jueves, 22 de febrero de 2018

ENSEÑANZAS DEL GOLPE DE ESTADO.



 (Me llevaría una gran alegría si enviaran al Tribunal Constitucional a freir espárragos. O que se trasladen- o los trasladen- a Cataluña. Y no vuelvan.)

ENSEÑANZAS DEL GOLPE DE ESTADO.
Los golpistas catalanes y sus colaboradores nacionales me han permitido reafirmarme en mis posiciones críticas con el tradicionalismo. Lejos de mí seguir la tradición nacional en asuntos de política, en general, y democracia en particular. 

Pues que hoy, como en tiempos de Ortega y Gasset, "la realidad tradicional en España ha consistido en el aniquilamiento progresivo de la posibilidad de España". Por eso, precisamente, tenemos que ir contra la tradición y, como reiteraba el filósofo, más allá de ella. Cortemos, pues, de raíz con todas las instituciones que en España aniquilan la posibilidad de España. El último ejemplo de tradicionalismo es el comportamiento traidor del Tribunal Constitucional.
Sí, ciento de enseñanzas podemos sacar del golpe de Estado que han intentado dar los separatistas catalanes, pero la última es de ayer mismo. Está a la vista. El Tribunal Constitucional publica un papel contra la enseñanza del español en Cataluña. Actúa, pues, a favor de las tesis separatistas. O sea es cómplice del procés que intenta separar a Cataluña de España. El Tribunal Constitucional es de una fidelidad perruna a la hora de seguir la tradición española de matar todo aquello que da la vida a las instituciones. El Tribunal Constitucional impide, dificulta, en fin, traiciona a la propia Constitución para que los niños españoles en Cataluña no estudien en español. Terrible.
Al prohibir, directa o indirectamente, la posibilidad de que los niños se eduquen en español, en realidad, al prohibir la posibilidad de cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a dar el 25%, ¡solo! el 25%!, de las enseñanzas en lengua española, el Tribunal Constitucional refleja la quintaesencia del resentimiento español, de negar la posibilidad de España. ¿Exagero?

 No, por favor, no crean que exagero al decir que los magistrados del constitucional son colaboradores natos del golpismo catalán. Es solo una constatación de la realidad. Sería para tomárselo a risa si la cosa no afectase a toda una nación. Creo que me quedo muy corto en la valoración de ese papel del Constitucional, sobre todo, si analizamos el modo grupal de proceder los señores magistrados del Constitucional, casi como si se tratase de una banda que se juramentan para mantener la misma posición… ¡Ni un voto particular para oponerse a tal disparate! Han perdido por completo la dignidad profesional y el sentido de la realidad.
Por todo eso, y por un Gobierno que no gobierna, me reafirmo en mi antitradicionalismo español.

(Agapito Maestre/ld.)


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