lunes, 7 de marzo de 2016

LIBERTAD DE EXPRESIÓN.



 (Me apuesto un café con leche a que si usted escribe un tuit parecido- en su humillación y menosprecio- al del Podemita Zapata, dirigido a un juez, en vez de a una víctima del terrorismo, no lo consideran libertad de expresión.)






LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

Zapata había tuiteado: "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos".

Por su parte, los representantes de asociaciones de víctimas consultados han preferido no manifestar su opinión personal sobre la intervención de Irene Villa en el asunto. Sin embargo, han coincidido en que ella no es la única víctima afectada por los comentarios de Zapata.

“Cuando interpusimos la querella el delito de humillación a las víctimas aludíamos a un delito colectivo, no a la víctima en concreto”, ha explicado el presidente de la asociación Dignidad y Justicia, Daniel Portero. Además, ha considerado “precipitado” y “muy pobre” el auto de archivo, puesto que sólo se ha fundamentado en un escrito y no una declaración de Irene Villa, no se ha tomado declaración de Zapata y tampoco se ha consultado a la Fiscalía ni a la acusación popular.

Es motivo suficiente para que sea recurrible por este defecto de forma”, ha espetado, al anunciar que el próximo martes Dignidad y Justicia presentará un recurso de reforma subsidiaria de apelación. Para Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo, la principal exigencia es la dimisión definitiva del concejal de Fuencarral-El Pardo y Villaverde y que tanto como Ahora Madrid como el PSOE asuman su responsabilidad por la presencia de Zapata en la escena política.

 


El juez afirma que 'no hay un derecho a no ser ofendido'
El auto puede ser recurrido por Manos Limpias y Dignidad y Justicia que consideren que los tuits son constitutivos de enaltecimiento del terrorismo
·         ÁNGELES VÁZQUEZ
·         Madrid
·         @Gelesponto
A la tercera va la vencida. O no. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha archivado por tercera vez la causa abierta contra el edil de Madrid Guillermo Zapata, al entender que los tuits que publicó en 2011 no son constitutivos de enaltecimiento del terrorismo o de cualquier otro delito. Al contrario, se enmarcan en la libertad de expresión.

El auto de archivo, que esta vez cuenta con el respaldo de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, puede ser recurrido por las acusaciones que ejercen en el procedimiento Manos Limpias y Dignidad y Justicia, que sí consideran que el concejal cometió enaltecimiento del terrorismo. El recurso tendrá que resolverlo la Sección Segunda, de la que forman parten los magistrados Concepción Espejel y Enrique López, que resoluciones anteriores se han mostrado partidarios de juzgar al edil para determinar la intención que tenía con sus palabras.

Para el juez Pedraz, el tuit de Zapata sobre Irene Villa no tenía intención de humillar a la víctima, por lo que no es delito. "Se trata de palabras que no pueden criminalizarse, a salvo de las dictaduras que criminalizan las palabras como si fuesen hechos y no distingue entre ellas", explica el auto que añade que "no existe un derecho a no ser ofendido". "Al menos, y en favor de la libertad de expresión, en las democracias no aparece tal derecho en el catálogo de los derechos fundamentales", asevera.

El magistrado explica que el derecho fundamental a la libertad de expresión "queda truncado", cuando una persona es sentada en el banquillo, aunque luego sea absuelta, porque se la somete "a un proceso involucionado hacia una aparente de culpabilidad, como acontece en los casos en que se sufren penas anticipadas de telediario, paseíllo y banquillo".

En opinión del juez, estos casos se pueden "convertir en ejemplarizantes para otras personas, dando lugar a la autocensura ante el eventual temor de que le acontezca lo mismo". Y "la consecuencia es obvia: quedará comprometido seriamente aquel derecho fundamental".

Para llegar a esta conclusión, la resolución recuerda que el tuit en cuestión ("Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcaser para que no vaya Irene Villa a por repuestos") se publicó en 2011, "permaneciendo soterrado" hasta que fue elegido concejal de Madrid en 2015.

"La repercusión tan amplia del tuit no fue por tanto obra de Zapata y tampoco, por ello, la alarma social denunciada por Dignidad y Justicia". El juez explica que las redes sociales se rigen por "un sistema de pluriarquía", con simpatías o rechazos según lo que se dice y la persona que lo diga. 

De hecho, admite que lo publicado por Zapata fue ofensivo para algunos y para otros, como la propia Irene Villa, no. "Prueba de ello es que las acusaciones personadas y parte de la Sección Segunda parece que sí: en cambio al fiscal y la propia víctima, Irene Villa, no. Y no se trata de un sistema de mayorías, por mucho que una mayoría crea que unas palabras sean humillantes, no por ello han de constituir delito", insiste.

"No cabe retorcer un texto legal como el Código Penal para satisfacer una justicia mal entendida por un público expectante a su favor, o lo que es lo mismo hacer justicia a pesar de la ley. Ello significaría moverse en el terreno de la incertidumbre que conllevaría un trato desigual entre aquellos que pueden presentar un caso de escándalo social y quienes no, dando lugar a una justicia arbitraria", afirma el juez.


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