roja de libro (se supone que como metáfora) dijo que todas las mañanas fusilaría a dos o tres voces que la sacan de quicio. Pues bien, esta grácil y delicada damisela va por el buen camino. Parece mentira pero así es. ¡Y eso sin ir a misa! Ha pasado de fusilar a dos o tres tíos (porque una roja no fusila tías, con perdón imperdonable) cada mañana, a desear la intoxicación, por ostras, de los indiferentes. ¡Qué buena es! Moralmente hablando, no crean.

Sigo preguntando. ¿Se le puede llamar 'tonta del culo', sin faltar? Bueno, lo dejaré en 'pobre roja rencorosa y totalitaria'. Es un poco largo para encabezar un periódico, lo sé.




En la contrapartida de El Mundo, Almudena Grandes desea una selectiva Feliz Navidad. La articulista ofrece un largo listado de personas a las que desea Feliz Navidad. Esos son los primero que cita:
A los que luchan por la dignidad de todos. A los huelguistas de la sanidad pública, a los combatientes de la marea verde, a los investigadores y científicos que no quieren emigrar, a los trabajadores de Canal Nou, a los de Telemadrid, a todos los periodistas que no han renunciado a su oficio, a los voluntarios que paran los desahucios, a los jueces que se niegan a que la justicia se convierta en un privilegio, a los farmacéuticos que se saltan la ley a la torera, a los que trabajan gratis en cualquier sector para mantener en pie los servicios que este Gobierno está arrebatando a los ciudadanos cuyos intereses debería proteger, a los que se movilizan, a los que se indignan, a los que protestan por ellos y por los demás.
Lo que más llama la atención los malos deseos que dedica a quienes no comparten sus puntos de vista, que además son retratados en términos muy negativos:
A los demás, no. A los culpables, a los corruptos, a los indiferentes, a los insolidarios, a los mentirosos, lo único que les deseo es que se intoxiquen con una ostra justiciera. Ojalá.
(PD)

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