jueves, 2 de octubre de 2014

LA IDIOTEZ PROGRE










LA IDIOTEZ PROGRE.

(La periodista Pepa Bueno es un excelente ejemplo de la idiotez progre. Dice que Cataluña no es igual que Extremadura, ni Murcia, ni La Rioja. Por supuesto. Pero la progre no ha entendido que ni Extremadura, ni Murcia, ni La Rioja son como Cataluña. ¿Lo ha entendido? Es dudoso.

Creo que Margallo se ha equivocado en su respuesta. 

Pienso que lo decisivo es lo siguiente: ¿Por qué una diferencia implica una singularidad y un trato especial? Todos somos diferentes. ¿Quiere decir que yo puedo exigir un trato especial? Extremadura es diferente a Cataluña. ¿Quiere decir que Extremadura puede exigir un trato especial? O Cataluña, o el que sea. Por supuesto que no.

Los progres y la derecha acomplejada están obnubilados y arrodillados ante los nacionalistas. Pero este es su problema. Problema teórico. Porque nosotros tenemos un problema práctico. Dado que la casta política se ha tragado la superioridad moral y el hecho diferencial nacionalista, el resto de ciudadanos comunes, vulgares e intrascendentes, pagamos la factura. No lo perdono.

Es lamentable que tengamos que pagar la factura económica y política a causa de la idiotez de izquierdas y derechas. Cada una con su matiz diferencial. Por supuesto.)

La periodista Pepa Bueno ha entrevistado este miércoles al ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo, en su programa Hoy por hoy de la cadena SER. Buena parte del interrogatorio ha girado en torno a Cataluña, después de hacer una pequeña presentación recuperando declaraciones pasadas del propio Margallo hablando de Cataluña.

Cuando la periodista ha querido indagar sobre si el Gobierno se considera también culpable del desafío que Artur Mas ha planteado para separarse de España, ha preguntado al ministro por la "singularidad" de Cataluña, infiriendo que quizá "¿habrá que reconocer algún día que Cataluña es singular? ¿Que no es igual que Extremadura -y yo soy de allí- que Murcia o que La Rioja? ¿Eso habrá que reconocerlo de alguna manera algún día en algún texto constitucional?".


Ante la pregunta, Margallo contestó que ya "está reconocido en la Constitución" porque "en el artículo 2 habla de regiones y nacionalidades". Además, destacaba que Cataluña "tiene un reconocimiento de su lengua y su cultura. Tiene reconocimiento de lo que son sus signos de identidad. Nunca ha habido un nivel de autogobierno como el que ha tenido ahora Cataluña". Añadía el ministro una frase que atribuyó al expresidente Pujol: "Pujol dijo que la etapa entre 1980 y 2003 fue la época de mayor plenitud de Cataluña".

Por otro lado, Margallo enumeró algunos datos económicos que apuntaban a esa prosperidad. "Hay que darse una vuelta por Cataluña para ver cómo está aquello: el AVE, el puerto, el aeropuerto, etc." Además, señalaba que "se han hecho muchísimas cosas.

 Nunca Cataluña había llegado a un nivel de prosperidad" como el que ahora tiene y por eso "tirarlo por la borda en una aventura incierta, realmente me parece un despropósito", destacaba el ministro.
Pepa Bueno insistió en la idea y preguntó si los separatistas tienen también la culpa de que "el ministro Wert quisiera españolizar a los niños catalanes o de que el PP recogiera firmas por España contra un 'estatut' votado por los ciudadanos (…) había trenes de voces de españoles despistados que decían 'estoy firmando contra Cataluña'. ¿Tendrá el Gobierno que reconocer que algo se ha hecho mal?", preguntaba Bueno.

Margallo contestó recordando que recurrir aquel Estatuto era algo que contemplaba la legalidad y lamentó la desaparición del recurso previo de inconstitucionalidad, porque "si el Estatuto se hubiera recurrido ante el Constitucional antes de un referéndum no nos hubiéramos encontrado con esa sensación de agravio".

Repreguntado por el asunto, Margallo señalaba que el texto constitucional del 78 "está absolutamente vigente" y si se quiere reformar, "habrá que decidir y acordar" qué se quiere reformar y en qué sentido hacerlo. "Tendría que decirme en qué falla la Constitución". Ante la insistencia de la periodista, que repreguntaba una y otra vez, por la vigencia de la Carta Magna, el ministro contestó tajante: "El sistema de financiación se puede cambiar sin cambiar la Constitución".

 (ld)





EL LENGUAJE AGILIPOLLADO PROGRE DEL SOCIALISTA SÁNCHEZ.



Como las víctimas de ETA

Sánchez quiere celebrar funerales de estado por "el terrorismo machista"


Ketty Garat  



Considerar como una causa de terrorismo, en este caso "terrorismo machista", los asesinatos de violencia de género.

 

 Prensa progre subvencionada. Igual de idiotas.

 

Cataluña, ante el desafío secesionista

'El Periódico' usa a Hong Kong para llamar a la desobediencia en Cataluña.

En portada y con un gran despliegue en el interior, hace un paralelismo subliminal entre las protestas en esta región de China "a favor de la democracia" y lo que está ocurriendo en Cataluña.

(LaVozLibre)


1 comentario:

Arcoiris dijo...

Aquí se hace referencia a “(...) un “estatut” votado por los ciudadanos (...)”. Se sobreentiende que hubo una votación mayoritaria en favor del mismo. En realidad, las cosas se sucedieron de la siguiente manera: en la convocatoria del 2006 para la votación del “Estatut d'Autonomia” se contaba con un censo de 5.201.715 personas. De ellas, tantas como 1.882.533 votaron que sí (el 36,19% de la población censal); esa parece ser la cifra aproximada de los nacionalistas catalanistas (después de más de treinta años de instrucción patriótica en las escuelas, periódicos y TV3) porque se hace muy difícil imaginar una parte considerable de los mismos absteniéndose de ir a meter su papeleta en las urnas. Pero hubo 2.570.256 votantes. De ellos, 528.745 optaron por el no, se contaron 135.982 votos en blanco y 22.996 fueron declarados nulos. La abstención alcanzó la cifra de 2.631.459 personas , es decir, el 50,6% de la población censal. Comoquiera que sólo se valora en nuestra joven democracia la opinión expresada por quienes se acercan a meter su papeleta en las urnas, el “Estatut” se dio por aprobado por goleada: un 73%. Después de dicho lo anterior, meditemos acerca de la exageración contenida en sentencias tales como “el pueblo de Cataluña dice...”, “los catalanes quieren...”, etc.