miércoles, 5 de marzo de 2014

BICICLETAS.

BICICLETAS (reposición)








AMA LA BICICLETA COMO A TI MISMO.


La bicicleta es algo más que un instrumento para trasladarse de un sitio a otro. Puedes trasladarte en coche, en avión, en tren, pero no es lo mismo. En todos estos artefactos deshumanizados y contaminadores, no eres el dueño de tu destino. Al contrario, estás sometido a las fuerzas ciegas del consumismo, animado por las necesidades del capitalismo salvaje. Con la bicicleta es distinto.
 
Para empezar, puedes compartir tu bicicleta con los vecinos de la calle. Esto no lo harías con tu coche. El coche despierta instintos insanos de propiedad. Es decir, todo lo que nos ha llevado al egoísmo, a la existencia de ricos y pobres, a las guerras y otras calamidades.


Mírala despacio. Dos ruedas, un manillar y un cuadro que integra armónicamente todos los elementos de esta obra de arte. Un sillín para sentarse. El placer de volar y soñar en bicicleta empieza por las sorpresas del sillín. Imagina que te levantas malhumorado y tomas a toda velocidad un café con leche. 


Supongamos que curras en un molino de viento y mueles trigo. A pesar de que tu trabajo artesano te realiza, no estás de buen humor. ¡Anímate! Hay sillines especiales para hombre, con acolchado flex control y carcasa de tela nicaragüense. Ideal para caminos que no están asfaltados y llenos de baches.
 
Luego está el último berrido, el sillín body geometry, que asegura un fluido óptimo de sangre por las partes blandas... Ya me entiendes...


Por no hablar de los sillines para mujer. Hay sillines ergonómicos, de colores atrevidos, piel muy transpirable, y con agujero central. Garantiza un suave masajeo en las zonas sensibles sin llegar a perder el control.
 
Varices, osteoartritis de rodilla, reuma en la entrepierna, todo desaparece con el cadencioso movimiento de las piernas al pisar los pedales. ¡Móntese en el progreso, monte en bici!

Sebastián Urbina.

PD. ¡Por favor, bajad de las aceras!

(En esta reposición hay un añadido)
 
¡Bajad de las aceras de una puta vez!
 
Y que los políticos meapilas defiendan al peatón. ¡Cobardes!

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