viernes, 11 de octubre de 2013

EN MALLORQUIN, POR FAVOR.










 EN MALLORQUÍN, POR FAVOR.

El 25 de octubre de 1349, moría en el municipio mallorquín de Llucmajor el último rey privativo de Mallorca, Jaime III, en el transcurso de una batalla para intentar recuperar su trono ante las tropas de Pedro IV de Aragón. En la actualidad, los restos de Jaime III se encuentran enterrados en la capilla de la Trinidad de la Catedral de Palma.

El Reino de Mallorca había sido creado por Jaime I de Aragón en 1231 y tuvo tres monarcas propios, Jaime II, Sancho I y Jaime III, apodado «el Temerario».

 Casi siete siglos después, otros isleños de nacimiento o de adopción, igualmente temerarios, han decidido crear ahora la Fundación Jaime III de Mallorca, que este jueves, 10 de octubre, comenzará su andadura de manera oficial.

El alumbramiento de esta entidad coincide con un momento de especial efervescencia lingüística en Baleares, tanto por la polémica que está suscitando el decreto en favor del trilingüismo aprobado por el Ejecutivo regional, como por las discrepancias todavía hoy existentes a la hora de denominar la lengua propia de la Comunidad.
El nuevo Estatuto de Autonomía de Baleares, aprobado en 2007, señala que esa lengua es la catalana, afirmación que no comparte la Fundación Jaime III. 

De ahí que entre los objetivos prioritarios de la nueva entidad se encuentre el de «recuperar, conservar y fomentar las modalidades insulares de la lengua de Baleares en la escuela y en la universidad, en todas las administraciones y en los medios de comunicación publicos, a fin de materializar de forma decidida el mandato estatutario que afirma que las modalidades insulares serán objeto de estudio y protección».

Esas modalidades son el mallorquín, el menorquín, el ibicenco y el formenterense. Así lo considera también el actual presidente balear, el popular José Ramón Bauzá, quien, sin embargo, no cuestiona públicamente la unidad de la lengua catalana. Bauzá sí rechaza, en cambio, la inmersión lingüística en catalán, que ahora desaparecerá con el nuevo modelo educativo trilingüe que propugna, con el inglés como tercer idioma.

Los estatutos de la nueva fundación están escritos, por su parte, en mallorquín. Esta recién constituida entidad nace con el apoyo de profesores universitarios, escritores, periodistas, juristas, hoteleros, ingenieros y arquitectos, entre otros. Todos ellos trabajarán para que «el Estatuto de Autonomía reconozca y prestigie la lengua de Baleares en cualquiera de sus modalidades». Asimismo, contribuirán a elaborar «un modelo estándar representativo de las modalidades insulares».

Ese modelo requerirá de diccionarios, gramáticas y libros de estilo, «para que tanto las instituciones públicas como todos los ciudadanos de Baleares puedan utilizarlo con facilidad, eficacia y solvencia».


Al frente de la fundación se encuentra, como presidente, el exsenador de UCD y exdecano del Colegio de Abogados de Baleares, José Zaforteza, mientras que el cargo de secretario lo ocupará el abogado Andrés Rosselló y el de tesorero Gabriel Barceló, presidente de la Fundación Barceló.

En su momento de mayor esplendor, el Reino de Mallorca no sólo estaba conformado por la isla mayor del Archipielago, sino también por Menorca e Ibiza, así como por los condados del Rosellón, Conflent y la Cerdaña, el señorío de Montpellier y el vizcondado de Carladés.

Casi siete siglos después, la Fundación Jaime III aboga por recuperar ahora otro tipo de esplendor, el de carácter literario y lingüístico que, según defiende, tuvo a lo largo de su historia el idioma mallorquín.
 (ABC)

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 FUNDACIÓ JAUME III


EL MUNDO. VIERNES 11 DE OCTUBRE DE 2013
ILLES BALEARS
8
EL MUNDO / Palma
La Fundació Jaume III de Mallorca
se constituyó formalmente ante notario
ayer al mediodía, una entidad
sufragada íntegramente con fondos
privados que nace con el objetivo de
prestigiar y dignificar las modalidades
insulares, principalmente el mallorquín.

Esta fundación sin ánimo
de lucro que se gesta desde hace meses,
formada por ingenieros, abogados,
empresarios, profesores, juristas,
consultores y profesionales liberales,
tiene como objetivo detener –y
dar la vuelta– la degradación del mallorquín
frente a la presión del catalán
estándar que se enseña a día de
hoy en las escuelas, y presente en todas
las administraciones y medios de
comunicación públicos.

Estos profesionales constatan que,
desde que en 1983 se aprobara el
primer Estatuto de Autonomía que
reconocía el catalán como lengua
propia de Baleares y rebajaba el mallorquín
a dialecto, éste último no ha
dejado de perder prestigio frente el
catalán estándar adoptado por el
mundo oficial y académico.

Según los miembros de la Fundación
Jaume III, se sigue considerando
al mallorquín como un dialecto
en el sentido más peyorativo del término,
como un patois (término que
utilizan los franceses para referirse a
las lenguas regionales), como una
forma de hablar doméstica y familiar,
sin entidad para la actividad pública
y oficial. La Fundació constata
que la mejor prueba de ello es que
los nietos ya corrigen a los abuelos
porque no hablan el modelo estándar
que les enseñan en la escuela. La
finalidad de la fundación neonata sería
detener y a ser posible dar la
vuelta a esta situación anómala.

La Fundació Jaume III pretende
contribuir a crear un estado de opinión
favorable en la sociedad civil
balear para forzar a las autoridades
políticas y académicas a incorporar
las particularidades lingüísticas del
mallorquín centenario al estándar
oficial que se está utilizando en las
Islas en la educación, la Administración,
la UIB y en los medios de comunicación
públicos y privados.

Para ello se fija a medio y largo
plazo tres objetivos. Primero, elaborar
un modelo de mallorquín que sirva
para toda clase de usos formales,
un modelo que debe dar preferencia
a las formas insulares frente a las de
Cataluña. Dicho modelo de mallorquín
se acabaría traduciendo, a medio
plazo, en un libro de estilo.

Debates estériles
El segundo objetivo es la revisión y
el desarrollo del Estatuto de Autonomía
para que se prestigie el mallorquín
de forma efectiva y en serio,
no como hasta ahora donde su
defensa no ha pasado de una reivindicación
retórica. 

Por último, el
tercer fin es exigir a las autoridades
especial protección del mallorquín
en la enseñanza, administraciones
y medios públicos, fomentado de
forma decidida las modalidades insulares
que, tal como prescribe el
artículo 35 del Estatuto de Autonomía,
«serán objeto de estudio y de
protección».

A pesar de la enorme polémica
que a buen seguro suscitará su aparición,
la Fundación Jaume III quiere
escapar de debates estériles que
no llevan a ninguna parte para centrarse
en una defensa efectiva y
pragmática del mallorquín. Como
dice Joan Font Rosselló, portavoz y
uno de sus patronos fundadores,
«no nos importa quién es el padre o
la madre, queremos salvar a la criatura
». 

El modelo de lengua escrita y
oral que propondrá la nueva fundación,
para cuya elaboración cuenta
con la colaboración de filólogos de
reconocido prestigio, es integrador
y no rupturista, alejándose así de
otras propuestas como la «lengua
balear» que propugna la asociación
cívica Academi de sa Llengo Balear.
Ambos modelos de lengua no tienen
nada que ver.

Espíritu alcoveriano
Según los miembros de la fundación,
este modelo se plantea como
una transición natural que permita
corregir los excesos y abusos catalanizadores
que se han cometido a
lo largo de los últimos treinta años,
un modelo que facilite que muchas
de las personas que a día de hoy
utilizan el catalán normativo vayan
decantándose gradualmente hacia
formas más genuinas de Mallorca.

Según la Fundació, la anormalidad
no está en lo que defiende la entidad
recién alumbrada o la mayoría
de mallorquines y baleares, lo
anormal son los 30 años de imposición
de un catalán estándar en el
que no se sienten identificados ni
reconocidos muchísimos mallorquines
y baleares tras haber arrinconado
y relegado la mayoría de
particularidades del mallorquín,
menorquín e ibicenco.

Lejos de incidir en el secesionismo
lingüístico, la nueva Fundación
se impregna así del espíritu de Antoni
Maria Alcover en sus formidables
y celebérrimas disputas contra
el Instituto de Estudios Catalanes
(IEC) en los años veinte del siglo
pasado. Alcover era un firme partidario
de la igualdad de todos los
dialectos que conformaban la lengua
catalana y no dejó de combatir
el centralismo del barceloní que
preconizaba Pompeu Fabra y el
IEC. Para su portavoz, Joan Font,
«los estandarizadores han confundido
unidad con uniformidad lingüística,
postergando nuestra secular
forma de hablar a la cocina».

La Fundació Jaume III defenderá el
mallorquín frente al catalán estándar
Empresarios, juristas y profesionales liberales crean la entidad para prestigiar el mallorquín

El decálogo de la Fundación
>1. La Fundación es apolítica,
no ligada a ningún partido,
abierta a todos los defensores
del mallorquín en particular
(y de las modalidades
insulares en general), al margen
de su credo político.
>2. De carácter español, balear
y mallorquín.
>3. Sin ánimo de lucro e íntegramente
financiada con fondos
privados.
>4. Pretende dignificar la secular
denominación de mallorquín
como lengua de Mallorca.
>5. Pretende prestigiar las
particularidades lingüísticas
diferenciales del mallorquín
que han sido relegadas por el
catalán estándar.
>6. Acorde con el espíritu del
filólogo Antoni Maria Alcover:
unidad no significa uniformidad
lingüística.
>7. Modelo de mallorquín no
rupturista, perfectamente inteligible
para valencianos y catalanes
y fácilmente utilizable
para quienes hasta ahora venían
utilizando el catalán normativo
del IEC.
>8. Se compromete a elaborar
un libro de estilo para el mallorquín.
>9. Abierta a las demás islas
para ayudar y aglutinar, si esta
es su voluntad, a los defensores
del menorquín e ibicenco.
>10. Su propósito es presionar
a las autoridades públicas y académicas
para que gradualmente
incorporen los principales rasgos
lingüísticos del mallorquín
al estándar oficial y académico
que se usa en Baleares.

3 comentarios:

Joan dijo...

Voldria saber la diferència entre eivissenc i formenterer.

Anónimo dijo...

com podeu dir "en mallorquin, por favor" en un blog on es mallorquí està totalment ausent?

Anónimo dijo...

Pues vete a vivir un par de años a dichas islas,porque en la enseñanza,nacionalista en general, no te vas a enterar más que del catalán estandart.De nada.