miércoles, 30 de agosto de 2017

LA ENFERMEDAD BUENISTA.

 (El problema de los buenistas no radica en que sean idiotas- en tanto que buenistas- sino que sean peligrosamente idiotas.


Sucede algo parecido con los separatistas catalanes. Conozco a personas competentes en diversas especialidades, médicos, profesores, etc, que cuando hablan de la Cataluña oprimida por la bota castellana, se vuelven imbéciles.



Con los buenistas es parecido. Pueden ser buenos profesionales pero cuando ponen el traje de buenista, son peligrosamente idiotas.

Aconsejo la lectura de 'Idiotas occidentales', en este blog.) 









LA ENFERMEDAD BUENISTA.

El buenismo nacional -representado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, la Comisión Islámica de España, el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid o el Arzobispado de Madrid- no ha tenido reparos en equiparar el terrorismo islamista del ISIS con la “islamofobia” en España.

(La Gaceta)

2 comentarios:

Arcoiris dijo...

Lo leí ya hace mucho tiempo, así que pido excusas por las posibles imprecisiones. La cosa iba de lo siguiente: en Italia, si recuerdo bien, se realizó el experimento consistente en publicitar un producto inexistente. Al cabo del tiempo, y luego de mucho insistir con su propaganda, hubo algún altercado en cierta tienda al no poder satisfacer a clientes que solicitaban lo que no existía. “Se non è vero, è ben trovato”. Y, desde luego, absolutamente verosímil y factible. Con el control de la publicidad, con el dominio de los medios y la enseñanza, se pueden mover más montañas que con la fé. ¿Ejemplos? ¡Uf! La pasión independentista que han impuesto cuatro gatos, el gobierno monocolor ininterrumpido en algunas CC. AA… Pero, realmente, ¿son necesarios los ejemplos?

Sebastián Urbina dijo...

Este fenómeno y similares fueron estudiados por el sociólogo norteamericano Vance Packard. Especialmente su libro 'Los persuasores ocultos'. Así es.