(Ahí tienen a 'Pedrito, el sectario'.)
EUROPA COMO EJEMPLO.
Pedro
Sánchez pertenece a esa curiosa categoría de hombres que tienen razón aunque no
tengan razón. Es una habilidad de los vehementes. Por regla general, esa condición tiende a
estrechar las miras, a quedarse en los primeros metros y renunciar a las
distancias largas, donde de verdad se esculpe a los líderes políticos que
terminan por hacer historia. Para bien, claro.
Si Sánchez aspirase a ser algo más que
una anécdota, reflexionaría sobre el hecho de que, de los 27 países de la Unión
Europea, 21 se gobiernan en estos momentos mediante coalición. La
alianza predominante se establece entre un partido de centro-derecha y uno
socialdemócrata. A imagen y semejanza del gran pacto de la UE. Populares,
liberales y socialistas han desplegado un amplio frente ante la irrupción de la
extrema derecha de Marie Le Pen, los euroescépticos o los populismos de
Varufakis.
España no puede permitirse el lujo de
ningún tipo de fanatismo. Nuestra economía y nuestro cuerpo social andan aún
convalecientes de una dura y prolongada crisis. Si queremos sacar a nuestro país adelante, se impone el compromiso
frente al sectarismo.
(Bieito Rubido/ABC)
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