lunes, 13 de febrero de 2017

¡CUÁNTO BORREGO HAY EN ESPAÑA!

 (En la foto, alumnos de un Instituto de Alcalá de Henares.)





¡CUÁNTO BORREGO HAY EN ESPAÑA!


ALUMNOS DE UN IES A LOS QUE DIO UNA CHARLA.

Acusan de 'machista' a un policía por dar voz a los hombres maltratados.

S.T.


Varios alumnos de cuarto de ESO de un instituto de Alcalá de Henares (Madrid) han cargado contra un policía nacional por cuestionar que existan castigos desiguales para un hombre y una mujer tras llevar a cabo la misma conducta violenta, y recordar que "también hay hombres asesinados por mujeres".

Un agente de la Policía Nacional acudió al centro educativo para dar una charla sobre igualdad y, alejándose de la corrección política, dejó en evidencia el fraude de la 'igualdad de género' recordando que una situación de maltrato debería ser tratada igual tanto si el maltratador es un hombre como si es una mujer.

"¿Os parece justo que exista una ley que diga que la misma agresión conlleve más castigo si se realiza de un hombre a una mujer que de una mujer a un hombre?", preguntó el policía a los estudiantes, quienes lo acusan de "machista y sexista" a través de una misiva publicada en en el blog Animación Sociocultural e Integración Social Profesional, que gestionan Técnicos Superiores en Integración Social y Animador Sociocultural.

La charla tuvo lugar el pasado jueves, día 9, por parte de un policía nacional que habló a los jóvenes sobre 'igualdad de género' al amparo de un programa formativo, según explica la directora del instituto en el escrito que ha remitido este lunes al responsable de la Comisaría de la Policía Nacional de Alcalá de Henares tras conocer la carta de los alumnos.

La directora ha negado por escrito las críticas vertidas por los alumnos, que aseguran que la charla fue "completamente machista, sexista y misógina", y ha asegurado que esta se desarrolló "de forma adecuada y con un tono amable pero riguroso en conceptos y términos, matizó normativa y explicó situaciones reales en contexto adecuado a los contenidos y a los menores".

"En ambas el ponente estuvo acompañado por profesores, en una de ellas además por la directora como profesora y miembro del equipo directivo. Todos ellos valoran positivamente la idoneidad de la persona y los contenidos transmitidos", ha añadido.

Además la directora incide en que "en ningún momento ni el contenido ni la exposición tuvo tono vejatorio hacia las mujeres u otro colectivo" ni aludió a personas concretas, y ha subrayado que no se han recibido quejas de ninguna familia.

Los alumnos no han tenido reparos en afirmar que la intención del policía fue "menospreciar la discriminación positiva" hacia la mujer, "reírse de los casos de violencia de género" y "restar importancia a los asesinatos machistas" simplemente porque recordó que "ha habido 64 mujeres asesinadas este año, pero que sepáis que también ha habido 34 hombres asesinados por mujeres, el problema es que nadie sabe esto ya que los medios no se hacen eco de ello, puesto que no vende".

El objetivo de este agente no fue otro que el de dar voz a aquellos que sufren "la otra violencia" y reclamar igualdad de derechos y condiciones, así como una ley que equipare las medidas para todos, independientemente de sexos. Porque, como ha denunciado Patón & Asociados -primer despacho de España especializado en la defensa de hombres maltratados- en La Gaceta, los hombres -aunque a muchos sectores de la sociedad les cueste admitirlo- también pueden ser maltratados por sus parejas, ya sea física o psicológicamente.

(La Gaceta) 


 LA DICHOSA IDEOLOGÍA DE GÉNERO.

No, no ha sido nuestra época el fin de las ideologías, pero sí su empobrecimiento. Las nuevas ideologías son especialmente vulgares, mediocres, ramplonas. En una fase de infortunio económico como en la que nos encontramos, muchas personas se sienten atraídas por prédicas irracionales, emotivas, salvíficas. Ejemplo de lo que digo es la sedicente ideología de género.

Esto del género es una importación fraudulenta más de una moda estadounidense. En inglés la voz sexono es tanto clasificatoria (masculino/femenino, varón/mujer, macho/hembra) como asociada al placer erótico. De ahí que su sola mención parezca vitanda a una mentalidad puritana, que es la que subyace a la mentalidad general de los Estados Unidos. Se entiende que hayan pasado al subterfugio de decir género(un término gramatical para masculino/femenino) para clasificar a los humanos según su sexo. 

Lo curioso es que en inglés solo tienen sexo los mamíferos, no las cosas, excepto los barcos (y por extensión las locomotoras y las naves espaciales), que son del género femenino. En español, como en las demás lenguas romances, las cosas todas suelen ser masculinas o femeninas. Incluso "el mar" puede ser también "la mar" para las personas a quienes les resulta más familiar. Pues bien, a pesar de todos esos condicionamientos culturales, en España también se dice "ideología de género" en lugar de "ideología de sexo".

¿En qué consiste tal aberración? Representa la culminación de la ideología feminista, la cual no consiste tanto en defender a las mujeres como en odiar a los hombres (en el sentido de los varones; en inglés no existe tal distinción). Preciso es recordar que el feminismo, el homosexualismo y el ecologismo constituyen los tres grupos de presión más influyentes en el mundo occidental. Los tres son particularmente lacrimógenos. Para influir en el poder hay que saber lamentarse.


El lector pensará que cómo es que una ideología puede ser tan exitosa cuando se basa en el sentimiento de odio. Precisamente por eso. El odio mueve más a las multitudes que el amor. Esa es la base de los movimientos políticos malamente llamados populistas, sean de izquierdas o de derechas. A mucha gente le produce una intensa satisfacción odiar a los inmigrantes, los americanos, los ricos, los cristianos, los musulmanes, los judíos, los políticos o cualquier otro enemigo genérico y difuso.

Muchas personas se aferran a sus odios porque así se defienden de posibles amenazas imaginadas. Tal sentimiento puede ser producto de alguna experiencia amarga o más bien un simple prejuicio que protege de la ignorancia.

La ideología de género lleva a toda suerte de arbitrariedades, como la caprichosa exigencia de que haya tantas mujeres como varones en los círculos de poder o notoriedad. Se excluye ostentosamente el fútbol, donde un directivo, un jugador o un árbitro no pueden ser mujeres, pero a nadie extraña tal discriminación. Las feministas no pararán hasta que en el Colegio Cardenalicio haya tantas mujeres como varones.

Más desventurada es la conclusión de que el sexo de una persona puede ser elegido o trastocado a voluntad.Además, el coste clínico de tal operación debe ser pagado por la Seguridad Social. 

La ilustración más divertida de la alegría en el cambio de sexo la tenemos en aquel italiano que decidió convertirse en mujer para después optar al ingreso en un convento de monjas. A don Gregorio Marañón le habría fascinado el suceso para corroborar su hipótesis del carácter feminoide de Don Juan.

El sentido de odio asocia generalmente con el miedo. Se odia lo que se teme. En nuestra medrosa sociedad proliferan las teorías conspirativas (ahora se emplea el retruécano de "conspiranoicas"), las que nos amenazan por todas partes con eventuales ataques. Es una clara expresión de irracionalidad.

Lo peor de la ideología de género es su afán proselitista con ribetes totalitarios. En los colegios madrileños se obliga ahora a que penetre la ideología de género como parte del currículum. Una cosa así habría hecho feliz al mismísimo Hitler. La parte chusca de la dichosa ideología es el sonsonete de "compañeros y compañeras, "ciudadanos y ciudadanas", etc. en los parlamentos de los hombres públicos. Y no digo "los hombres públicos y las mujeres públicas" para no abusar de los calambures.

(Amando de Migel/ld.)

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