(La extendida creencia en la superioridad moral de la izquierda expresa, con penosa nitidez, la preocupante inmadurez política de millones de españoles. Y no sólo de españoles.
Buena parte de culpa la tiene 'la derecha'- por simplificar-, especialmente la 'derecha marianista' actual, exclusivamente preocupada por la prima de riesgo. Nunca he oido a Mariano Rajoy debatir cuestiones ideológicas.
Parece extraño en un político. Pero 'la derecha'- con honrosas excepciones- se ciñe a su papel de gestor. 'Lo que le importa a la gente' dice Mariano. Penoso. No le ha bastado 'el Prestige', 'la guerra de Irak', el 11-M' ...
Afortunadamente, al PP le ha salido un competidor, VOX. El Partido Popular ha dejado el terreno libre para que 'la izquierda' mantenga su predominio ideológico. Aunque no tenga casi nada que decir, y se limite a ramplonas consignas que, por lo visto, parecen suficientes para una población que parece vivir gozosamente en y por 'la LOGSE'. O sea, adolescentes perpetuos. Botellón, trabajo asegurado, fijo y de calidad, y muchos derechos. Todo gratis.
¿Cómo se puede ser tan tonto, Mariano? ¿Es que no lo entiendes?
PD. Por cierto, se comprende que la Universidad española esté por los suelos. Ni una Universidad española entre las doscientas primeras del mundo.)
Tal y como nos cuenta una de las organizadoras del manifiesto-coloquio, Guadalupe Arbona, profesora de la UCM, "el primer cuarto hora hemos tenido la posibilidad de hablar con unas personas, hasta que han llegado tres chicas a decirnos que éramos unos fascistas".
Ante esto, los representantes de esta iniciativa han respondido a quienes increpaban que "en absoluto éramos fascistas, sino amantes de la libertad. Estamos dentro del juego democrático con la posibilidad de debatir, aunque tengan impresiones distintas a las nuestras". Tal y como ha sido testigo Libertad Digital, el diálogo ha sido imposible. Arbona nos ha relatado la situación: "Nos han vapuleado, nos han roto los manifiestos delante de nuestras narices".
Con frustración, la profesora relataba para LD cómo algunos de los estudiantes que boicotearon la iniciativa "han amenazado con ir a mi casa, con que sabían dónde estaban mis cuatro hijos".
(S. Orduña/ld)
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