jueves, 20 de diciembre de 2012

SOLUCIÓN A NUESTROS PROBLEMAS




 (No basta, Mariano, con afrontar la crisis económica. Pero, claro, hay que ser un hombre de Estado para hacer frente a los grandes problemas. Lo malo es que, si no lo eres, lo pagaremos todos. Porque la manzana (la estructura actual del Estado) está podrida.)










ESTE ES EL PROBLEMA.
Una solución de fondo a nuestros males implica hacer una autocrítica del sistema que es bastante incompatible con el timbre tecnocrático con que actúa el Gobierno. No se puede seguir cargando los costes sobre las filosóficas espaldas de los pecheros, y del sector privado, sin realizar una reforma muy radical del esquema de funcionamiento de los poderes públicos, de la burocratización y ausencia de democracia interna de los partidos, de su rendición al clientelismo y la corrupción, de su incapacidad para canalizar la participación política dotando al sistema de imaginación, alternativas y flexibilidad. 

Se trata de deficiencias ampliamente sentidas y constatadas que, si se cree realmente en la democracia liberal, están en la base de las causas del desbarajuste que padecemos, incluso del llamado problema autonómico, que no es sino el disfraz de cómo los grupos políticos se lo llevan crudo, en bolsas como los pujoles andorranos o, más por lo fino, aumentando hasta el infinito el número de estómagos agradecidos y de militantes disciplinados por el banquete presupuestario, guerreros fieles y silentes que hacen lo que se les manda, oyen y ven, pero no hablan. 

Nuestros problemas no se arreglarán con más dinero, sino con una democracia mejor, y ahí todavía no se ha visto ninguna voluntad de reforma por parte del Gobierno que se dedica valientemente a afeitar en frío, pero las barbas ajenas. Puede que el Ejecutivo esté haciendo algo necesario, pero está muy lejos de conseguir un suficiente.  

Una Nación es algo más que una herencia, es un proyecto vivo que hay que hacer y rehacer, y más cuando partes vitales de su cuerpo sufren procesos cancerígenos y metastáticos que requieren medidas inhabituales y una política de largo alcance, aplicar la ley y permitir que actúe la justicia, pero ampliando horizontes, fortaleciendo los pactos y las esperanzas de todos… también en Cataluña.
*José Luis González Quirós es analista político (El Confidencial)


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Periodista Digital ha querido recabar la opinión de tres analistas para que ofrezcan su propio análisis. Se trata del director adjunto de El Mundo, John Müller, el director del think tank Instituto Juan de Mariano, Juan Ramón Rallo, y el profesor de Economía en la Unviersidad Autónoma de Madrid y analista de Libertad Digital 
Emilio J. González.

A los cuatro analistas se les han planteado las siguientes cuestiones sobre la política económica del Gobierno en materia económica: 1. Lo mejor; 2. Lo peor; 3. Nota media. En el aspecto positivo se divide a partes iguales entre la reforma laboral y la política europea, mientras que en el aspecto negativo predomina la crítica a las subidas de impuestos. El Ejecutivo suspende, aunque por poco, el examen de los analistas consultados. La media resultante de sus notas es un 4,66.

LO MEJOR
John Müller
La política europea. Ha conseguido que objetivamente la situación sea mucho mejor en diciembre que en Enero. En este año, después de una serie de errores iniciales, de vacilaciones y de desplantes hacia nuestros socios europeos, el Gobierno ha logrado estructurar una política de alianzas con otros países, como fue el caso de Monti en la cumbre de junio, y de entendimiento con otros, como ha sido el caso de Hollande, con la que ha logrado sacar adelante una estrategia que objetivamente ha logrado mejorar la posición de España desde el punto de vista de que vuelve a contar en la política europea. En concreto, lo que ha conseguido es cambiar la idea de que España era uno de los lastres del euro, y que estaba a la altura de Grecia y Portugal, para lanzar el mensaje de que el euro era uno de los factores de inestabilidad para España. Dar a vuelta a ese mensaje ha sido uno de los éxitos del Gobierno en 2012.

Juan Ramón Rallo
La reforma laboral, que si bien no es todo lo buena o todo lo completa que hubiera sido necesaria, al menos, en general no va en la mala dirección. Por lo tanto, ha sido un paso adelante.

Emilio J. González
La reforma laboral, porque era largamente necesitada. El impacto que ha tenido de momento es invisible, es decir, que no se han destruido más empleo de los que se han destruido. Eso ya es importante. Yo calculo que ha permitido salvar medio millón de puestos de trabajo. Además facilita que cuando esta era de la economía toque suelo se puedan empezar a crear puestos de trabajo rápidamente sin necesidad de tener grandes cifras de crecimiento. Esto es lo mejor que ha hecho el gobierno en su primer año de mandato. Es una reforma que era largamente necesitada y que es valiente.

LO PEOR
John Müller
Lo peor que ha hecho ha sido la subida de impuestos. No sólo porque filosófica o económicamente me parezca un error, sino porque además se ha hecho mal. Los manuales de Economía siempre desaconsejan aumentar los impuestos directos antes que los indirectos. Y es exactamente lo que ha hecho el señor Montoro: primero subió los impuestos directos, el IRPF y los impuestos sobre el capital. Y después, cuando vio que la situación fiscal no se recomponía, subió los impuestos directos cuando decidió aumenttar el IVA en el mes de julio.

Juan Ramón Rallo
No solo las salvajes subidas de impuestos, que obviamente también, sino algo que va quizá un poco más allá. Es la constatación de que este Gobierno no tiene ninguna intención de pinchar la burbuja del sector público y que está intentando hacer que se hipertrofie al sector público esquilmando mucho más a la sociedad.

Emilio J. González
El no haber intervenido las comunidades autónomas y dejarles tranquilamente seguir haciendo de las suyas. Yo no huebra aprobado nunca un fondo de liquidez para las comunidades autónomas, porque con eso lo único que está haciendo es demorar los planes de ajuste presupuestario que se tenían que haber hecho hace muchísimo tiempo, porque el Estado les sigue financiando y no se tienen que enfrentar al mercado para emitir deuda y cubrir su déficit a tipos de interés imposibles. Y por tanto no tienen incentivos en estos momentos para hacer el ajuste que tienen que hacer.
Y, sobre todo, el Gobierno les está metiendo presión para que recorten en vez de decir se tiene que cortar por aquí y por aquí. Y el resultado es que están afectando a los servicios públicos básicos que no se deberían de tocar, como sanidad o educación, mientras mantienen todo el entramado de empresas públicas y otros elementos que es lo que deberían de meter mano.

NOTA MEDIA
John Müller
6
Juan Ramón Rallo
3
Emilio J. González
Un 5 raspado.


 

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