jueves, 27 de agosto de 2015

GRACIAS, AMERICANOS




 (La cobardía de los franceses, probablemente exportable a muchos países europeos- por supuesto, a España- contrasta con la valentía de los americanos y un ciudadano inglés.


Esto tiene mucha importancia. La Europa cobardona, hedonista y relativista tiene poco futuro. Por lo menos, USA tiene gente con suficiente coraje. No será tan fácil arrodillarlos.


En fin, gracias. ¡Qué contraste con nuestros progres de mierda!)







MASACRE EVITADA.

En uno de los trenes Thalys provenientes de Ámsterdan hacia París afortunadamente se pudo evitar una masacre. Tres apuestos jóvenes norteamericanos y un inglés madurito consiguieron detener al asesino. Tanto el personal del tren como los pasajeros huyeron a esconderse como pudieron. No es la primera vez que la valentía de los franceses se pone en solfa, y con razón. Más tarde, François Hollande tuvo el buen tino de condecorar a los héroes con la Legión de Honor y todo el tralalá inimaginable. Hasta aquí los principales hechos.

¿Se pudieron haber evitado estos sucesos? Sí, por supuesto que sí. Hace rato que en las terminales de trenes franceses, en todas, y no sólo en el Eurostar, debieron haber instalado aduanas con el objetivo de revisar el equipaje de cada pasajero y reforzado las medidas de seguridad requeridas en una época donde la amenaza terrorista forma parte del caos cotidiano en el que por desgracia debemos acostumbrarnos a vivir.

Por otra parte, ¿se trata de un acto terrorista abortado o de un caso fortuito de locura? En mi opinión sí, es un acto terrorista, y en la opinión de muchos también. Sólo que como el acto en sí no tuvo éxito alguno pues ninguna organización terrorista ha sido capaz de reivindicarlo. Además, en los interrogatorios el criminal tampoco permite que se le vincule con ninguna de estas organizaciones.

 Aunque las investigaciones continúan, todo parece indicar que el caso quedará más o menos como el acto terrorista anterior, de hace unos pocos meses, que, con decapitación y todo de por medio, el asesino no ha aceptado que se le tilde de terrorista islamista.

De la falta de coraje de los franceses para qué vamos ni a hablar, y de la falta de todo del personal de trenes tampoco. Pero lo que sí no toleraré nunca más es que en mi presencia se hable mal de los americanos ni un tantico así. Ya en muchas ocasiones me he tenido que fajar por esa razón, pero ahora menos que menos les aguantaré ninguna zoquetería a quienes sólo se les puede llamar pendejos.

¿Estoy siendo dura con los franceses? No, no todo lo que debiera. Estoy siendo realista. El primero que se percató de lo que iba a ocurrir fue un francés y no encontró otra solución que paticas pa qué os quiero. Tuvieron que aparecer esos tres jóvenes estadounidenses y el señor inglés para salvar la situación. Por suerte, los cuatro salvaron sus vidas, que también pudieron habérselas dejado en el camino.

Al menos en esta ocasión podemos cantar victoria y decirnos que la masacre fue evitada, y que los que salvaron sus vidas deben estar eternamente agradecidos, y que antes de ponerse a hablar porquería antiamericana debieran pensarlo al menos dos veces.

(Zoé Valdés/ld)

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