jueves, 19 de septiembre de 2013

ESPERANZA AGUIRRE




 (Estoy de acuerdo casi al cien por cien, con Esperanza Aguirre. Apoyo el discurso que dio en Barcelona, con rotundo éxito. La discrepancia es la siguiente:








 Y añadió: "Yo entiendo perfectamente que los catalanes se quejen de que las comunidades creadas de la nada quieran lo mismo que Cataluña. Así no se reconoce la especificidad".


 O sea, lo que no se puede admitir, en el siglo XXI, es que algunas comunidades 'sean más que otras'. Con otras palabras, si las 'especificidades' son de carácter cultural, es admisible. Por cierto, todas tienen sus especificidades culturales.

Pero resulta que los políticos catalanes esperan algo más que 'especificidades culturales'. Quieren algo 'asimétrico' y a su favor. Por tanto, Aguirre está aceptando, con otras palabras, la propuesta de Margall de 'federalismo asimétrico'. Una idiotez, porque el federalismo no puede serlo, pero esta es otra.

En resumen y para abreviar, Esperanza Aguirre se equivoca en este punto. En una sociedad democrática no puede ser que unos 'beban café' y otros 'beban achicoria'. Los españoles somos iguales ante la ley. De modo que los catalanes pueden tener todas las 'especificidades culturales' que les corrresponda. Pero ninguna situación de privilegio por el hecho de ser catalanes. O volvemos a la Edad Media, al 'federalismo asimétrico' o al 'yo bebo café, y tú achicoria'.)



ESPERANZA AGUIRRE EN BARCELONA.

Esperanza Aguirre instó al Gobierno de Mariano Rajoy a coger el toro por los cuernos y llamar a las cosas por su nombre. La amenaza secesionista supone una auténtica "crisis nacional" a la que toca poner remedio.

 "Lo que se le pide a un político es que arbitre y presente soluciones", dijo ante un auditorio entregado y abarrotado -se tuvieron que habilitar varias salas-, ni más ni menos que el Círculo Ecuestre de Barcelona.

Fue un diagnóstico muy duro pero "que nadie me diga que es demasiado tarde, nunca es demasiado tarde", en palabras de la presidenta del PP de Madrid. Aguirre llamó a "poner remedio a los desencuentros sentimentales" que a lo largo de los últimos 35 años se han acrecentado entre catalanes y el resto de los españoles.
Una semana después de la Diada, y desde la misma Ciudad Condal epicentro del grito secesionista, la líder popular pidió trabajar para "recuperar el orgullo de ser español y que los catalanes formen parte de esto". Un sentimiento en el que también se cultive el amor hacia Cataluña: "España necesita ser catalanizada, hay que catalanizar España", llegó a proclamar por dos veces. "El bilingüismo es un tesoro", se reafirmó. En paralelo, "me gustaría que los empresarios se comprometieran a liderar la economía española", extremo que hizo extensible a demás sectores.

Para dar solución "a la crisis, y esto es una crisis", Aguirre consideró que es el momento de revisar "profundamente" el sistema de las autonomías. Esto es, acabar con "el café para todos" porque, denunció, España hoy es un conglomerado de "17 estadillos". Como punto de inflexión, el estatuto de autonomía de Andalucía, un profundo error según su diagnóstico. Y añadió: "Yo entiendo perfectamente que los catalanes se quejen de que las comunidades creadas de la nada quieran lo mismo que Cataluña. Así no se reconoce la especificidad".

La situación en las aulas

"¿Qué ha pasado?", se preguntó en varias ocasiones, para mirar a las aulas como uno de los problemas de fondo. "Ha habido un constante adoctrinamiento de acuerdo, exclusivamente, al canon nacionalista", denunció Aguirre. Un canon histórico "demasiado simple y sectario" pero "útil" para los planes de los nacionalistas. Los niños "sólo han escuchado esa interpretación de la historia", y ésta ha sido la de "una Cataluña eterna oprimida por España”.

Aguirre también hizo un duro reproche a los medios de comunicación catalanes. "No existe una prensa capaz de sostener la menor crítica al sentimiento nacional", se quejó. Capítulo a parte le dedicó a la "opacidad de las balanzas fiscales", reclamando una vez más que sean públicas para así acabar con la frase "España nos roba" y que "ha calado en algunos sectores".

Una claridad en sus palabras que exigió a todos, también a Artur Mas y sus socios independentistas. "Los que quieren la secesión no hablan claramente, hablan del derecho a decidir que así planteado parece algo maravillo", argumentó, para enfatizar que "lo que se quiere decidir es la secesión está prohibida por ley en España y en todos los países de Occidente". Hay una puerta: "La ley se puede cambiar, la misma ley tiene cauces. En democracia, en libertad y con ausencia de violencia todo se puede plantear, todo", recalcó Aguirre.

Frente a los que claman por la ruptura, la líder madrileña tomar conciencia de que a las "emociones" no se les puede responder con "consecuencias económicas". De nuevo, un mensaje clarísimo a Rajoy y al Ejecutivo, centrado en replicar a Mas con datos sobre lo que la independencia supondría para el bolsillo de los ciudadanos. En su opinión, "son mucho más dramáticas las consecuencias afectivas y emotivas".

Más de media hora de discurso, justo el mismo día en el que dejó la primera línea de la política, para situar el conflicto catalán como un problema capital para el país y dejar entrever, sin ser tan explícita como en otras ocasiones, que no le está gustando la estrategia diseñada por Moncloa.

 (Pablo Montesinos/ld)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es la primera vez que discrepo con esperanza. Lo mismo que se Catalanice España se puede Enriojar, Enmurcia etc... Digo yo. Eso de que se han creado comunidades de la nada que es, que unas si y otra no. Creo que los aires catalanes le sientan mal.